viernes, 28 de abril de 2017

Más difícil

Para los independentistas catalanes era difícil meter más la pata que ya lo había hecho Lluís Llach. Sin embargo, las últimas horas nos muestran que todo aquello en lo que interviene el ser humano es susceptible de empeorar. La imagen del dictador Nicolás Maduro con la estelada independentista es, sin duda, el mayor éxito posible para todos aquellos que apuestan por preservar España.

jueves, 27 de abril de 2017

Malos tiempos

¿A alguien le queda duda de lo que es el nacismo redivivo, después de ver las imágenes de la fábrica de Whirlpool y el entusiástico recibimiento a Marine Le Pen de sus obreros?

Que nadie se engañe: cuando los obreros, los más desfavorecidos, se convierten en nacionalistas por temor a bajar aún más en la escala social, el nacismo o el fascismo tienen abonado su campo. 

Malos tiempos.

miércoles, 26 de abril de 2017

La estaca

Lluís Llach, el más renombrado cantautor de la transición democrática, quien alentó en muchos la ilusión por una libertad que dejara atrás la represión franquista, ha sido siempre independentista catalán. A nadie le debería sorprender, pues, que defienda con ahínco sus ideales.

En cambio, sí los argumentos que ahora emplea. Actualmente, Llach es diputado regional y aboga sin ambages por la separación de Cataluña. Hace proselitismo por ello y en las conferencias que imparte ha mostrado tanto ardor por el proceso soberanista que no repara en nada. Debe entender que la independencia de Cataluña justifica todo. Incluso el sufrimiento de los que no son nacionalistas. Por ello, ha llegado a sentenciar:

"En el momento que tengamos la ley de transitoriedad jurídica, ello obligará a todos los funcionarios que trabajan y viven en Cataluña. El que no la cumpla será sancionado. Se lo tendrán que pensar muy bien. Muchos de ellos sufrirán".  La amenaza, incluso el palo, sobrevuela en la advertencia de quien hoy ostenta una representación institucional.

El gran éxito como músico de Llach fue L´estaca, todo un alegato contra la opresión, cuya traducción parcial al castellano ofrezco a continuación:

"¿No ves la estaca 
a la que estamos todos atados?
Si no conseguimos
liberarnos de ella
nunca podremos andar"

Aquella letra, indisolublemente ligada a una música excepcional que todavía resuena en nuestras cabezas,  insufló en muchos de mi generación una aspiración eterna por la libertad, radicalmente en contra de cualquier tiranía que nos hiciera sufrir.

Pues, eso. La contradicción, en términos absolutos.

Es tremendo el ser humano.



martes, 25 de abril de 2017

Mirarse en el espejo

Las elecciones francesas están motivando la reflexión en la izquierda española. Y más lo deberían hacer. Lo digo en el sentido de la inviabilidad de una propuesta radical dentro del PSOE, línea de la que se enorgullece Pedro Sánchez, y que difícilmente llevará al partido a La Moncloa. Sólo desde una posición de izquierdas que no cree rechazo o recelos entre el cada vez más abundante caladero de votos de centro, propio de sociedades desarrolladas y desideologizadas, se puede llegar democráticamente al poder en un Estado de Derecho y parlamentario.

Mayor madurez debería tener Podemos y extraer del caso francés la única recomendación posible: ayudar a frenar la xenofobia. Sin embargo, la nueva izquierda, representada por la formación emergente, se ha visto deslumbrada por el nacionalismo, olvidándose del internacionalismo de sus fundadores. De ahí, esos desvaríos ideológicos, como la defensa del derecho de autodeterminación. O la demagogia de la democracia directa. Jean-Luc Melenchón es el único de los candidatos derrotados que no ha dado su apoyo al centrista Emmanuel Macron. Eso sí, ha anunciando un referéndum entre sus bases para que se pronuncien, priorizando su visceral repulsa a un candidato liberal, aunque eso termine llevando al poder a Marine Le Pen

La frivolidad de tal propuesta no es disculpable. Si Le Pen logra atraerse el voto de los seguidores de Melinchon, con el que coincide en su nacionalismo anti-europeo, podría situarse en los catorce millones de votos, a tan solo cuatro del bloque que sumarán el centro, la derecha y la izquierda clásica. Afortunadamente, insuficientes, pero reflejadores del gravísimo problema existente en Francia, que, pese a la corta mirada de los nacionalistas, nos afecta a todos los europeos.

