viernes, 21 de diciembre de 2018

La democracia, invocada

El bloque parlamentario que aupó a Pedro Sánchez a la Moncloa voto ayer a favor de mantener el actual sistema de elección de los vocales del Poder Judicial, un sistema que ha hecho posible la colonización de la Justicia por parte de los partidos políticos , como quedó evidenciado en la última crisis de renovación del Consejo General del Poder Judicial y como explicitó Ignacio Cosidó. Tales parlamentarios argumentan que tal forma de elección está legitimada democráticamente, incidiendo en el hecho de que el Congreso representa la soberanía popular. 


No deja de ser curioso que en los acometidas al Estado de derecho se invoque a la democracia.

viernes, 14 de diciembre de 2018

Donde estamos

El gobierno belga ha suscrito el pacto migratorio de la cumbre de Marraquech, pese a que la formación xenófoba flamenca NVA haya abandonado al ejecutivo y sumido a este en una crisis.

Lo apoyado por Bélgica, en contra de la principal formación nacionalista de Flandes, consiste en una declaración a favor de una emigración segura, ordenada y regular que afloje las tensiones del tercer mundo y permita sostener el estado de bienestar en el primero. A la cumbre de Marraquech, organizada por la ONU, han asistido delegados de 165 países de los 193 existentes en el planeta.

La aprobación de la citada declaración ha hecho que el NVA flamenco se descuelgue del gobierno. Por cierto, esa es la formación política que da cobertura a Puigdemont en Bélgica. 


Lo digo para que sepamos donde estamos.

jueves, 13 de diciembre de 2018

Trasvase de votos a favor de Vox

Un estudio sociológico, publicado el fin de semana en El País, sobre el voto de Vox en las recientes elecciones andaluzas confirma que el espectacular crecimiento de la formación ultraderechista se debe al trasvase de votantes del Partido Popular y de Ciudadanos. Se trataría, pues, de un reajuste en la derecha, ganando las opciones más radicales, en la senda de lo que ocurre en otros países europeos, donde la xenofobia gana peso, ante una visión agónica del viejo continente que sucumbe ante la inmigración.

Tal concepción parece imponerse entre muchos europeos sin que las bondades de recibir mano de obra barata que asegure nuestras pensiones se imponga en el debate. Extremo que no es nada nuevo. Ya ocurrió en la anterior época de entreguerras, donde dominó la opción más radical entre todas los planteamientos xenófobos: la nazi, una ideología nacida de la perversa imbricación de nacionalismo y socialismo. Por cierto, según el citado estudio, hasta un cuatro por ciento de tradicionales votantes socialistas habría cambiado su sufragio en favor de Vox.




martes, 11 de diciembre de 2018

Un instrumento nocivo

La libra se hunde y cotiza frente al dólar en su valor más bajo en los últimos veinte meses. La primera ministra pospone el debate parlamentario porque está convencida de que lo perdería, desatando una crisis de gobierno que abundaría en la ingobernabilidad de un parlamento sin claras mayorías. Ante ello, Theresa May pretende reabrir la negociación con la Unión Europea, contagiando al continente de incertidumbre. Mientras, la sociedad británica, fracturada, se manifiesta a favor y en contra del Brexit con igual vehemencia, presagiando el enfrentamiento.

Y todo ello por un referéndum, ganado por una ola nacionalista y convocado por un primer ministro que ambicionaba más poder. 


En el futuro, será difícil encontrar un ejemplo que muestre más nocivo a tal instrumento político. 

jueves, 6 de diciembre de 2018

No está todo perdido

Hoy, 6 de diciembre, cuadragésimo aniversario de la Consttución, veo con satisfacción que la mayoría de los partidos y de los periódicos, destacan más las bondades de la carta magna que su reforma. 


No está todo perdido.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Estulticia humana

Un referéndum celebrado en Kaliningrado impìde que el aeropuerto del enclave ruso reciba el nombre del filósofo Inmanuel Kant, el vecino más ilustre de toda su historia. Sin duda, se trata del último ejemplo de la estulticia humana.

Kant es el gran filósofo que alumbró el idealismo, cuyos presupuestos siguen configurando el mundo contemporáneo. Sin su pensamiento no se podría entender ni el Romanticismo, ni la época actual marcada por el subjetivismo,  que irrumpió hace un siglo con las Vanguardias artísticas, y en la que el nacionalismo ocupa un lugar tan desmedido, que incluso ha convertido al filósofo en una de sus víctimas.

Kant nació en 1724 en la ciudad de Königsberg perteneciente en aquellos momentos al reino de Prusia. Salvo un breve período de tiempo al finalizar aquel siglo en que fue conquistada por Rusia, la ciudad siguió en la órbita cultural germana y cuando se constituyó el Imperio alemán formó parte del mismo.  El desastre del nazismo facilitó la ocupación de la ciudad por la Unión Soviética en 1945. Las nuevas autoridades rusas expulsaron a la población alemana y procedieron a rusificar la ciudad, bautizándola como Kaliningrado. Tras la disolución de la URSS, el enclave quedó separado físicamente de Rusia y enclavado entre Lituania y Polonia, aunque sigue perteneciendo a Moscú.

Una campaña nacionalista rusa ha logrado ahora que el aeropuerto de la ciudad no lleve el nombre de Kant, tras ser derrotado en un referéndum por el de Isabel Petrovna, la reina rusa que a finales del XVIII ocupó transitoriamente Königsberg. Un ejemplo más de  la estupidez colectiva.


martes, 4 de diciembre de 2018

Frente a las formaciones emergentes, autenticidad

El espectacular resultado de Vox en las elecciones andaluzas muestra una constante repetida en la Historia, consistente en que asumir y propagar las ideas de los adversarios solo lleva al triunfo de estos. Ocurrió en la Europa de entreguerras, cuando los partidos de derecha asumieron el lenguaje y los planteamientos racistas de las formaciones de extrema derecha, como el nazismo, que terminaron llegando al poder por la propia debilidad ideológica de los primeros.

Pablo Casado se ha destacado desde que llegó a la presidencia del PP por radicalizar el discurso de su partido y asumir planteamientos de la extrema derecha, en un vano intento por mantener todo el voto tradicional de su formación. Vano intento, que los resultados de Vox han confirmado.

Sin descartar que haya también voto socialista en la formación ultraderechista, como pago de la política contemporizadora con el independentismo catalán, al PSOE de Pedro Sánchez le pasa algo parecido con Podemos. Los socialistas se están dejando jibarizar por Podemos, lo que se traduce en una pérdida de voto tradicional. 


