Al final de la escapada (II)

Misión imposible. Representación. Enfriamiento de posibilidades....Son algunas de las expresiones utilizadas por los periódicos para resumir el intento de Pedro Sánchez, tras entrevistarse ayer con Pablo Iglesias. 

Me quedo con la que publiqué ayer en este blog: Al final de la escapada. Una expresión que permite visualizar que el líder socialista sabe desde la noche del 20 de diciembre, día de las elecciones, que la estrategia elegida le llevaría a un callejón sin salida. No obstante, es explicable  que lo intentara. Sobre todo para aplazar el momento en que su puesto como secretario general será abiertamente cuestionado en el seno del PSOE.

Nada más conocerse los resultados electorales, solo había dos opciones realistas para formar gobierno: un acuerdo entre los cuatro partidos más votados, circunstancia de muy difícil concreción, o la más factible un acuerdo entre la primera, segunda y cuarta formación. Todo lo demás era atender otros intereses alejados de los que debe tener un estadista.

Al final de la escapada

La entrevista de hoy entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ha suscitado todo tipo de Interpretaciones. Entre ellas, las de quienes ven el preludio del acuerdo de un gobierno de izquierdas a aquellos que siguen constatandi las enormes diferencias entre una y otra formación.  Sin duda que la renuncia del líder de Podemos a formar parte como vicepresidente del ejecutivo resultante allana el camino del secretario general socialista. Pero también es verdad, que pretender casar el programa de Ciudadanos con el de Podemos se antoja complicado.

El próximo mes saldremos de dudas. A día de hoy, lo más verosímil es que estamos al final de la escapada de Sánchez.

Europa frente al terror

La actuación de las instituciones belgas tras los atentados yihadistas de la semana pasada ha dado una mala impresión a todos los conciudadanos europeos. La policía del país ha acumulado despropósitos antes y después de unos crímenes que ya le han costado la vida a 35 personas. La liberación del que había considerado como principal sospechoso, Fayçal Chefflou, ha sido el último episodio de una pésima investigación.

Más allá de la gravedad de estos detalles, la sensación transmitida incide en algo más relevante: la incapacidad de unas instituciones, insertas en el corazón de Europa, de hacer frente a la amenaza real y tangible que es el terrorismo islamista. Algo de lo que, además, se aprovecha la extrema derecha racista, como también hemos tenido ocasión de ver

Tanto uno como otro son los retos a los que hacer frente. 

Matanzas

El tradicional comunicado de ETA cada domingo de Resurrección, en el que el nacionalismo vasco celebra el Aberri Eguna, el Día de la Patria Vasca, ha logrado una mayor notoriedad que los conseguidos en los últimos años. Sin duda que ello ha sido debido a los intentos de la banda por diferenciarse del terrorismo islamista, algo que persigue a ETA desde que en 2001, las Torres Gemelas se desplomaron.

El terrorismo como instrumento ideológico quedó completamente desacreditado aquel 11 de septiembre cuando todo el mundo vio como morían miles de personas en nombre de un planteamiento teocrático. Hubo ya analistas que anunciaron que la desacreditación de los terroristas afectaría hasta a la propia ETA, ayudando en el camino de la renuncia a la violencia armada.

Tal hecho fue acusado por la banda, hasta el punto que el comunicado de ayer revela cuánto, al distanciarse de los atentados islamistas de Bruselas de la semana pasada: "Los revolucionarios no podemos aceptar matanzas así, que tienen como objetivos a simples ciudadanos".

Y lo dicen los responsables del atentado de Hipercor, del de la calle Correo, del atentado de Barajas y de tantas otras matanzas. No, no es un problema de desmemoria, lo es de anteojeras. Las que se colocaron hace muchos años y les impide ver la realidad.

Comunidades trasnacionales

Los medios de comunicación han destacado en sus titulares sobre los últimos datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística que la emigración de españoles no solo no cesa, sino que se incrementa. Así, habría habido un aumento del 5,6% con respectos al año pasado, afectando esa migración ya a 2.305.030 connacionales.

Sin embargo, una lectura sosegada de los datos obliga a una matización relevante de ello y a un concepto que deberíamos ir aprendiendo: comunidad trasnacional. 

De entrada, la mayoría de los nuevos emigrantes habidos regresan a sus países de origen. Se trata de personas que migran por segunda vez. Llegaron a España cuando el boom económico y ahora regresan a sus países de origen, fundamentalmente sudamericanos. También hay un relevante número de aquellos a la que la ley de Memoria Histórica concedió la nacionalidad, siendo hijos de exiliados españoles. La crisis económica vivida en España y que tan negativas consecuencias trajo al talento joven sería, pues, solo el tercer factor del incremento migratorio.

