miércoles, 30 de septiembre de 2015

Carmena versus Colau

Si bien es cierto que una cosa es lo que se hace y otra lo que queda reflejada a través de los medios de comunicación, no hay duda de que a cualquier gestor público se le va a juzgar por lo segundo. Y aquí quiero hacer una comparativa de las alcaldesas que gobiernan las dos ciudades más importantes de España. Ambas fueron elegidas en candidaturas plurales, pero con fuerte presencia de Podemos, una de las formaciones alternativas aparecidas en el horizonte político español.

Ada Colau, la regidora de Barcelona, se ha perdido entre retiradas de simbología monárquica y estrategias para cambiar los nombres relacionadas con ésta, además de bochornosas guerras de banderas. Al menos eso es lo que ha trascendido de su labor, independientemente -como he dicho- de que haya llevado a cabo otras actuaciones de las que apenas hemos conocido.

Manuela Carmena, la alcaldesa de Madrid, se ha centrado sobre todo, o al menos eso es lo que ha trascendido, en resolver uno de los problemas más acuciantes que padece la capital desde su antecesora en el cargo, Ana Botella: la suciedad de sus calles. Puede decirse sin exagerar que Madrid carece de la limpieza exigible en un país desarrollado. Por ello, razonablemente, el nuevo ayuntamiento se ha puesto manos a la obra para recuperar ambientalmente la ciudad.

La mera comparación es altamente opinativa, por lo que no merece la pena escribir más. Yo prefiero que los gestores públicos dediquen su tiempo para arreglar las cosas cotidianas que afectan a los ciudadanos.

martes, 29 de septiembre de 2015

La gran pirueta del funambulista

En los próximo días asistiremos a la gran pirueta del funambulista. No sabemos si será la última o tan solo el inicio de un nuevo recorrido político.

El personaje tiene un reconocido prestigio. Como malabarista hay pocos en todo el mundo que puedan evocar mayores éxitos.

Entre sus logros en el pasado destaca haberse transformado en un apasionado independentista cuando hace años consideraba que tal planteamiento estaba desfasado en el mundo moderno. Solo tuvo que observar desde la ventana a varios miles de personas manifestándose para vertirse con la bandera. De esa manera, el gran funambulista logró mantenerse en el poder, que en definitiva era su objetivo irrenunciable.

Ahora, los comunistas libertarios juran y perjuran que impedirán su próximo salto, con el que pretende mantenerse en el sillón. Hay quienes creen que esta vez caerá de la cuerda, pero no saben lo buen funambulista que es. Si es necesario añadirá a la bandera una estrella e incluso la hoz y el martillo. Todo por seguir en el poder.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Claves tras las elecciones:

Las coaliciones independentistas han perdido el plebiscito que habían planteado. Un 52% de los catalanes han votado por opciones que apuestan por el mantenimiento de la región dentro de España, aunque con diversos matices. Así, cerca de un 9% han apoyado a una coalición, Catalunya sí que es Pot, la marca de Podemos, que aboga por el reconocimiento del derecho a la autodeterminación de Cataluña. Y cerca de un 13% apuesta por un modelo federal en toda España, tal como los socialistas pretenden. El 30% restante, repartido entre Ciutadans y el PP, abogan por un encaje de Cataluña en España similar al existente. Datos todos estos que revelan que aún siendo mayoritarios los no independentistas, no representan un bloque homogéneo.
Esta constatación supone una evidente debilidad del proyecto unitario español, que además tiene otro grave problema: cerca de dos millones de catalanes quieren independizarse o, al menos, han votado a formaciones que llevaban esa premisa en su programa, más allá de que una parte de ellos -no mayoritaria, pero sí significativa- habrán planteado su voto como un mero reforzamiento de la posición negociadora frente al gobierno central.
La fractura social en Cataluña es evidente. Su electorado se encuentra partido en dos mitades, una de ellas, la independentista, más cohesionada y que disfruta de todas las ayudas posibles de las instituciones autonómicas catalanas y de unos medios de comunicación subvencionados, tras cinco años de gobierno de Artur Mas volcado en la construcción nacional de Euskadi. La ocupación del espacio público y del debate político son expresiones de esa ventaja.
La otra mitad se ha mantenido hasta ahora oculta y presenta dificultades para construir su mensaje unitario. El tiempo dirá si el ascenso de Ciutadans augura un cambio en este sentido, capaz de articular y cohesionar a la gran mayoría de los no independentistas.
Las dificultades de los independentistas provienen fundamentalmente de las dificultades en su liderazgo. El rechazo a Artur Mas de la formación libertaria de la CUP evidencia la dependencia de Junts pel Sí respecto a la formación de extrema izquierda y constata el fracaso del clásico catalanismo burgués nacionalista ante una izquierda independentista.
Todas las formaciones han perdido en estas elecciones, salvo Ciutadans. Entre ellos hay que destacar a Podemos, que se desinfla a pasos agigantados como alternativa en toda España. Pero sin duda el gran derrotado es el PP que sólo conserva 350.000 votos en Cataluña, lo que se antoja muy escaso para un partido que pretende mantenerse en el gobierno de toda España. Dentro de tres meses habrá unas unas elecciones generales que ya han quedado marcadas por su sabor catalán.

