jueves, 31 de julio de 2014

Hablemos claro

El nacionalismo catalán, especialmente sus elites, sobre las que ahora recae la sospecha del viejo caciquismo, no aspiran a una España federal. No. La igualdad de Cataluña con los otros dieciseis resultantes Estados federados no es su utopía. Anhela, incluso más que la pura independencia, una Confederación Española, en la que las ventajas de la singular posición de Cataluña diluya los peores inconvenientes de carecer de una soberanía absoluta. Por eso, la fórmula del PSOE para solucionar el problema territorial es difícilmente operativa. Los nacionalistas catalanes querrían disfrutar del mismo status que el País Vasco y Navara, con conciertos económicos incluidos. Porque España, desde que se constituyó en Estado-Nación hace dos siglos, siempre ha sido una confederación. Incluso, con Franco, Álava y Navarra mantuvieron su autonomía económica-administrativa. La transición democrática devolvió a Guipúzcoa y Vizcaya su anterior situación, equiparando a las cuatro provincias vasco-navarras. Sobre el resto se creó un modelo federal, que los nacionalistas catalanes rechazan. Porque, la iinmensa mayorìa de ellos, aspira a lo que disfrutan el País Vasco y Navarra. Para solucionar los problemas es fundamental tener claros los conceptos.

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