La única solución para los partidos tradicionales es reasumir su ideología sin complejos, para hacer frente a las formaciones emergentes. Esto vale para la derecha, pero también para una izquierda que se ha dejado seducir por los cantos de sirena territoriales. Tanto, como la derecha lo ha hecho con el racismo.

domingo, 2 de diciembre de 2018

Primeras reflexiones tras las elecciones andaluzas


  1. El batacazo socialista, de más de siete puntos, no se explica solamente por el hartazgo de casi cuatro décadas de gobierno del PSOE en Andalucía  y por la mala gestión de Susana Díaz. Se comprenden si se incluye entre la nómina de responsables a Pedro Sánchez. Dirigir el gobierno de la nación gracias al voto parlamentario de  los independentistas catalanes tiene su precio. Y muchos andaluces se lo han cobrado.
  2. Pablo Casado no es el líder que llevará al PP de nuevo al palacio de la Moncloa. Su elección en el último congreso del partido conservador evidencia la capacidad de error que tienen las decisiones colectivas. No obstante, en sus primeras declaraciones tras las elecciones, el presidente del PP ya ha dejado claro que no asume el retroceso del partido en los comicios andaluces. Pretende así rentabilizar que por primera vez en treinta y seis años existe la posibilidad real de que un socialista no sea presidente de la Junta de Andalucía.
  3. Ciudadanos es la clave para facilitar ese cambio en Andalucía. Se tratará de una decisión trascendente en la batalla que mantiene con el PP para liderar el centro derecha. 
  4. Podemos se desinfla irremediablemente. Ya ni siquiera mantiene el nivel de voto conjunto con Izquierda Unida.
  5. Y lo más grave: la ultraderecha accede al parlamento andaluz. El ascenso de una formación que alardea de racismo y de otros valores no constitucionales debe ser motivo de máxima preocupación para todos los demócratas.

jueves, 29 de noviembre de 2018

No es necesario añadir más

Las protestas que se viven en estos día en Cataluña, protagonizadas por funcionarios, médicos, bomberos, profesores y estudiantes, entre otros, reflejan de una manera clarividente lo que es el nacionalismo. Tan solo es necesario reproducir las palabras de Eduard Pujol, uno de los más destacados dirigentes del proceso soberanista. Ante las reclamaciones de la sociedad civil catalana, el actual portavoz de Junts per Catalunya, respondió que el debate sobre las listas de espera sanitarias no era esencial, a diferencia de la relevancia que tiene a sus ojos el “votar nuestro futuro”.


No es necesario añadir más. 

martes, 27 de noviembre de 2018

El sino de las naciones

La escalada bélica entre Rusia y Ucrania evidencia aún más el precario mundo de los Estados-nación que padecemos.  El ataque a una flotilla por parte de las fuerzas armadas rusas es un jalón más en el curso de unos enfrentamientos que se han saldado, hasta ahora, con la anexión de Crimea por parte de Rusia y la secesión de las provincias del Donetsk. 

Hasta 1990, ambos estados formaron parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el imperio comunista que garantizó la paz durante más de siete décadas. Desde entonces, la tensión bélica ha ido creciendo entre esos dos estados y entre otros de la antigua URSS.  


Es el sino de las naciones, enfrentarse entre sí. En 1918, con el fin de la Primera Guerra Mundial, la doctrina Wilson impuso el fin de las grandes estructuras estatales: los imperios alemán, austro-húngaro, ruso y otomano. Nada más independizarse, los estados-nación herederos se lanzaron a una carrera destructiva de unos contra otros, que tuvo su máximo esplendor en la trágica Segunda Guerra Mundial.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Contra la violencia de género

La decisión de la Audiencia Nacional de anular los estatutos sindicales de la asociación de prostitutas OTRAS solo puede ser recibida con satisfacción para todos aquellos que creemos en el Estado de derecho. Y ello, porque no es de recibo la mercantilización de los cuerpos de los seres humanos.

El PSOE pretende implantar el modelo sueco, consistente en penalizar al consumidor y considerar ilegal tal actividad. Ante ello, solo cabe aplaudir que el partido socialista asuma una propuesta auténticamente de izquierdas.


Ambas iniciativas pueden hacer mucho en la lucha contra la violencia de género, en la medida en que la consideración de objeto de las trabajadoras sexuales propicia su deshumanización. Exactamente, lo mismo que hacían los nazis con los judíos, antes de exterminarlos.

martes, 20 de noviembre de 2018

Radiografía de la realidad

El watsapp de Ignacio Cosidó, portavoz del PP en el Senado, alardeando de tener controlado el Tribunal Supremo muestran con toda la claridad la injerencia política en el principal órgano de Justicia. Más allá de la indignación que ha levantado, conviene reflexionar sobre la radiografía que hace sobre el estado de nuestra Justicia. Sería hora de poner fin a esta práctica de colonización de un poder sobre otro en aras de preservar el Estado de derecho.


En ese sentido, conviene alabar la renuncia de Manuel Marchena al futuro cargo de presidente de ese tribunal y del CGPJ, que el PSOE y el PP decidieron, desbaratando el enésimo intento de intromisión en el Poder Judicial,

viernes, 16 de noviembre de 2018

Consecuencias del proceso soberanista

Una treintena de organismos públicos catalanes llevan más de seis meses inactivos, en algunos casos hasta cuatro años, debido al proceso independentista. Se trata de instituciones tan relevantes en un estado de Derecho como el Consejo de Garantías Estatutarias, la Sindicatura de Cuentas, el Consejo Audiovisual, la Autoridad de Protección de Datos o la Corporación Catalana de Medios de Comunicación, de la que depende TV3. En la mayoría de los casos, se debe a que no se han renovado las vacantes producidas en sus cargos directivos, porque toda la política catalana, dependiente de la Generalitat, supedita cualquier cuestión al proceso soberanista.


Y ese es el problema cuando se hacen revoluciones: que se deja de atender el día a día que garantiza los derechos a sus ciudadanos. Así se vive en Cataluña, que se aleja de un Estado de derecho y por tanto de la democracia. Cuestión tan grave que debería ser solucionada. 

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Lo grande que le queda el traje

El espectáculo que está dando Podemos con la candidatura de Manuela Carmena, tras suspender de militancia a seis ediles, no tiene desperdicio. Más allá de que la formación morada evidencie los resabios estalinistas de su conceptualidad, no deja de sorprender la nula habilidad estratégica con la que se enfrenta a un asunto en la que se juega el principal cargo de responsabilidad del que disfruta en todo el Estado. Todo ello evidencia, lo grande que le queda el traje.

martes, 13 de noviembre de 2018

Otro sistema de elección

La nueva elección de los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha vuelto a poner sobre el tapete el grave problema que aqueja a España, pero también a otros estados democráticos. Me refiero al relativo a la necesaria preservación de la independencia del Poder Judicial.