lunes, 24 de abril de 2017

Profundo y perturbador cataclismo

La satisfacción indisimulada con la victoria de Emmanuel Macron en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, no debe esconder el profundo cataclismo vivido en Francia, donde las dos fuerzas constitutivas de la V República, gaullistas y socialistas, han quedado laminadas en la competición que designará al todopoderoso inquilino de El Elíseo.  La residencia presidencial será ocupada por el candidato centrista o por Marine Le Pen, la dirigente del Frente Nacional, que pese a colarse en la segunda vuelta no ha logrado reeditar el éxito de las pasadas elecciones al Parlamento Europeo, donde su formación fue la más votada de Francia.

El liderazgo de Marine Le Pen en el Frente Nacional se ha caracterizado por marcar distancias con el ejercido por su padre, el exlegionario Jean-Marie, que fracasó en 2002 ante Jacques Chirac en la segunda vuelta de las presidenciales. Así, la dirigente ha huido de la etiqueta de extrema derecha atribuida a su formación, presentándose como la candidata del pueblo con un ideario xenófobo y nacionalista. Un populismo que culpa a la Unión Europea de muchos de los males de Francia.

Las posibilidades de que gane en la carrera presidencial son remotas, ya que al igual que sucedió con su padre, el resto de candidatos se unirán en un cordón sanitario frente a ella. Así, lo anunciaron anoche mismo los derrotados candidatos gaullista y socialista. François Fillon, quien despreció el Estado de Derecho y ligó su destino a lo que los franceses votaran, ha tenido la suerte merecida y se ha convertido en el primer líder de la derecha francesa que no competirá en la segunda vuelta de unas elecciones presidenciales. Tamaño fracaso tiene mucho que ver con las sospechas de corrupción que han recaído sobre él, después de retribuir con dinero público a su esposa, simulando un empleo que pudo ser ficticio. Fillon, el heredero de una tradición política consustancial a la Francia contemporánea, ha terminado representando a una odiada elite enriquecida, mientras la crisis económica golpeaba inmisericorde a los más desfavorecidos. Su descalabro es la victoria del dégagisme, un grito antioligárquico que en nuestro país fue enarbolado por el 15-M y que se podría sintetizar en un: ¡Que se vayan!

Mayor debacle ha protagonizado el candidato socialista, que ha hundido a su partido hasta extremos insospechados, hasta un magro 6% del voto. Benoit Hamon, el rebelde triunfador de las primarias socialistas frente al aparato y al moderado Manuel Valls, impuso un giro izquierdista al partido, convencido de que así recuperaría éste el ascendiente sobre los desfavorecidos. Craso error, porque ese espacio estaba ya ocupado por el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, candidato de Francia Insumisa, formación que presenta similares rasgos que Syriza o Podemos. De hecho, el líder izquierdista recibió en la campaña la visita y el apoyo de Pablo Iglesias. A la hora de elegir entre Mélenchon y Hamon, los electores han preferido, obviamente, el original a la copia.

El dirigente de ese movimiento de contestación ha logrado un 18% de votos, convirtiendo a la formación que suscita las esperanzas de los más desfavorecidos en la cuarta fuerza electoral del país, tras los gaullistas. Mélenchon ha sido el único candidato derrotado que no ha mostrado su apoyo a Macron frente a Le Pen. Partidario de la democracia directa ha prometido un referéndum entre sus bases para que decidan si dan el voto definitivo al candidato centrista o a la dirigente del xenófobo Frente Nacional. Tal plebiscito será una buena ocasión para cuantificar cuánto izquierdista, muchos de ellos desengañados votantes socialistas, apoyan a una formación nacionalista. Hace ochenta años, en un país vecino, los defensores de tan extraño maridaje eran denominados nacional-socialistas. Sí, los nazis.

viernes, 21 de abril de 2017

Impúdicas lágrimas

Ya se que vivimos inmersos en la época del sentimentalismo, pero a mi lo de Esperanza Aguirre llorando ante las cámaras me pareció impúdico. Desde lo racional, rechazo que un político se ponga a hacer pucheros en defensa de su trayectoria pública. También, si es mujer. Y lo digo desde la indignación que me produce la desigualdad de género. 

Tampoco entiendo muy bien que la interpretación generalizada en los medios de comunicación haya sido que Aguirre se derrumbó, sin plantearse siquiera que también cabe la argucia, el ardid e incluso la artimaña.