viernes, 25 de septiembre de 2015

La nación foral



El lehendakari Iñigo Urkullu lanzó ayer en el Parlamento vasco el concepto reivindicativo que va a presidir la estrategia del PNV en sus relaciones con el Estado español. A diferencia de Artur Mas cuyo objetivo es forzar la independencia de Cataluña, soslayando la Constitución española, el presidente del Gobierno vasco pretende alcanzar un nuevo estatus con el Estado, caracterizado por la bilateralidad y el confederalismo. Y para ello, quiere apoyarse en la propia Constitución de 1978.

Las estrategias de Mas y Urkullu no pueden ser, pues, más divergentes. Mientras el presidente de la Generalitat huye de la legalidad, el lehendakari pretende en su singladura no salirse de ella para transformarla.

La base de la concepción de Urkullu radica en un relevante hecho: la Constitución de 1978 es la única de todas las cartas magnas de las que ha gozado España que reconoce la singularidad foral. Esos son los derechos históricos que invoca el lehendakari, unos derechos a los que el nacionalismo de raíz sabiniana considera preexistentes al propio régimen constitucional español iniciado en el siglo XIX, además del legado de una pretendida soberania originaria vasca.

Pero, insisto, Urkullu pretende engarzar su reivindicación en la Constitución de 1978 con lo que muestra un intachable perfil de respeto a la legalidad vigente en su estrategia. La carta magna existente hoy en día en España reconoce la foralidad de Álava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya. E inserta su actualización en el propio marco constitucional y en los esttautos que la han desarrollado: el Estatuto de Guernica y la Ley de Amejoramiento de Navarra.

El nacionalismo vasco, desde su aparición en la última dëcada del siglo XIX, hace tan solo ciento veiniticinco años, pretendió trascender la realidad provincial de los fueros en busca de la construcción de Euskadi. En esa labor hubo un estadio regional, cuya primera experiencia fue en la Segunda República y cuya plasmación plenamente confirmada se vive hoy en día. Ahora, Urkullu pretende alcanzar ahora un escalón superior: la nación foral, cuyas raíces fueron originariamente provinciales, como demuestra el poder que aún comservan las diputaciones vascas y el hecho, maldito para el nacionalismo, de la defección de Navarra, cuestión que en las últimas elecciones se ha puesto en entredicho.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Paz y Justicia

El acuerdo sobre Justicia alcanzado entre el presidente colombiano Juan Manuel Santos y el líder de la guerrilla más antigua de sudamérica Rodrigo Londoño, Timochenko, es el quinto pacto entre los dos actores políticos y supone un avance significativo en el proceso de paz que tienen que cerrar definitivamente antes del 23 de marzo de 2016. De lograrse, se abrirá la posibilidad de concluir una guerra de más de medio siglo que ha ocasionado 220.000 muertes.

El Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ya habían cerrado las negociaciones sobre la reforma agraria- origen del conflicto-, participación política de la guerrilla en el entramado político e institucional colombiano, erradicación del narcotráfico y de los cultivos ilícitos; y reparación a las víctimas.