La cuestión se centra en resolver quién elige a los miembros del órgano de gobierno del Poder Judicial, de uno de los tres poderes de todo estado democrático. Si el legislativo es elegido mediante elecciones y el ejecutivo por el parlamento, gozando los dos de una indudable legitimidad democrático, ¿debe hacerlo también el tercer poder?

Es común al pensamiento progresista responder afirmativamente a ello, considerando que así los jueces estarán en mayor sintonía con la ciudadanía que, a través de las cámaras legislativas, los eligen. Sin embargo, tal sistema se traduce en la práctica en una colonización política de la Justicia, en la medida en que al final son los partidos políticos los que deciden la composición del CGPJ, como ha quedado evidenciado una vez más con el reparto de las vocalías del consejo y la elección de Manuel Marchena como presidente del mismo, sin guardar las mínimas formas.


Incide ello en uno de los males del Estado español: la influencia de las organizaciones partidistas en la estructura estatal, origen del clientelismo, que recuerda el secular caciquismo padecido. Por tanto, si pretendemos, más allá de la democracia, garantizar la independencia judicial, base del Estado de derecho, como estableció Montesquieu, necesitamos otro sistema de elección del Poder Judicial.

lunes, 12 de noviembre de 2018

Dos visiones contrapuestas

Ayer, domingo, Europa asistió a dos conmemoraciones, quedando nítidamente separadas dos visiones opuestas del futuro. Por un lado, el acto de los Campos Elíseos y por otro, la manifestación celebrada en Varsovia. En el primero, se conmemoró el fin de la I Guerra Mundial con mensajes tendentes a superar el nacionalismo, que hace cien años ocasionó diez millones de muertos. En el segundo, se celebró el día de la independencia polaca, surgida de las cenizas de los imperios que desaparecieron en aquella misma contienda. En este caso, el objetivo pretendido era el contrario al acto de París, ensalzando los nacionalismos.


Quedó así muy claro las dos concepciones que aspiran a dominar en Europa. Dependiendo del triunfo de una u otra, el futuro será muy diferente. Lo digo para que todos tengamos muy presente la tesitura en la que nos encontramos.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Decisión acertada

La decisión del gobierno de Pedro Sánchez de decretar que el impuesto de actos jurídicos documentados repercuta a partir de ahora en la banca, es acertada. Otra cosa será como se las apañárán los bancos para terminar repercutiendo ese gasto entre sus clientes. Pero, tras el escándalo del Tribunal Supremo, no cabía otra opción, que la ocurrida: el gobierno democrático saliendo en defensa de los ciudadanos. Por ciento, no se entiende que Carlos Lesmes y Luis María Diíez-Picazo, responsables del Supremo y de su sala contencioso-administrativa, respectivamente, no hayan presentado ya su dimisión, después de haber sometido al alto tribunal a un descrédito desconocido hasta ahora.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Descrédito Supremo

La rectificación del Tribunal Supremo sobre las hipotecas solo puede incidir en su descrédito. Más que por el fondo de la sentencia, por la forma de haber tramitado este polémico asunto. Tanto Carlos Lesmes, presidente del alto tribunal, como Luis Díez-Picazo, el presidente de la sala de lo contencioso-administrativo, harían un favor dimitiendo. Asumirían así la grave negligencia que ha supuesto que este asunto envenene aún más el debate social, abundando en las críticas a la banca desde que las consecuencias de la crisis de 2008 facilitaran aflorar un sentimiento contrario a tales agentes económicos.

lunes, 5 de noviembre de 2018

Diluir la Historia

La polémica sobre la unidad didáctica que se estudiará en algunos centros educativos del País Vasco, para alumnos de ESO y Bachillerato, sobre la historia reciente marcada por la actividad de ETA, presenta diversas perspectivas interesantes para el análisis.

Lo primero que cabe señalar es lo acertado de la misma, en la medida en que los jóvenes vascos deben conocer el medio siglo de violencia que se desató en esas tierras y las perniciosas consecuencias que arrastró. También es preciso resaltar que el contenido fue revisado por un equipo de asesores, entre los que se encontraba el reputado historiador Juan Pablo Fusi, uno de los mayores expertos en el País Vasco.

Donde caben mayores reparos es en el medio elegido para trasladar a los alumnos el contenido de la unidad didáctica. Esta se hace a través de vídeos. La propia idiosincracia de tal instrumento pedagógico obliga a que la narrativa explicativa esté basada en declaraciones de los protagonistas. Más allá de que lamentablemente se haya orillado la opinión de asociaciones de víctimas especialmente críticas con el gobierno vasco, el hecho de que hablen otros protagonistas, como exetarras y víctimas de la guerra sucia contra ETA, conlleva necesariamente un predominio de la Memoria sobre la Historia, lo cual aleja de la objetividad.


Y ahí esta el problema. Tal vez otro medio pedagógico, hubiera sido más acertado, aunque probablemente fuese menos atractivo. Por ejemplo, clases explicativas impartidas por historiadores, que no solo cuenten lo que pasó, como hacen los protagonistas, sino también las omisiones que ocultan los que se amparan en la Memoria para diluir la Historia.

domingo, 4 de noviembre de 2018

Estrategia deslegitimadora

El gesto del gobierno hacia el independentismo, consistente en que la Abogacía del Estado no imputase rebelión a sus presos, no ha servido de nada. Los Presupuestos diseñados por el ejecutivo no tienen futuro, acortando el tiempo en el que Pedro Sánchez prorrogue su estancia en la Moncloa sin mediar elecciones. Los soberanistas consideran que los 25 años pedidos por la Fiscalía del Estado a Oriol Junqueras por rebelión, sedición y malversación, impiden que la mayoría actual del Congreso prosiga sus labores, haciendo aguas la estrategia del gabinete.

Más allá de ello,  quiero reflexionar sobre algo que vuelve a poner en evidencia la colonización partidista del Estado. No es admisible en un Estado de derecho, que dos instrumentos estatales difieran en sus conclusiones sobre algo tan trascendente como la calificación jurídica del proceso independentista. No es razonable que la Abogacía del Estado, siguiendo indicaciones del gobierno, cambie el criterio hasta ahora mantenido y reduzca la petición a doce años, al estimar que no existió la rebelión, mientras que la Fiscalía, actuando autónomamente del mismo ejecutivo, insista en imputar tal rebelión. 

