Un nuevo problema

Marruecos ha confirmado la localización de petróleo en aguas próximas a Canarias. La noticia tendrá una repercusión relevante en la medida en que el Gobierno español ha autorizado prospecciones a Repsol en aguas próximas al archipiélago. Decisión duramente criticada por el Gobierno autónomo de Canarias, un ejecutivo bipartito entre la nacionalista Coalición Canaria y el PSOE. La oposición del gobierno insular se argumenta por el peligro que la industria petrolera supondría para el sector turístico, base de la economía canaria.  Un problema difícil de resolver en el que el nacionalismo ya ha empezado a sacar tajada promoviendo el quimérico derecho a decidir. Sin duda que nos encontramos en el origen de un nuevo problema territorial del Estado-nación español.