Los dos primeros casos, pero también el tercero, muestran la consolidación de nuevas identidades múltiples, que se califican como comunidades trasnacionales. En un mundo cada vez más globalizado asistiremos al incremento de este fenómeno, en el que muchos no encuentran acomodo en los estrechos parámetros nacionalistas. Tampoco en los caducos Estados-nación. Un nuevo mundo, que no solo presenta perfiles negativos. También los hay positivos: la esperanza de que la humanidad supere el nacionalismo.

Legalidad internacional

El kirchnerismo se diluye a pasos agigantados. El nuevo presidente argentino, Mauricio Macri, ha conseguido el apoyo del Congreso para pactar con los fondos buitres. Pese a estar en minoría en el órgano legislativo, el nuevo mandatario logró 165 votos a favor y sólo 86 en contra. La supuesta mayoría peronista de la Cámara se desintegró, ayudando así a cerrar uno de los asuntos mas demagógicos de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.

Legalidad internacional

La historia de los fondos buitres sufridos por Argentina es muy similar a la de cualquier otro país que se ve envuelto en manos de estos productos de capital riesgo, prototípicos del capitalismo. La grave crisis vivida por el país en 2001 le hizo entrar en una espiral de la que se beneficiaron tales fondos. La respuesta del kirchnerismo fue el impago, lo que convirtió a Argentina en un país apestado en el concierto internacional.

En definitiva, la injusticia no avala saltarse las normas y menos acabar con la seguridad jurídica que rige el mundo globalizado  Por eso, la decisión del Congreso argentino es la acertada. Con ella, Buenos Aires cierra un doloroso pasado y reconoce la deuda por muy injusta que fuese. 

Los diputados Kirchneristas más acérrimos se opusieron hasta el final y exhibieron banderas argentinas, haciendo gala de su nacionalismo. Pura demagogia ante el unico camino posible: aceptar la legalidad internacional.

Centralismo democrático

Pablo Iglesias ha recurrido al estalinismo, que formuló aquel brillante eufemismo denominado centralismo democrático, para fulminar al número tres de Podemos, el responsable de organización, Sergio Pascual.

Ha sido la cabeza ofrendada ante la crisis que sacude Podemos desde las elecciones generales. Pero, Iglesias no debería engañarse, pensando  que con esa cirugía ataja el problema. Éste es mucho más profundo y afecta a varias variables.

Podemos debe decidir su actuación entre una línea posibilista y otra purista. Y sobre todo debe aclarar su modelo territorial. Ahí es donde presenta la formación emergente su talón de Aquiles.

Son difícilmente conciliables sus pactos en diversas regiones con entidades nacionalistas y la práctica marxista de un único proletariado. Stalin lo logró unificando nacionalidades mediante la introducción en todas ellas del mismo Partido Comunista. Es decir, era el partido el que cohesionaba al Estado, unificando y sacrificando la diversidad en nombre de la Revolución.

El comunicado de ayer de Podemos, en el que Iglesias advertía que no podía haber corrientes ni facciones en la formación, pretende basicamente lo mismo. Pero para su aplicación necesita imponerse a sus aliados nacionalistas. Eso era el centralismo democrático.

Rusia retira sus tropas de Siria

El presidente ruso accedió ayer a ordenar la retirada del grueso se las tropas rusas en Siria, después de haber logrado sus objetivos de asentar de nuevo al régimen despótico de Bachar el Asad.

Con su intervención directa en la guerra civil siria, iniciada hace tres meses, Rusia aumentó su enfrentamiento con Turquia, país con el que mantiene una dura partida de ajedrez en torno al Càucaso y al Mar Negro desde hace siglos. Esa rivalidad ha llevado al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a incrementar su ayuda a los yihadistas islamistas contrarios al Asad.

Mientras que la aviación rusa ha debilitado al Califato Islámico de una manera que ni Estados Unidos, ni por supuesto Europa, había sido capaz de hacer, Ankara apoyaba a los islamistas. Una Turquía que, conviene no olvidar, es aliada de Washington, además de cortejada por la Unión Europea para que le haga de guardiàn de la frontera e impida que los sirios que huyen de la guerra alcancen sus fronteras.

Otra lectura de las elecciones alemanas

La primera valoración de los resultados de las elecciones regionales alemanas, en las que estaban en juego tres "lander", argumenta el revés sufrido por Angela Merkel, dirigente de los democristianos, en las urnas, debido a la oposición a la política de asilo de los refugiados sirios. Es decir, la lectura que se ha hecho incide en ligar el castigo electoral infligido a Merkel con una política inmigratoria solidaria con aquellos que sufren la guerra civil en numerosos puntos del Oriente Próximo.