No se quien tendrá razón, pero la rebelión no es baladí. Es un delito de una enorme gravedad como para que haya disparidad de criterios, máxime cuando desde diversos organos judiciales europeos se ha puesto en entredicho la posibilidad de que haya rebelión sin violencia. O existió tal delito, o no existió. Ya se que eso deberá dilucidarlo el Tribunal Supremo y que su fallo será escrutado por propios y extraños. Pero, no cabe que la Abogacía y la Fiscalía difieran en su calificación, más aún cuando la imputación provisional de la rebelión ha sido lo que ha mantenido en la cárcel preventivamente a Oriol Junqueras y a otros presos del procés, así como la búsqueda y captura de los huidos, entre ellos a Puigdemont. La propia actuación del Estado ha quedado, pues, en entredicho.

Cuestiones muy serias que afectan a la credibilidad del Estado español y que la estrategia del gobierno no ha ayudado a preservar. La gravedad de tal hecho no deja lugar a dudas, porque lo peor que puede ocurrir es que el proceso soberanista contamine al propio Estado, restando a este legitimidad; camino que, me temo, andamos ya. Por ello, sería bueno que los gobiernos mantuvieron sus manos alejadas, dejando el partidismo fuera del Estado. El mantra repetido por el gobierno de hacer política debe tener sus límites, aquel que deja al Estado aparte de los intereses gubernamentales, porque nos estamos cargando al propio Estado. A su legitimidad. Precisamente lo que quieren los independentistas.  



miércoles, 31 de octubre de 2018

Imprevisión

Se lo llevo anunciando desde que el gobierno de Sánchez tomó sus primeras decisiones, que la exhumación de Franco se convertiría en un calvario para el gabinete. En una carrera de despropósitos, el ejecutivo ha conseguido en los últimos días que el Vaticano le desmienta. Ahora, pretende ampararse en la ley de la Memoria Histórica para intentar impedir que los restos del dictador sean enterrados en la Almudena.

Incluso, la vicepresidenta Carmen Calvo ha dado su palabra de que el general no será inhumado en la catedral de Madrid, pese a que los Franco disponen allí de sepultura, extremo que el gobierno al parecer ignoraba.  La falta de previsión gubernamental fue tal que tampoco se debió plantear esa posibilidad cuando decretó la exhumación del Valle de los Caídos, lo que no deja de sorprender, en la medida en que lo mínimo que se puede exigir a un gobierno es que sea reflexivo.


La número dos del gobierno viajó el fin de semana a Roma para implorar que la iglesia apoye al  gobierno e impida el entierro en la Almudena. La misma iglesia que no puso problemas a la exhumación, pero que no moverá un dedo para evitar que la catedral de Madrid se convierta en un centro de peregrinación y de homenaje al franquismo. Gracias, eso sí, a la imprevisión del gobierno socialista de Pedro Sánchez.

martes, 30 de octubre de 2018

A las pruebas me remito

El ultraderechista, racista y homófobo Jair Bolsonaro ha sido elegido democráticamente presidente de Brasil, con el respaldo de más de 57 millones de ciudadanos de ese país suramericano.  

No es la primera vez que un antidemócrata llega al poder a través del sufragio de sus conciudadanos. Antes que él, lo hizo Hitler. Es, incluso, relativamente frecuente, que sea así. Un candidato que pretende acabar con el Estado de derecho se sirve de la democracia para acabar con ella. Es lo que hacen los populistas hoy en día: mientras se les llena la boca hablando de democracia, hacen todo lo posible para acabar con ella.

Ante ello, la respuesta de los demócratas no debería ser deslegitimarla, considerándola un instrumento peligroso capaz de aupar en el poder a cualquier sujeto sin escrúpulos, sino relativizar su concepción. Es decir, asumir que el pueblo no solo se equivoca, sino que tiende a hacerlo. 

La democracia representativa toma mucho de su concepción del protestantismo anglosajón, que hacía de la doctrina de la gracia su piedra angular. Una comunidad tocada por la gracia divina no puede equivocarse. Por lo tanto, siempre acierta a la hora de tomar decisiones democráticamente, porque es la palabra divina la que se pronuncia a través de toda la colectividad. 


El despropósito del axioma queda en evidencia con tan solo colegir que Donald Trump fue una buena elección.  Es preciso, pues, relativizar tal concepción teocrática y negarnos a admitir que Trump o Bolsonaro sean elecciones acertadas. No, no lo son, porque el pueblo, al que debemos despojar de cualquier halo sobrenatural, se puede equivocar. A las pruebas me remito. 

miércoles, 24 de octubre de 2018

Demagogia

El gobierno populista de Italia pretende que los europeos paguemos la desviación de su déficit público. Para ello, el ejecutivo, formado por un partido nacionalista y una formación alternativa, ha enviado un proyecto de presupuestos que ha recibido el rechazo de la Unión Europea, por exceder en dos puntos el déficit estructural, lo que supone un punto y medio del PIB italiano, calculado para este año en 2.000 billones de euros.  Es decir, la factura que ha pasado el gabinete, un genuino representante de la oleada de la nueva política que padece el mundo, es de 30 billones de euros. Ante ello, las autoridades comunitarias ya han anunciado que Roma se enfrenta a sanciones comunitarias y un recorte de los fondos estructurales europeos, pero el gobierno italiano no se arredra, denunciando que Bruselas ataca al pueblo italiano. 

Tenemos, pues, a un gobierno populista que recurre al victimismo, algo usual a todos los nacionalismos. Recuerden el Madrid nos roba o Roma nos roba, que hasta hace poco gritaba esa misma Liga que ahora comparte el poder en Italia. Su socio de gobierno, el Movimiento 5 Estrellas, ha impuesto en dicho presupuesto unos gastos sociales, convencido de que los pagaremos los europeos.


¿Y el argumento cual es? Pues, la soberanía nacional. Pero, tamaña demagogia es posible por la popularidad democrática de las dos formaciones, que han desplazado a los partidos tradicionales italianos de los centros de poder. Es más, no descarten que en los próximos días, según se enquiste el enfrentamiento entre Italia y Europa, la Liga o el Movimiento propongan un referéndum en Italia en apoyo a los presupuestos presentados. No se atreverán a hacer una pregunta sincera, del tipo: ¿Está usted a favor de los europeos nos paguen las deudas?, pero en cualquier caso tal plebiscito arrasaría, como probablemente lo hagan esas formaciones en las próximas elecciones, agravando el problema.

lunes, 22 de octubre de 2018

Crisis de desprestigio

Lo vivido la semana pasada en el Tribunal Supremo es enormemente preocupante. Y lo es, porque, estamos acostumbrados a que ese tipo de situaciones lamentables sean protagonizadas por los gobiernos, ya sea el central o los autonómicos, o los parlamentos, nacional o regionales, donde la dinámica partidista alcanza su máxima dimensión, pero no en una institución en donde sus integrantes deben acceder a ella por méritos jurídicos.