Ahora, se ha anunciado el más delicado de todos, el referido a la articulación de la Justicia y las consiguientes responsabilidades de los participantes en el conflicto. El acuerdo ofrece un sistema jurídico basado más que en el castigo, en la verdad y el reconocimiento del daño inferido. Y ahí es donde presenta más sombras y dudas, en la medida en que lo más complicado es casar la Paz y la Justicia.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Derrota, pero no final

La nueva operación contra ETA ha permitido la detención de los dos últimos responsables de la banda: el pamplonica David Pla Martín, el típico producto etarra fogueado en la organización juvenil Jarrai, y la irundarra Iratxe Sorzabal Diez, con experiencia en matar tras su paso por diversos comandos de la organización a la par que también desempeñó la portavocía de las Gestoras Proamnistía, la estructura dependiente de ETA destinada a alimentar el señuelo de una rápida excarcelación de sus presos.

Sin duda, que la actuación de la Guardia Civil, operación bautizada con el significativo nombre de Pardines, la primera víctima mortal de ETA constatada, supone la certificación de la derrota sin paliativos de la banda terrorista. Simbolizaría la letra Omega, mientras que la Alfa fue aquel tiro gratuito en el ya lejano 1968 contra un agente de la agrupación de tráfico que tan solo pretendía comprobar el bastidor de un coche. En medio 47 años de violencia y desolación.

Pero considerar la redada de ayer como el fin de ETA, tal como ha declarado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, puede denotar demasiado optimismo. Fundamentalmente porque aún queda libre Jose Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, más conocido como Josu Ternera, incorporado a la banda un par de años después del asesinato de José Antonio Pardines y dirigente de la misma durante muchas décadas. Tampoco ha sido detenido su hijo Egoitz, quien asegura la continuidad generacional de una organización con más de medio siglo de existencia, cuyos presupuestos ideológicos consideran que España colonizó el País Vasco (sic).

martes, 22 de septiembre de 2015

Occidente cambia el paso

Occidente ha cambiado el paso frente al régimen de Bachar el Asad, mientras Rusia ha mantenido sus posiciones sin variar ni un milímetro. Vladimir Putin no ha tenido nunca ningún reparo en apoyar desde el inicio de la guerra civil al sátrapa sirio. En cambio, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido denunciaron las violaciones de derechos humanos perpetrados por el régimen del partido Baaz, que propugna un socialismo laico árabe, pero que se apoya de hecho en la minoría chiíta Alauí para reprimir a la mayoría sunita. En consecuencia, Washington, Londres y París exigieron la destitución de Asad, pero ahora ante el auge logrado por el Ejército Islámico y otras guerrillas islamistas, han cambiado de opinión y empiezan a aceptar que Asad debe continuar al frente del poder en Damasco, al menos durante un cierto tiempo, en aras de propiciar una reconciliación nacional mediante gobiernos de unidad.

Entre una y otra postura se ha producido la mayor ola migratoria vivida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. La mayoría de los que llegan a Europa son sirios que huyen de la devastadora guerra que inunda ya gran parte de Oriente Próximo. Dicha conflagración se inició con los ataques norteamericanos a Afganistán, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, y se avivó con la invasión estadounidense a Irak para derrocar precisamente a otro régimen baazista.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Recta final

La campaña electoral de los decisivos comicios catalanes entra en su última semana con ventaja de los partidos independentistas en escaños, que no en votos, magro consuelo para las formaciones que aspiran a mantener a Cataluña dentro de España. El éxito de Junts pel Sí y de la CUP es inversamente proporcional al fracaso de Ciutadans, PSC y PP, e incluso de las formaciones descolgadas del proceso soberanista como UDC y la candidatura que une a ICV y a Podemos: Catalunya sí que es Pot.

El error de los partidos no independentistas radica en su incapacidad de convencer al electorado de la trascendencia de estas elecciones y movilizar al mayor número posible de eventuales votantes. Una parte sustancial de esa equivocación es responsabilidad de Mariano Rajoy quien ha reiterado hasta la extenuación que no hay peligro porque Cataluña nunca será independiente, cuando el mensaje debía haber sido el contrario: ¡Ojo, que en estas elecciones nos jugamos mucho, todos!