Sin embargo, tal visión es al menos matizable, cuando no desmentible. Es cierto que en las tres regiones, los ultraderechistas de Alternativa para Alemania, una formación articulada en torno al rechazo a los migrantes han conseguido significativos niveles de voto, pero sólo en uno de ellos, el de Sajonia-Anhalt, han superado el veinte por ciento de las papeletas. Y lo han logrado en uno de los "lander" más pobres de Alemania, en una región de la antigua Alemania Democrática, donde la unificación no trajo el sueño esperado a sus habitantes, que sufrieron y mucho con la desaparición del paternal, aunque fuera incapaz, Estado comunista.

En las otras dos regiones, el nivel de voto de AfD se ha situado entre el 12 y el 15 por ciento, lo cual no quiere decir que no sea significativo, pero relativiza el avance de la ultraderecha. Baden-Wurtemberg y Renania-Palatinado forman parte del sur rico de Alemania, donde precisamente la unificación vino muy bien, permitiendo a sus empresas ampliar su comercio y llegando a más potenciales consumidores. 

De todo ello se extrae que el voto xenófobo y populista de AfD donde realmente cala es en la Alemania más desfavorecida. Son los alemanes empobrecidos, los que ven al emigrante como un serio competidor, los más susceptibles de apoyar a la nueva formación. No en balde, es en Sajonia donde más actos violentos contra migrantes se han producido, con quemas de asilos, que recuerdan los progromos de la primera mitad del siglo XX, que tanto hicieron por el ascenso del nazismo. 

Antes hubiera sido mejor

Mario Draghi sacó ayer toda la artillería para insuflar vida a una moribunda economía europea atrapada en un bajo crecimiento y en la deflación, negada durante tanto tiempo.

Las medidas adoptadas por el Banco Central Europeo evidencian la pésima situación económica, lastrada además por una pavorosa deuda, pública y privada. Por ello, es incomprensible no haberlo hecho antes. 

Nos hubiéramos ahorrado mucho sufrimiento.

La crisis de Podemos

La crisis que vive Podemos era previsible. Incluso, con perfiles más graves, lo cual no quiere decir que la formación emergente esté comdenada a desaparecer. No, aunque debería cohesionar sus planteamientos ideológicos.

En primer lugar, no debe confundir radicalidad con irresponsabilidad. Se pueden mantener postulados innovadores sin caer en una frontal descalificación como no supo hacer Pablo Iglesias en la fallida investidura de Pedro Sánchez. En ese sentido, el sector que parece encabezar Errejón muestra un posibilismo que a la izquierda, pero también a la derecha, le viene bien, máxime en un mundo en el que la creciente globalización arrinconará aún más a las ideologías.

En segundo lugar, el sector antisistema de Podemos debe aceptar la realidad, sin dejar de propugnar su reforma, como hizo históricamente la izquierda.

Y en tercer lugar, pero probablemente la más importante, la formación emergente debe aclarar en Galicia, País Vasco, Cataluña y Valencia si es una formación de izquierda o nacionalista. Porque, pese a demagogias, la única patria de los desposeídos sólo puede ser la internacional.

Dato descorazonador

A los españoles no les preocupa nada el drama de los refugiados que llegan a miles a Europa, huyendo de las guerras de oriente próximo. Asì lo acredita el Cento de Investigaciones Sociológicas en su último barómetro.

El dato es descorazonador. No solo por la escasa sensibilidad ante un terrible problema humano, sino sobre todo por la concepción que se deriva de ello, al creer que en el mundo actual uno está aislado en cada Estado. Craso error no ser conscientes del mundo globalizado.

Mejor recordar

El gobierno de Matteo Renzi acaba de darnos otra lección. Mientras que aquí, en España, andamos a vueltas con el callejero, elaborando listas, borrando y enmendando nuestro pasado, en Italia han decidido crear un centro de estudios sobre Benito Mussolini, el dictador fascista que gobernó Italia en la década de los treinta.

Aquí seguimos sin aceptar nuestro pasado y pretendemos que no se recuerde. Por eso quitamos nombres de calles, en un estúpido intento de edulcorar lo vivido. En Italia, dedican esfuerzo y dinero en recordar como fue el cruel pasado. Sin ambages. Admitiendo que el fascismo tuvo un enorme respaldo popular. También el franquismo. Aceptémoslo, aunque nos duela. Y recordémoslo. Sobre todo para que no se vuelva a repetir.