Pero lo sucedido el jueves y viernes en el más alto tribunal de Justicia de este país es bochornoso. No solo por la mala imagen que proyecta del tribunal, rectificando una decisión popular, sino por la inseguridad jurídica que ha creado. No en balde, a día de hoy nadie sabe muy bien como actuar a la hora de firmar una hipoteca. Y la inseguridad jurídica es el peor hecho para un Estado de Derecho.

El Tribunal Supremo debe decidir en breve si el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados debe ser pagado por el banco o por los hipotecados. Y no solo no debe hacerlo rápido, sino de una manera inequívoca, fundamentada en Derecho. Sin que ninguna otra consideración afecte a unos magistrados que han visto como las últimas luchas de poder en el seno de la institución priorizaban otros considerandos sobre los jurídicos.

No podemos permitirnos que el Tribunal Supremo sufra una crisis de desprestigio, que ya ha experimentado una erosión en Europa.



viernes, 19 de octubre de 2018

Religión y Nación

El cisma que vive la iglesia ortodoxa presenta perspectivas muy interesantes, todas ellos relacionadas con los procesos identitarios, la verdadera enfermedad de la contemporaneidad, y que conectan a la religión con el nacionalismo, como si este último fuera el heredero de la primera.  De hecho, las sociedades europeas, que se libraron hace tres siglos de las terribles guerras de religión que asolaron el continente, se ven desde hace doscientos años presas de las contradicciones de los Estados-nación. Recordemos al respecto que hace tres cuartos de siglo que Europa vivió su destrucción en la Segunda Guerra Mundial a causa de los nacionalismos y que en el presente asistimos a un peligroso repunte identitario.

Un ejemplo de las conexiones entre religión y nacionalismo, y sus perturbadoras consecuencias nos lo ofrece el tema propuesto. Describamos primero los hechos. La iglesia rusa ha roto con la constantinopolitana, que más que por su número de fieles es relevante por ostentar la herencia del antiguo Imperio bizantino. Por ello, jerárquicamente el patriarca de la que fue su capital, Constantinopla, actual Estambul, goza del privilegio de preeminencia entre las iglesias que siguen el credo ortodoxa, aunque en dicha tradición, forjada en oposición al Papado de Roma, tal  superioridad sea meramente simbólica.

La ruptura entre Moscú y Constantinopla se debe a que esta última ha aceptado liberar a la Iglesia de Ucrania de la subordinación que ha mantenido históricamente ante la rusa. La decisión obedece a un intento de acompasar a esas iglesias a las realidades nacionales hoy existentes, desde la implosión del Estado soviético. Una vez que el ideal de la revolución comunista cayó hecho añicos, la dialéctica nacionalista se hizo preponderante, dividiendo el antiguo imperio soviético en diversos Estados-nación, de los que Rusia y Ucrania son un ejemplo, trágico en la medida en que compiten por un reparto territorial, como la última guerra en el Donetsk y Crimea ha evidenciado.

Fue la Iglesia de Constantinopla la que en 988 bautizó al primer zar de las Rusias, otorgándole tal título, derivado del de César de la tradición imperial y que podríamos traducir como emperador. Aquel relevante acontecimiento se produjo precisamente en Kiev, la actual capital de Ucrania. El emperador de todas las Rusias, el zar, agrupaba entonces bajo su dominio a los eslavos del norte. Desde entonces hasta hoy, un milenio, esos eslavos han ido diferenciándose en lengua, cultura y costumbres, en un proceso similar al del resto de la Humanidad, desde que hace 200.000 años surgió en África el Homo sapiens.

Tal hecho no sería, por tanto, extraordinario. Sí que lo es, que desde hace dos siglos, conceptualizamos tal dinámica desde una visión nacionalista; es decir, primando el exclusivismo: los unos y los otros, nosotros y ellos, amigos y enemigos, etcétera; siendo incapaces de obviarlo y presos de unas categorías mentales que llevan irremediablemente a la violencia, a la competencia por unos territorios que consideramos privativos.  Por eso, las guerras nacionalistas son tan devastadoras, incluso mucho más que las religiosas, de las que proceden. En cualquier caso, tanto unas como otras, son una muestra evidente de las miserable condición humana.


jueves, 11 de octubre de 2018

La ingenuidad del gobierno

Ya les anuncié que uno de asuntos que se le complicarían al gobierno era el de los restos mortales del dictador. Y les dije mi opinión favorable a la exhumación del Valle de los Caídos, aunque también señalé que tal medida hubiera sido mejor hacerla a través de un gran consenso parlamentario, evitando a ser posible la fórmula jurídica del decreto-ley y prefiriendo una ley votada de una manera muy mayoritaria en las Cortes.

No fue posible así y todavía no ha sido desenterrado Franco, cuando los problemas se le amontonan al gobierno. El ejecutivo había negociado con la Iglesia que esta no se opusiese a la salida del dictador del Valle de los Caídos, aquel infausto complejo arquitectónico hecho a mayor gloria de uno de los bandos de una nefasta guerra por los perdedores cautivos.

Y así ha actuado la Iglesia, no impidiendo la futura exhumación. Pero, y aquí está la clave, no se si la secular institución ha engañado o al menos no ha impedido, que el gobierno termine cometiendo un grave error. En cualquier caso, sea una u otra, más que la Iglesia, que es parte interesada, la negligencia es imputable a un gobierno que es incapaz de pensar con antelación.

Nada más aprobarse el decreto-ley, la familia Franco ya reveló su intención de enterrar al dictador en la cripta de la Almudena, de Madrid. Esto era algo previsible, aunque parece que no para un gobierno incapaz de adelantarse a los hechos, trabajando con previsión y raciocinio. Un ejecutivo que también debería haber sospechado que la Iglesia, que a la par le abría el camino de la exhumación, le devolvería el problema al aceptar que Franco sea enterrado en la catedral de Madrid.