Sobre todo para haber roto la dialéctica que practica Artur Mas desde hace cuatro años consistente en pedir el voto para ser más fuerte en su pulso con el gobierno, de tal manera que habrá muchos catalanes que el próximo domingo voten a Junts pel Sí convencidos de que se trata de lograr una mejor posición de fuerza que a su vez se traduzca en un más beneficioso anclaje dentro de España -confederal-, que en un claro refrendo de la independencia.

Ese es el error: no haber respondido a la demagogia de Mas con llamamientos a la mayoría de edad de un electorado que se juega mucho. En definitiva, haber permitido que el nacionalismo monopolizase el lenguaje democrático, cuando en realidad la democracia está siempre en el Estado de Derecho.

viernes, 18 de septiembre de 2015

La FED da un respiro

La Reserva Federal norteamericana decidió ayer dar un respiro al resto del mundo y no subió los tipos de interés en Estados Unidos. La incertidumbre sobre China, su devastador impacto en los países emergentes y las dudas sobre la solidez de la recuperación europea aconsejaron a Janet Yellen, la presidenta de la FED, a posponer una decisión que tarde o temprano tomará.

El aplazamiento confirma la gravedad de la crisis económica mundial vivida, cuya profundidad queda explícita constatando que siete años después de la caída de Lehman Brothers, el principal banco central del planeta no se atreve aún a quitar los andamios puestos que evitaron el colapso financiero mundial.

Y debería mover a reflexión lo poco que se ha hecho -por no decir nada- para reformar un capitalismo, cuyos excesos llevaron al mundo al precipicio hace ahora siete años.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Segunda parte del partido



La recta final de la campaña electoral catalana se antoja aún más decisiva, si tenemos en cuenta que hasta el momento las formaciones independentistas han sabido aprovechar mejor el tiempo transcurrido. Lanzados por la Diada, han sabido imponer el dilema que quieren y dotar de plena sentimentalidad el sueño que buscan.

Los partidos no independentistas se han mostrado incapaces, al menos hasta ahora, de dotar de racionalidad al discurso político, pese a los apoyos de Obama, Cameron, Merkel y de la propia Unión Europea. Pero sobre todo han sido incapaces de transmitir a los millones de catalanes, cuyos problemas de identidad no son excluyentes, que se juegan mucho el 27 de septiembre. Tanto como abandonar España -su sistema de pensiones y de sanidad pública-  y la propia Unión Europea.

Ya solo queda la segunda parte del partido y la independencia gana. Se agota el tiempo,  pero la remontada, con cabeza, es posible.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Pendientes de la FED

La Reserva Federal de Estados Unidos (FED, en sus siglas en inglés) tomará entre hoy y mañana una decisión que se antoja clave para los siete mil millones de personas que habitamos el mundo. Mañana anunciará si sube los tipos de interés, poniendo fin a la política que ha mantenido a lo largo de los duros años de la crisis económica.

Si la FED decide echar a andar por ese camino lo hará respondiendo exclusivamente a los datos internos de la economía de Estados Unidos, aunque a medio plazo no pueda concretar si efectivamente redundará en beneficio para su país ante la globalización planetaria. Y ello es debido a las incertidumbres existentes en el resto de economías mundiales, que pueden terminar afectando a los propios Estados Unidos. Especialmente por China, un gigante cuyos pies de barro avisan de la fragilidad de la economía de un país donde viven mil doscientos millones de personas.

Las zozobras chinas han causado un ciclón entre los países emergentes, muchos de los cuales han visto como desaparecían en un santiamén las ventajas obtenidas en los últimos años. Por países emergentes hablamos de estados con poblaciones que juntas superan los dos mil millones de personas, como India, Brasil e Indonesia.

En Europa, la crisis china, al menos de momento, ha llegado en forma de vendaval, enfriando las expectativas de un crecimiento sostenido. Algo que afecta a los más de quinientos millones de sus habitantes.

