lunes, 22 de septiembre de 2014

Fronteras

Entre Argelia y Marruecos se extiende una inmensa frontera cerrada desde hace dos décadas. Los habitantes de ambos lados, unidos por lazos familiares y comerciales, llevan todo ese tiempo incomunicados. Ahora, incluso desde Argel y Rabat se impulsan la construcción de vallas fronterizas para impedir cualquier contacto.  Argelia y Marruecos no reconocen la integridad territorial del otro y por eso no se ponen de acuerdo sobre sus límites fronterizos. La consecuencia de ello es que los habitantes de toda la zona fronteriza han de vivir condicionados por éste hecho que les afecta hasta en su vida personal. Es otra muestra de los problemas de los Estado-naciön, esa fórmula a la que muchos aspiran desde una perspectiva estrictamente sentimental, nunca racional.

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