Porque ese es la relevante contrariedad a la que a partir de ahora nos enfrentaremos todos los demócratas: la existencia de un lugar de homenaje y culto del dictador en el corazón de la capital de España. Algo propiciado por un gobierno que peca de ingenuidad.


martes, 9 de octubre de 2018

Debate rehusado

La negativa del presidente del Gobierno a acudir al Senado para hablar sobre las circunstancias no aclaradas de su tesis doctoral, amparándose en cuestiones reglamentarias, da una idea cabal de la verdadera razón por la que Pedro Sánchez elude tal debate. Dicha cuestión incide en la mala praxis a la hora de referenciar sus citas en tal trabajo de investigación, que extiende ineludiblemente las sospechas de plagio.

lunes, 8 de octubre de 2018

La clave: las clases medias

Los resultados de la primera vuelta electoral en Brasil han confirmado los más malos presagios. Democráticamente, el candidato ultra, autoritario, racista, machista y homófobo, Jair Bolsonaro, ha arrasado con cerca del 47% de los votos emitidos, quedándose solo a poco más de tres para haberse ahorrado la segunda vuelta y haberse convertido ya en presidente electo.

Indudablemente, parte del éxito de tal candidato radica en el descrédito del Partido de los Trabajadores (PT), en el poder durante las décadas más espectaculares en cuanto a desarrollo del país americano, que traicionó a la sociedad con una generalizada corrupción, que incluso afectó al mejor líder de la izquierda actual, Lula da Silva.

Una vez que la justicia impidió presentarse a este último, condenado por corrupción, el PT recurrió a Fernando Haddad, que no solo no recogió el legado positivo de Lula, sino que en las últimas semanas hundió su voto, mientras el de Bolsonaro no paraba de crecer. El error estuvo en la estrategia del exalcalde de Sâo Paulo, que se dedicó en la recta final a movilizar el voto de los más pobres en el noreste del país, el menos desarrollado de ese gigante que es Brasil.  Lejos de ello, Haddad debe recuperar en la segunda vuelta a las clases medias, que rompieron con el PT por su corrupción. Solo así tendrá una opción para impedir que Brasil se hunda en el populismo de Bolsonaro.


viernes, 5 de octubre de 2018

Autocracia

A estas alturas, creo que no quedan dudas que impidan aseverar que en Cataluña no hay democracia. Un Parlamento cerrado, por voluntad y en defensa de los intereses de una persona, que desde Waterloo impone todas sus pretensiones, solo puede contemplarse como un evidente ejemplo de autocracia, en su plena definición terminológica: forma de gobierno en la que la voluntad de una sola persona es la suprema ley.

Y todo ello basado en un golpe de Estado parlamentario, implementado en dos jornadas de septiembre del año pasado. Un magnífico patrón, que debería ser objeto de estudio e instrucción pública, de como acabar con la democracia en nombre de la democracia.


miércoles, 3 de octubre de 2018

Menos pasmo y más observación

Andan los medios de comunicación asombrados porque una formación xenófoba ha arrebatado en masa a los votantes que hasta ahora optaban por el partido independentista de Quebec, en Canadá.  Hasta el punto, que la denominada Coalition Avenir Québec se ha alzado con la victoria en las últimas elecciones al parlamento regional, mientras que el Partido Quebequés se ha hundido en la cuarta posición.

Hasta ahí los hechos. Ahora la opinión. Y empezaré diciendo que no entiendo la conmoción. Es muy sencillo. Los votantes son los mismos, que no han mudado de opinión. Lo mismo ha pasado en Italia. La Liga que logró el segundo lugar en los últimos comicios con un discurso de odio al extranjero es la misma que hasta hace poco se llamaba Liga Norte y era un partido separatista del resto de Italia que acusaba a Roma, les suena, de robarles. Sus dirigentes cambiaron la estrategia de demonizar a los vagos sureños por la de culpar de todos los males a los inmigrantes que, a riesgo de sus vidas, surcan el mediterráneo de cualquier mala manera huyendo del infierno africano o de las guerras de Oriente Próximo.

El líder de la coalición xenófoba del Quebec, François Legault, fue ministro, de Educación para más señas, del gobierno autónomo de esa región que en dos ocasiones ha intentado separarse de Canadá. Ahora ha cambiado al enemigo: ya no es el canadiense de origen británico, sino el foráneo que intenta trabajar y prosperar en el primer mundo.

Los votantes de ayer y de hoy de Legault son los mismos. Cabe incluso que los haya incrementado, atrayendo sus cantos de sirena a más de un canadiense  de lengua británica, como la ex Liga Norte es votada ahora en masa en Nápoles y Sicilia. Su público son los millones de personas coetáneas que tienen incertidumbres y que son sensibles al discurso que   incide en achacar los males de la precarización al odioso otro, sea inmigrante o identitariamente diferente. 


Y lo peor es que ese mensaje cala cada vez más en unas sociedades coetáneas en las que el raciocinio deja paso a lo irracional, a los miedos y a los sentimientos. En unas colectividades posmodernas que cada vez confían menos en el análisis y donde la educación ocupa un lugar cada vez menos relevante, cuando no es directamente despreciada.  El populismo, en suma, que disfruta de sus dos caras con las que confundir a toda una civilización como la nuestra, nacida de la Ilustración, pero incapaz en los últimos tiempos de serenarse y hallar la fórmula que la salve, que en cualquier caso pasa por menos pasmo y más observación. Eso sí, teniendo también presente que es el propio fracaso de la Ilustración lo que nos ha llevado a la lamentable situación de nuestra sociedad.

martes, 2 de octubre de 2018

La sonrisa petrificada

La sensación en los medios de comunicación, expresada en las tertulias matinales, era que la violencia había irrumpido en el proceso soberanista catalán, tras los incidentes vividos anoche en el intento de asalto del Parlament y a la comisaría de Policía Nacional de Via Laetana. En muchos comentaristas se adivinaba un punto de inflexión, augurando consecuencias negativas para el independentismo. Así, parece confirmarlo la prensa extranjera, que si hace un año reflejó en las primeras páginas la violencia estatal, achacable a la incompetencia de un ministro del Interior, cuyo principal mérito era ser amigo del presidente del gobierno de entonces, ahora ha publicado la perpetrada por los más radicales separatistas.

Mala imagen para el proces, que es algo que las elites que lo han ejecutado han evitado cuidadosamente cometer, conscientes de que la violencia, como pasó con el independentismo vasco, aunque empieza siendo un instrumento valioso, termina por desacreditar a cualquier ideología.  Por ello, esos dirigentes publicitaron desde el primer momento que lo suyo era la revolución de la sonrisa. Y así se presentaron al mundo , al enemigo que han conformado -los españoles- aplicando el victimismo y sobre todo a ellos mismos, en un ejercicio de autoconvencimiento

Sin embargo, hubo también a muchos que no nos persuadió ese relato desde el principio, probablemente porque las ideologías no nos tienen tan anestesiados. Y así vimos y comprobamos que la violencia estaba en la esencia del proces, cuando el mismo 1 de octubre del año pasado, observamos también que hubo guardias civiles huyendo de los pueblos a tiros de piedra o agentes atacados con sillas, o a lo largo de este año muñecos colgados en los puentes, o en los últimos días, policías agredidos por manifestantes que les niegan la condición de seres humanos. O por el mero hecho de si en el balcón de al lado de casa, aparece izada una bandera, sea cual sea, ya me están señalando por mi escaso patriotismo, ya me están apuntando como elemento desafecto a la causa. 



