Podemos rentabilizará en los próximos días la aplastante victoria nacionalista en el referéndum griego con el mismo argumento usado desde el origen de la formación: que la rebeldía no solo es posible, sino que es la única garantía del éxito. El "sí se puede" volverá a ser el eslogan profusamente reiterado desde la dirección de Podemos, sin pestañear ante la tragedia que se avecina para los griegos, que entre otras cosas nos dieron una palabra que retoma todo su prístino significado: holocausto.
Mientras, Pablo Iglesias podrá aprovechar que surfea en lo alto de la ola para terminar de imponer el modelo leninista en Podemos, pese a que varios centenares de miembros de la formación hayan decidido pelear contra tal imposición, aunque sea con escasas perspectivas de éxito. Iglesias dispondrá así de un fiel grupo parlamentario en la próxima legislatura, en el que, no lo duden, también estará Tania Sánchez.
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