Pagar al guardián de la frontera

Hoy la Unión Europea pondrá precio a la labor sucia que hará Turquía para impedir que las oleadas de refugiados de Oriente Próximo que huyen de la guerra civil siria sigan llegando al primer mundo.  No importará que Ankara esté gobernada por los islamistas y que su presidente Erdogan haga cada vez más ostentación de autoritarismo, cerrando periódicos críticos y metiendo en la cárcel a los que se oponen a su régimen, por no contar la brutal represión emprendida contra la minoría kurda.

Esos detalles no parecen suscitar un sentimentalismo en la vieja Europa capaz de poner en cuestión que nuestros dirigentes paguen a terceros la labor de guardíán de la frontera. En cambio, sí ocurrió cuando la trágica fotografía de un niño ahogado en una playa removió todas las conciencias. 

Debe ser que nuestro sentimentalismo es selectivo y se mueve por complejas asociaciones, facilmente manipulables por otro lado. Por ello, no estaría de más soslayar tanto sentimentalismo, alejarse de sus convulsiones y procurar ser más racionales.

Y ahí la clave está en articular una política europea de inmigración, sin que ningún estado de la UE pueda alegar ningún pretendido derecho de autodeterminación para poder ser insolidario.

Nos jugamos mucho en ello. Entre otras relevantes cuestiones, la propia continuidad europea, el malhadado auge del populismo y la vuelta del terrible nacionalismo.

El día de la marmota

Esta tarde asistiremos al dìa de la marmota. De nuevo, Sánchez chocará con lo evidente. Rajoy constatará su soledad. Rivera lamentará haberse comprometido. E Iglesias volverá a ser un demagogo. ¡Que país!

A sus casas

A sus casas

Las posibilidades de celebrar unas nuevas elecciones se han incrementado tras el pleno parlamentario de ayer en el que Pedro Sánchez constató la evidencia. Mañana se volverá a repetir la situación y difícilmente se logará un acuerdo, sea cual sea, en los dos meses siguientes que hicieran innecesarios unos nuevos comicios.

Tampoco repetir las elecciones garantiza unos resultados más claros que los habidos el 20-D. Más o menos se volverán a dar unas cifras parecidas, independientemente de que haya algunos partidos que paguen más la indefinición vivida. Pero, en cualquier caso, el panorama seguirá dominado por la existencia de cuatro grandes formaciones, porque lo que parece fuera de dudas es que no vamos a volver al cómodo y útil bipartidismo.

Así que tras los nuevos comicios, los cuatro partidos deberán negociar para llegar a acuerdos. Sería muy beneficioso entonces que los personalismos se esfumaran. Por ello, no estaría de más que Rajoy y Sánchez se fueran a sus casas.

Contra el relativismo cultural

La Corte Penal Internacional juzgará el primer caso de destrucción de bienes culturales. En concreto, lo hará por la demolición efectuada por los islamistas en Mali de nueve mausoleos y una mezquita. 

Todos ellos fueron arrasados cuando los rigoristas entraron y ocuparon la ciudad de Tomboctú, imponiendo sus extremas creencias a la población, entre ellas, aquella que en nombre del monoteismo niega que los meros seres humanos puedan ser recordados con tumbas ostentosas.

No es la primera vez que unos islamistas hacen algo parecido. Ya lo hicieron hace siglos los wahabitas, origen del reino de Arabia Saudí, con la tumba de Mahoma. Ni siquiera el profeta podía aspirar a una distinción que solo es atribuible a Dios.

Antes en Arabia o en Mali, ahora en Siria, donde la mítica Palmira sufre la destrucción a manos del Califato Islámico. 

No solo es positivo que la justicia internacional persiga a estos destructores de la cultura, sino que ninguna concepción ideológica, filosófica e incluso religiosa debe dar cabida a la comprensión de tamaña actitud. Solo cabe la condena de quienes cometen esos crímenes y del relativismo cultural que pretende entender tales barbaridades.

Por el bien supremo

Creer en un bien supremo, al que todo debe supeditarse es harto peligroso. Infinidad de ocasiones ha habido en la historia de la humanidad. Vienen a cuento estas palabras por la decisión de Junts pel Sí y la CUP de forzar el procedimiento de ponencia conjunta en el Parlamento catalán reservado a las iniciativas conjuntas de todas las fuerzas políticas. El argumento debe ser que el bien supremo, la ansiada independencia, merece el sacrificio de los partidos no nacionalistas.

Después de las ideologías, se sacrificará a las personas. Por el idolatrado bien supremo.