La sonrisa estaba ahí, pero ya petrificada. Ahora para muchas más.

viernes, 28 de septiembre de 2018

Amor romántico

Publica hoy El País una tribuna de Paloma Tosar López, experta en cuestiones de género y activista feminista, muy certera en su análisis sobre la violencia de género, además de muy oportuna, cuando llevamos seis asesinatos en tan solo 48 horas. Recuerda Tosar que una de las cuestiones que más le sorprendieron cuando empezó a trabajar con mujeres víctimas del amor machista fue que la mayoría seguía viviendo con el maltratador. La escritora explica certeramente que tal fenómeno se debe al patrón aprendido del amor romántico.

Un amor, que dicho sea de paso, solo lleva entre nosotros, en la Humanidad, dos siglos de existencia. Es decir, los patrones anteriores en las relaciones entre seres humanos no obedecían a tales presupuestos, derivados de los planteamientos del amplio movimiento cultural e ideológico que fue el Romanticismo, que tanto ha configurado la contemporaneidad, hasta el punto de definirla. Entre todas las novedades que conllevó el Romanticismo, probablemente no haya otra más destacada que la primacía del sentimiento sobre la razón.

Más allá de esta obligada disertación, retomo el artículo de Tosar para señalar que la escritora achaca que ese amor romántico es el patrón, la forma habitual de educar actualmente a las mujeres, a las que desde niñas se les orienta a considerar el amor de pareja como la “piedra angular de nuestra existencia”. Y con criterio analítico añade: “Aprendemos que el amor de pareja  es lo más importante, algo que hay que salvaguardar eternamente, a costa a veces de nuestro bienestar físico, emocional y psicosocial. Aprendemos que no somos seres completos, que necesitamos una media naranja e interiorizamos un terrible miedo a la soledad”.

Por ello, Tosar propone, con toda lógica, acabar con ese patrón, lo que indudablemente se traduciría en una mejora sustancial de la situación sobre la violencia de género, en la medida en que muchas mujeres dejarían de estar tan expuestas por continuar con su maltratador.  Sin duda, tal conclusión es tan certera como el análisis previo. 


Tan solo me atrevo a añadir una reflexión: ¿la sociedad contemporánea está dispuesta a equilibrar razón y sentimiento, en detrimento del segundo, idolotrado desde el Romanticismo? Porque eso, sin duda, que sería decisivo para acabar, o al menos, aminorar esa lacra terrible que es la violencia de género. Pero, no se si los contemporáneos están dispuestos a pagar tal precio.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

El Satán contemporáneo

Rechazamos la ideología de la globalización y abrazamos la doctrina del patriotismo”. Esas palabras fueron dirigidas al plenario de Naciones Unidas por el presidente de los Estados Unidos. De Donald Trump se pueden decir muchas cosas. La mayoría inciden en su simpleza y en su capacidad de reducir todo a una dicotomía ramplona, escapandosele los análisis complejos. Puede que tengan razón, pero de lo que no me cabe ninguna duda es que el mandatario es muy claro en sus mensajes. 

El pronunciado ayer en la ONU es meridiano y resume el nacionalismo ideológico que profesa a pie juntillas. “Primero, América”, fue el lema electoral que engatusó a millones de estadounidenses y le dio democráticamente la magistratura más importante del planeta. El mundo, pues, en su cerebro, se divide entre los estadounidenses, a los que basándose en una larga tradición británica denomina como americanos, y el resto del mundo. No hay dudas.


Lo digo para que nadie se engañe. También, todos aquellos populistas, incluidos los nacionalistas, que han hecho de la globalización el Satán contemporáneo. Los de derechas y los que hoy en día proliferan en la izquierda.

martes, 25 de septiembre de 2018

Puro progreso

El Partido Laborista, uno de las formaciones más señeras de lo que a veces con injustificado desdén se llama la vieja izquierda, ha vuelto a sorprender. Y gratamente. Lejos de enredarse, monopolizando el congreso que celebra en Liverpool con su respuesta a un segundo referéndum sobre el Brexit, los laboristas han hecho una propuesta de alto contenido social, que demuestra que el pensamiento de izquierdas no está agotado, ni adulterado por los planteamientos populistas y demagógicos de lo que entusiástica y cándidamente se denomina nueva izquierda.

Recuperando viejos planteamientos consustanciales al socialismo, como la autogestión, el Partido Laborista ha propuesto que las grandes empresas creen un fondo de propiedad, formado por los beneficios empresariales,  que permita dar a sus trabajadores acciones y un mayor margen decisorio en la compañía.  Es decir, incrementar la responsabilidad del empleado, haciéndole corresponsable de la buena dirección de la empresa, en un modelo no muy alejado de las cooperativas.

Eso sí que es un serio planteamiento social, en la medida en que supondría democratizar el capitalismo, verdadero campo de batalla de la igualdad, sin necesariamente destruir la productividad que garantiza el Estado de Bienestar, abogando por  un equilibrio entre el capital y el trabajo. Puro progreso. 


lunes, 24 de septiembre de 2018

Sueño o pesadilla

El referéndum del Brexit es una muestra de como los plebiscitos pueden empeorar los problemas y no resolverlos. Tal afirmación, que no deja de ser una perogrullada, conviene expresarla en esta época que idolatra, sin apenas reflexión, la democracia directa.

Aquel referéndum británico, en el que venció el nacionalismo inglés, no solo ha metido al Reino Unido en un laberinto del que no le va a ser fácil salir, sino que ni siquiera su resultado ha logrado ser respetado, hecho propiciado sin duda por lo ajustado de aquella decisión: menos de cuatro puntos porcentuales y poco más de un millón de votos. Jeremy Corbyn en vez de asumir el liderazgo de la oposición y tomar una clara postura, plantea ahora delegar en el congreso que los laboristas celebran en Liverpool la decisión final respecto a si reclaman un nuevo plebiscito. 


Decía Ernest Renan que una nación era aquella que cada día plebiscitaba su continuidad. Las nuevas tecnologías hacen ahora posible lo que el historiador francés planteaba en el siglo XIX.  La revolución digital permite ya de hecho que se celebren continuos referendos por vía de internet, haciendo posible la implementación permanente del dictado de la opinión pública. Otra cosa es si tal avance técnico ayudará a resolver los problemas o supondrá  una nueva fuente de obstáculos, derivados de los vaivenes momentáneos. Tal vez estemos asistiendo a los primeros momentos de una nueva distopía, cuando aún confundimos la pesadilla con el sueño.  