En lo que sí coincido es con la opinión extendida de que Esperanza Aguirre no debe permanecer un minuto más en la política. Es más, hace años debía haber hecho mutis por el foro.

jueves, 20 de abril de 2017

Miserables

La detención de Ignacio González y el constatamiento de la podredumbre de corrupción del PP en la Comunidad de Madrid evidencia que la labor de regeneración moral de las elites políticas es una necesidad imperiosa de la sociedad española. Sin duda, que tal aserto no debe generalizarse y cabe reivindicar que existen políticos en este país íntegros. Pero también es verdad que la corrupción es una práctica extendida, que anida en las estructuras políticas, fundamentalmente en los partidos y en los ámbitos institucionales locales, en forma de clientelismo, como si el decimonónico caciquismo se perpetuase.

Dicho ésto cabe una mayor reflexión sobre el último caso destapado, el del Canal de Isabel II. La presidencia de tal entidad detentada por Ignacio González de 2003 a 2012 se caracterizó por los intentos de privatización de dicha institución, creada hace siglo y medio y uno de los mayores logros del liberalismo constitucional español. De repente, una empresa pública que había cubierto satisfactoriamente las necesidades de los madrileños y mejorado como nunca sus condiciones sanitarias, se planteó que fuese privatizada. 

Ahora hemos conocido los verdaderos motivos de aquella tentativa: el enriquecimiento de unos pocos que se lucraron mercadeando con algo tan básico en una sociedad como es el agua. Miserables.

miércoles, 19 de abril de 2017

Instrumental

En el debate suscitado tras la decisión de Theresa May de adelantar en tres años las elecciones británicas se han planteado diversas cuestiones, muchas de ellas interesantes, aunque echo en falta una mayor reflexión sobre un aspecto crucial que apenas ha sido tratado: el carácter instrumental que todos parecemos conferir a la política y en concreto a los comicios planteados.

La primera ministra del Reino Unido hace tal convocatoria para lograr una mayoría conservadora en el Parlamento más fiel a sus postulados de cara a negociar con la Unión Europea, tras los resultados del referéndum del Brexit. Por supuesto, que May ha escondido tal objetivo bajo los oropeles patrióticos, manifestando que el Reino Unido "necesita unas elecciones y las necesita ahora".

A pocos habrá engañado la mandataria, pero nadie como la primer ministra escocesa, Nicola Sturgeon, lo ha dicho más claro: May ha antepuesto los intereses del partido por delante de los del país. Eso mismo hizo David Cameron cuando convocó el referéndum del Brexit, cuyas consecuencias conocemos y padecemos todos.

Lo sorprendente es que la sociedad británica no parece que vaya a castigar a May en los próximos comicios por su descarada instrumentalización de la democracia. Decididamente, los ciudadanos de las sociedades occidentales debemos estar anestesiados.

martes, 18 de abril de 2017

Problemas post-referendos

Theresa May, la primer ministra británica, ha convocado elecciones anticipadas, tres años antes de cuando se debían producir. Aduce que así el gobierno resultante tendrá más fuerza para negociar con Bruselas la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Es decir, argumenta la nueva convocatoria de comicios por el resultado del referéndum del Brexit, un plebiscito que fue hecho por su predecesor David Cameron para conseguir aunar a su partido, el conservador.

Más allá del carácter impúdicamente instrumental de los referendos, éstos suelen crear más problemas que soluciones, como el caso británico atestigua. Otro ejemplo, lo tenemos estos días en Turquía, donde otro plebiscito ha consagrado a Erdogan como un autócrata, aunque eso suponga fracturar irremediablemente a su propio país. Por cierto, otro populista, Donald Trump, acaba de respaldar al sátrapa turco.

Ni Satanás hubiera imaginado un instrumento mejor para hundir a la Humanidad.

lunes, 17 de abril de 2017

Autocracia

El referéndum celebrado en Turquía permitirá a su impulsor, el presidente Recep Tayyip Erdogan, convertirse en un autócrata y poder perpetuarse en el poder hasta 2029. De alcanzar tal fecha, sumaría en el poder 26 años, como nadie ha logrado en la República turca.

Erdogan acumulará ahora a su cargo de presidente de la República, el del Gobierno. Su poder estará por encima del Parlamento y él mismo designará a los jueces del Tribunal Supremo, acabando con la división de poderes, base de todo sistema democrático y del Estado de Derecho.