Decisión, pues, crucial de la FED, que se tomará en Washington y que afectará al resto del mundo. Esa es la realidad. Lo demás son zarandajas, entre ellas el derecho a decidir, invocación con la que se engaña a los incautos de cualquier lugar del planeta.

martes, 15 de septiembre de 2015

Tres declaraciones

La primera de ellas hace referencia a lo dicho por Mireia Vehi, candidata de la CUP con opciones de convertirse en diputada en el Parlamento catalán. La representante de la izquierda nacionalista defendió la salida de Cataluña de la Unión Europea, planteamiento que por cierto recoge el programa electoral de la formación asamblearia.

La segunda es de Jeremy Corbyn, el recién elegido líder laborista británico y la esperanza de la una nueva izquierda europea más fiel a sus orígenes, quien ha abogado por permanecer en la UE "bajo cualquier circunstancia". Da gusto escuchar un discurso progresista coherente.

La tercera es de Artur Mas quien ha comparado a Pablo Iglesias, quien precisamente se identifica con Corbyn, con José María Aznar y ha divido el mundo entre independentistas y ultraderechistas. Se trata de una muestra más del reduccionismo binario de esa cortedad ideológica denominada nacionalismo.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Tiempo de estadistas

En los últimos cinco años, los griegos habrán votado en cinco ocasiones en unas elecciones generales -incluyendo las previstas para este próximo domingo- y una más en un referéndum, sonrojante hasta para los que lo convocaron. No puede decirse que Grecia no haya decidido su futuro. Los partidarios del denominado derecho a decidir difícilmente encontrarán otro ejemplo más logrado de concreción de sus postulados.

En efecto, los griegos se han hartado de votar, pero la situación del país sigue siendo crítica, algo que los comicios del próximo domingo puede que no ayuden a resolver, salvo que el fraccionamiento resultante obligue a los pactos. Los sondeos apuntan a que ningún partido -tampoco Syriza- logrará alcanzar la mayoría absoluta y eso que el sistema electoral otorga un relevante plus en escaños a la opción vencedora.

Alexis Tsipras parece haber dilapidado la ola de ilusión que le llevó al gobierno, mientras que la derecha griega aún no rentabiliza el desgaste del ya exprimer ministro. Probablemente será el momento de las alianzas, con el objetivo de mantener a Grecia en la Unión Europea. Y sin duda será el tiempo de los estadistas que gobiernen, tomando decisiones y olvidando la demagogia vivida.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Hay partido

A Chema Bermúdez, in memoriam.

La encuesta del CIS sobre las elecciones catalanas, previstas para el próximo día 27, deja una cosa muy clara: hay partido. El sondeo, efectuado entre 30 de agosto y el 4 de septiembre, muestra que a poco más de veinte días, la situación era muy reñida, lo que permite presuponer que hoy en día lo siga siendo. Por ello es tan relevante la campaña electoral que se ha iniciado hoy, por lo que está garantizada una mayor implicación de partidos y políticos, lo que debería conllevar, además, una alta participación ciudadana en aras de la propia democracia. Algo que el propio sondeo parece sugerir, cuando indica que un 77,5% de la población dice que acudirá a votar.

La encuesta muestra una vez más algo evidente, pero que no por ello conviene dejar de repetir: la pluralidad de la sociedad catalana, muy alejada del sueño romántico de aquellos que pretenden una nación monolítica. Pero, a la vez, aparecen datos más inquietantes, que apuntan a un mayor fraccionamiento de la sociedad, debido sin duda a la propia construcción nacional emprendida por los gobiernos de Artur Mas desde hace cuatro años.

El dato más relevante de los resultados del sondeo es que el independentismo pierde terreno, aunque mantiene la mayoría de escaños, que no de porcentaje de votos, quedando muy lejos del 50%, la condición sine qua non para que la que comunidad internacional democrática pueda prestar atención al soberanismo catalán. Convergència Democràtica de Catalunya y Esquerra Repubicana de Catalunya, que en las última elecciones, lograron 71 parlamentarios, verían reducida su presencia en al menos diez menos, lo que evidencia que la táctica de Mas de convocar continuamente elecciones no es nada acertada, al menos para su partido y en conjunto para las formaciones independentistas. En el análisis hecho, no se tiene en cuenta a Unió Democràtica de Catalunya, formación a la que el CIS condena a ser extraparlamentaria. Puede que el partido de Josep Antoni Duran i Lleida esté pagando haber permanecido tanto tiempo en el armario y no haber roto antes con la deriva de Mas, pero me resisto a pensar que finalmente no logrará algún escaño, máxime si tenemos en cuenta que debe haber voto oculto ante tanto resplandor soberanista.

En cualquier caso, los 61 escaños, que el CIS da como orquilla máxima a Junts pel Sí -la coalición electoral en la que CDC y ERC han incorporado a otros independentistas, como el excomunista Raül Romeva-, necesitan de otros siete parlamentarios para la mayoría absoluta. Y aquí merece hacerse especial hincapié en lo que sin duda es el dato más negativo del sondeo: la absoluta dependencia de Artur Mas para proseguir en su hoja de ruta independentista respecto a la asamblearia Candidatura d´Unitat Popular. El CIS otorga a la izquierda nacionalista hasta 8 escaños, cinco más que hace dos años. Juntos, todo el bloque independentista, superaría el listón de los 68 escaños, que marcan la mayoría absoluta. Es decir, Mas necesita de la CUP para continuar con el proceso soberanista y mantenerse en el poder. El dato no es baladí, en la medida en que en que si algo ha acreditado el actual presidente de la Generalitat es su capacidad funambulista para mantenerse en el poder, convenciendo a propios y extraños, incluidos aquellos, como la CUP, que podrían ser reacios a permitir que el ejecutor de los mayores recortes sociales habidos en Cataluña permanezca en el palau Sant Jordi.

La segunda formación en número de votos parece que será Ciutadans, a la que el CIS otorga hasta 20 escaños. Ciudadanos recibe así el premio por haberse posicionado claramente y sin complejos contra el soberanismo, lo que completa con una estrategia elctoral que admite sin tapujos la trascendencia de estos comicios, pidiendo el voto para impedir la salida de Cataluña de la Unión Europea. Todo ello puede convertir a la formación liderada a nivel nacional por Albert Rivera en el partido hegemónico del no independentismo. De hecho, su candidata a la Generalitat, Inés Arrimadas, pretende encabezar el frente que devuelva a Artur Mas a su casa, algo que de momento -a día de hoy- se antoja más como una intención que como un hecho factible.

Pisando los talones a Ciutadans está la candidatura Catalunya Sí que es Pot, que agrupa a Podemos, Iniciativa per Catalunya y otras agrupaciones de izquierda en una fórmula que se mostró enormemente atractiva en las municipales y que permitió a Ada Colau sentarse en el sillón de regidora de Barcelona. El CIS le otorga hasta 19 escaños, hasta cinco más de los que obtuvo Iniciativa en solitario en 2012. Datos que reflejan un ascenso, pero que muestran el techo del efecto Podemos. De hecho, la candidatura izquierdista ha sido incapaz de imponer en la precampaña el discurso social frente al planteamiento nacionalista de Artur Mas. De la capacidad de cambiar eso en las dos semanas restantes antes de los comicios dependerá que Podemos y compañía logren más escaños o vean reducidas aún más sus expectativas. Sin duda, que el demagógico derecho a decidir que llevan en su programa, es un lastre para reconvertir el debate hacia lo que de verdad interesa a la coalición izquierdista. A la par que hace más difícil que Arrimadas logre un apoyo suficiente para desbancar a Mas.

El CIS otorga al Partit dels Socialistes de Catalunya hasta 17 escaños, quedando muy lejos de sus mejores resultados históricos, cuando fue la formación mayoritaria catalana, pero Miquel Iceta parece haber detenido la sangría que llevaba al PSC a la extinción. La clave en la contención de la hemorragia ha sido la expulsión del partido de los soberanistas y la renuncia al derecho a la autodeterminación.

En último lugar aparece un PP con hasta 13 escaños, seis menos que hace dos años. Los populares catalanes pagan así la obediencia a la dirección nacional de su partido que ha preferido sumar en el resto de España de cara a las elecciones generales, sacrificando a los suyos en Cataluña.