Tal triunfo personal lo ha logrado mediante el instrumento más alabado de la democracia directa: el referéndum. Un plebiscito que ha acabado con la democracia turca.

viernes, 7 de abril de 2017

Represalia igualmente condenable

El ataque con misiles contra Siria por parte de Estados Unidos, en represalia al ataque químico del Régimen de Bachar el Assad, debería mover a reflexión. La utilización de gas sarín ha suscitado la condena internacional casi unánime contra Damasco y ha incrementado la repulsa emocional contra el dictador sirio.

Sin embargo, la respuesta de Washington no debería recibir aplauso alguno. Es más, es igualmente condenable. La actuación a modo de vengador justiciero, acorde con la moral calvinista, revela una profunda debilidad, aunque solo sea porque evidencia un comportamiento demasiado primario.

Además, supone una falta de respeto por el ordenamiento legal internacional. Siria es un Estado de pleno derecho de Naciones Unidas y como tal disfruta de unos beneficios, entre ellos el que cualquier disputa con ella debe ser resuelta según procedimientos reglados y no con la violencia, salvo que lo autorice el Consejo de Seguridad de la ONU, circunstancia que no se ha dado.

Y ahí es dónde está el problema. El desprecio absoluto de la nueva Administración norteamericana, desde que se instaló en la Presidencia Donald Trump, a la legalidad, al Estado de Derecho. No hay nada que justifique,saltarse el Derecho. ni siquiera el dolor ante las imágenes de esos niños asfixiados por gas sarín. 

Eso es algo que deben aprender los populismos y también todos aquellos que votan esas candidaturas. En América y, aquí, en Europa. La injusticia solo debe ser combatida con el  Derecho.

jueves, 6 de abril de 2017

Compañeros de cama

El Parlamento Europeo respaldó ayer la tesis de España sobre Gibraltar en la negociación del Brexit, consistente en que nuestro país goce de hecho de poder de veto ante cualquier propuesta británica. Lo hizo por una abrumadora mayoría de sus diputados. Entre los que se opusieron estuvieron los nacionalistas de la UKIP, liderados por el xenófobo Nigel Farage, y los nacionalistas catalanes.

Dicen que la política crea extraños compañeros de cama. Aunque, analizado fríamente, no son tan extraños. Tanto unos como otros son partidarios de levantar fronteras. Y si se reflexiona, se detectan concomitancias populistas en sus continuas referencias a las esencias de sus idolatrados pueblos.

miércoles, 5 de abril de 2017

Eso es lo que hay

Podemos y Esquerra Republicana de Catalunya impidieron ayer que el Congreso de los Diputados sacase adelante una declaración institucional sobre Venezuela, exigiendo la liberación de los presos políticos, recomendando el diálogo y exhortando a dirimir democráticamente las diferencias.

ERC será previsiblemente el partido que ocupe el gobierno de la Generalitat en la próxima legislatura desde donde continuará con su proyecto secesionista de Cataluña y Podemos tiene opciones de ser el principal partido de la oposición en las Cortes. 

Eso es lo que hay.

martes, 4 de abril de 2017

Dimisión tardía

Dimisión tardía

Al PP le ha costado Dios y ayuda para cortar la cabeza de Pedro Antonio Sánchez, quien hoy finalmente se ha rendido a la evidencia. Ahora su dimisión no será rentabilizada por un partido que ha vuelto a dar la imagen de no combatir la corrupción.

lunes, 3 de abril de 2017

Deterioro de la confianza

El llamamiento del gobierno español a Londres para mantener la calma sobre el asunto de Gibraltar es indicativo de cómo se ha deteriorado la confianza entre países que aún son formalmente socios comunitarios. En vez de ser un instrumento de solución de problemas, el referéndum del Brexit, como era previsible, ha potenciado las diferencias y exacerbado las rivalidades. La primera consecuencia de la celebración del plebiscito es, pues, negativa, como no podía ser de otra manera.

En los escasos nueve meses que han pasado desde el día de la votación, se han sucedido los desencuentros, se han aireado los desaires, se han pronunciado amenazas  e incluso se empieza a utilizar el lenguaje bélico. 

No creo que queden dudas sobre la capacidad del ser humano por complicar las situaciones. Tan solo es superada por su torpeza.