Ese es el panorama, cuando quedan dieciséis días para unas trascendentales elecciones. El último dato relevante hace referencia a que hay en torno a un millón de electores que aún no ha decidido su voto. De ellos depende el resultado del partido, que se medirá por los escaños arriba o abajo de los 68 que marcan la mayoría absoluta. Hay, pues, partido. Depende de los catalanes, que ahora, como cada vez que han acudido a las urnas en los últimos cuarenta años, decidirán.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Sueños y pesadillas

Hoy les quiero llamar la atención sobre algo que hace un año estaba de máxima actualidad y que ya hemos empezado a olvidar. Se trata de la famosa prima de riesgo, que en los últimos meses ha vuelto a ascender hasta los 140 puntos, cuando llegó a bajar a noventa.

Gran parte de las razones de ese incremento, que pagamos todos los españoles, inciden en la incertidumbre que el proceso soberanista catalán siembra en los mercados. Hablo del presente, no de un hipotético futuro con un escenario independentista en Cataluña.

Me refiero a que las empresas españolas ya pagan más intereses para financiarse en los mercados de deuda. Y cuando hablo de empresas españolas, aludo tanto a una ubicada en Valverde del Camino, como a otra, con sede en Manresa. Y al hecho de que esas empresas, para subsistir, repercuten ese coste en la sociedad, ya sea mediante el encarecimiento de sus productos o despidiendo a sus trabajadores.

Con todo ello, les quiero explicar que más allá del coste que tendría la independencia de Cataluña, el mero proceso soberanista ya está teniendo una penalización indudable para todos los ciudadanos. Porque lo sueños de unos son la pesadilla de otros.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Vuelve el vascoiberismo

El estudio aparecido en la prestigiosa revista científica PNAS por unos investigadores genetistas amenaza con propiciar ríos de tinta, como siempre ocurre cuando la cuestión nacionalista anda en juego. Según las conclusiones del citado estudio, los agricultores que vivieron en Atapuerca hace entre 3.500 y 5.000 años tienen similitudes genéticas con los vascos actuales.

Más allá de los titulares aparecidos en la Prensa, que inciden en que los vascos no serían tan antiguos como se pensaba al no descender de las poblaciones mesolíticas -anteriores a la agricultura-que recorrían la cornisa cantábrica hace más de diez mil años, lo verdaderamente importante es la conexión que se establece entre poblaciones asentadas cinco mil años después en la meseta ibérica con la población vasca contemporánea.

Los firmantes del estudio no entran en cuestiones de lenguaje, lógicamente, en la medida en que los análisis genéticos nada pueden decir sobre las lenguas que hablan las poblaciones. Pero se puede deducir, dentro de parámetros lógicos, una cierta conexión, basada en una serie de hechos indubitables. Los descendientes de aquellos agricultores hablaban tres mil años después el íbero, mientras que los antecesores de los vascos de hoy tenían como lengua hace unos tres mil años el llamado proto-euskara, también conocido como aquitano, por haberse encontrado evidencias de aquel en aquella región del suroeste francés. Es decir, no sería muy descabellado presuponer, indiciariamente al menos, algún vínculo entre el íbero y el proto-euskara.

Reviviría así la vieja tesis denominada vascoiberismo, que tan en boga estuvo en los siglos XVIII y XIX -por tanto anterior a la aparición del nacionalismo vasco-, que incidía en destacar que los vascos serían los últimos íberos que habrían mantenido su pureza frente a las invasiones de romanos y musulmanes. Cuando el mundo contemporáneo alumbró el nacionalismo, ese planteamiento se tradujo en que los vascos eran los primigenios españoles supervivientes.

Pero que no tiemblen los nacionalistas vascos ni alcen el grito de victoria los nacionalistas españoles, que todo tiene sus matices y recovecos. La existencia de concomitancias entre los pobladores de la hoy burgalesa Atapuerca y los vascos puede alimentar los sueños de la gran Euskadi. Recordemos que fue la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País la primera en intentar trascender el marco provincial vasco proponiendo el "irurac-bat", la tres son una. Los éuskaros navarros la ampliaron al "laurak-bat", las cuatro son una. Y fue Sabino Arana Goiri quien dió el salto sobre los Pirineos hablando del "zazpiak-bat", las siete son una.

Ahora, el estudio genético que establece conexiones entre los vascos y las poblaciones que hace 5.000 años habitaron Atapuerca recuerda los escritos de Manuel de Irujo, uno de los grandes dirigentes del PNV durante el exilio que dedicó muchos de sus escritos a hablar de las zonas limítrofes donde él apreciaba influencias vascas. El que fuera ministro de la Segunda República y senador por Navarra en las primeras elecciones democráticas tras la dictadura franquista citaba expresamente Atapuerca, donde establecía el árbol Malato, el límite de su anhelada gran Vasconia. Sus detractores le acusaron de pretender el "hamabostac-bat", las quince son una.

martes, 8 de septiembre de 2015

La inacción

El Ayuntamiento de Barcelona no se adherirá -de momento- a la Asociación de Municipios por la Independencia, AMI, que agrupa al 80% de las localidades catalanas, pero sólo que solo representa al 43% de la población. La corporación barcelonesa no reunió ayer los votos necesarios para ello, estipulados en la mayoría absoluta. La abstención de Barcelona en Comú, la coalición de Ada Colau, impidió que los independentistas superaran ese listón.

La alcaldesa Colau ofreció dos argumentos del sentido de su voto. El primero, incidía en el carácter instrumental de la AMI en manos de Convergència Democràtica de Catalunya, el partido presidido ahora por Artur Mas y que fue fundado por Jordi Pujol, alguien investigado por la Justicia por asuntos económicos. Para Colau, la AMI es una asociación conservadora, alejada de los planteamientos sociales que defienden Podemos y las otras organizaciones que componen Barcelona en Comù.

El segundo, refleja algo cada día más común en la política: la inacción. La regidora de Barcelona considera que la decisión sobre si Barcelona debe encuadrarse en la asociación independentista corresponde a los vecinos de la ciudad, no a sus representantes. Tal planteamiento nace de la desconfianza de determinadas posiciones izquierdistas, usualmente extremas, contra la democracia representativa, cuya máxima expresión son los parlamentos. Para Ada Colau y los que piensa como ella, la verdadera democracia es la asamblearia, convirtiendo al derecho a decidir en el tótem al que la contemporaneidad debe rendir culto.

Aducen que hoy en día, gracias a las nuevas tecnologías, es relativamente sencillo lograr que los afectados por un problema decidan sobre su solución. Sin embargo, en la práctica al final los que participan en estas consultas suelen ser una minoría muy activa, que además dispone del suficiente tiempo libre para ello, y que termina imponiendo sus decisiones. Eso, hace cuarenta años, que también existía el asamblearismo, se llamaba leninismo y se conceptualizaba como la vanguardia que tiraba del pueblo, aunque fuera en una dirección no querida por el propio pueblo.

La denostada democracia representativa evita éste problema. Los representantes, democráticamente elegidos, toman las decisiones oportunas y cada cierto tiempo deben pasar una reválida ante todos los ciudadanos que deciden si les prorrogan o no su mandato.

Como todo en la vida, presenta sus ventajas y desventajas. Sin embargo, la opción menos útil es tener representantes democráticos que no creen en su representatividad, delegan sus poderes en las vanguardias autoconstituidas y condenan de momento a sus gobernados a la inacción.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Estrategia equivocada

La estrategia que Mariano Rajoy emplea con respecto a las elecciones catalanas no me parece my afortunada, por no decir que es contraproducente. De entrada es un error cambiar el funcionamiento del Tribunal Constitucional cuando nos encontramos inmersos en una pre-campaña electoral tan relevante, porque esa decisión tendrá un efecto bumerán, creando rechazo y atrayendo a más de un tibio hacia el tajante independentismo.

Tampoco es acertado basar la campaña en el mensaje de que aquí no va a pasar nada, tranquilizando a los catalanes reacios a la independencia, como si fueran niños que hay que consolar. Creo que sería más acertado hacer exactamente lo contrario y concienciar a los catalanes que aquí sí puede pasar mucho, incluso que pueden terminar viéndose fuera de Europa. La campaña debería incidir en la tremenda relevancia que van a tener estas elecciones. Si en democracia, todos los comicios son importantes, el que se celebrará el 27 de septiembre lo será aún más en la medida en que supone una grandísima oportunidad para cerrar el paso a los que quieren modificar el marco de convivencia aun sin ser respaldados por la mayoría de los catalanes.