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Resonancias apropiadas

Dos meses lleva el Parlamento catalán sin reunirse en pleno. Tal anomalía evidencia hasta que punto Cataluña se ha convertido en un democracia de muy escasa calidad, lo cual es un grave problema no solo para tal comunidad autónoma, sino para toda España, en la medida en que una parte puede desestabilizar al conjunto. Reflexión que dejo para otro día, en el que intentemos calibrar hasta que punto la crisis catalana ha incidido negativamente en la democracia española.


Volvamos, pues, al presupuesto inicial: un Parlament que no tiene previsto reunirse hasta el 3 de octubre. La razón de ello, es que el independentismo, que mantuvo su mayoría de  escaños en las últimas elecciones, no quiere admitir la suspensión judicial de seis parlamentarios, entre ellos Puigdemont. Pero sin esos votos, pierde tal ventaja. De tal manera, que mientras que Junts per Catalunya y ERC negocian como salir del atolladero, mantienen cerrado de hecho el Parlament, sustrayendo los debates que demanda cualquier sociedad democrática. Así, desde el 18 de julio, una fecha de resonancias apropiadas. 

lunes, 17 de septiembre de 2018

De impulsos y fantasmas

Pedro Sánchez, demostrando su condición de político, ha dado un impulso a su gobierno, que en las últimas semanas había avanzado en la senda del descrédito, como el caso de Carmen Montón y su plagiado Trabajo Fin de Máster acreditan, además de demostrar una capacidad en enredarse en polémicas propiciadas por el propio ejecutivo, a las que no son ajenos los vaivenes y contramarchas de sus propios integrantes.

Pero, con la propuesta de hoy, el presidente del gobierno ha recuperado la iniciativa, proponiendo uno de los debates que más apasionan a la sociedad española: el de la reforma constitucional. Más allá de la dificultad objetiva que ello conlleva y de la subjetivas que el resto de formaciones políticas añadan, el planteamiento de reducir el número de aforamientos solo puede recibir elogios. Todo aquello que refuerce la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, debe ser bienvenido. En los próximos días asistiremos a un interesante baile en el que será muy significativo como se mueven los partidos políticos. 


Eso permitirá a Pedro Sánchez mantener la delantera, aunque determinados asuntos pueden volver a enturbiar al ejecutivo, pese al intento de darles carpetazo.  Entre ellos, los más complejos, como la inmigración. Pero, también otros, no menos penosos, como el de la tesis del presidente. Hoy por hoy, no se puede descartar por completo que no haya plagio. Los programas Turnitin y PlagScan, aplicados al trabajo académico de Pedro Sánchez, son utilizados en múltiples universidades para descartar a priori groseras muestras de plagio. Ahora, la tesis debería ser estudiada a fondo, las 342  páginas que contiene, y contrastarla con las publicaciones que han sido comentadas como supuesto objeto de copia, excluyendo por supuesto los propios trabajos anteriores de Sánchez que por definición no son plagiables y son en cualquier caso un mérito del entonces doctorando.  Con el resto, hay que comprobar si el trabajo académico del presidente cita tales párrafos correctamente. Si fuera así no hay plagio. Pero tal dictamen, no puede hacerse en unos pocos días, como ha hecho El País. Se necesita semanas, si se acomete de una manera rigurosa, siendo incluso aconsejable el dictamen de diversos expertos universitarios. Es por tanto, un fantasma que aún puede reaparecer, haciendo resbalar a un gobierno que ha tomado impulso gracias a la maniobra de su presidente.

jueves, 13 de septiembre de 2018

Plagio

El más grave fraude que un estudiante puede cometer a la hora de elaborar una tesis doctoral o un TFM o TFG, siglas que hacen referencia a los trabajos fin de Máster o de Grado, la antigua licenciatura, es plagiarlo. Todos esos trabajos deben estar llenos de textos tomados de otras obras académicas, pero debidamente referenciados mediante citas en las que queda clara la autoría de las mismos. Una tesis, TFM o TFG es fundamentalmente una recopilación de tales referencias de autoridad, más una investigación propia, a través de documentos o ensayos científicos, que permiten al que la sustenta llegar a unas conclusiones inéditas en la literatura científica. El tribunal debe valorar esos tres aspectos a la hora de la evaluación. Cualquier fraude en alguno de ellos: la copia de textos sin citas, la falsedad en la investigación o unas conclusiones ilógicas anula el carácter científico de tales trabajos. De los tres, el plagio es el más común y el más pernicioso para el sistema académico, en la medida en que siembra dudas sobre la propia literatura científica, que se va construyendo sobre aportaciones académicas anteriores.

Por eso el caso de la exministra Carmen Montón era más grave que el de Casado, al que las sospechas indican que le regalaron las notas en las asignaturas, o incluso al de Cifuentes, sobre el que existen indicios de que sencillamente no hubo tal TFM. Y por eso, si las acusaciones contra Pedro Sánchez toman cuerpo, sería igualmente demoledor. Estamos hablando de la segunda autoridad del Estado español.


martes, 4 de septiembre de 2018

¿Izquierda o extrema derecha?

Podemos, que negocia con el gobierno los nuevos Presupuestos, ha pedido al ejecutivo que elimine la desgravación fiscal de los fondos de pensiones que muchos particulares alimentan con sus ahorros para completar las magras pensiones públicas y asegurarse así un mejor futuro en sus últimos años de vida.

He de reconocer que me costó entender que tal propuesta era de Podemos. Pero, sí. La formuló su máximo responsable de Organización, el considerado número tres del partido, Pablo Echenique. Tras releer la noticia no quedaba lugar a dudas. La dirección de una formación que se dice de izquierdas pretende acabar con una fórmula que permite a muchos, entre ellos a un respetable número de trabajadores, optar a una mejor jubilación. Mi extrañeza venía por el hecho de que una propuesta de ese tipo solo podía provenir de la extrema derecha, ideología que pretende que solo la elite económica disponga de un plus en sus pensiones públicas, ya que serían los únicos que podrían pagar un fondo de pensiones privado que no desgravara a Hacienda.  De tal manera, que la inmensa mayoría de la población tendría que contentarse con una escasa jubilación, mientras que unos pocos privilegiados económicos disfrutarían de una mejor vejez. Un planteamiento claramente discriminatorio y en ningún caso de izquierdas, que realzaría la división social, entre ricos y pobres, a satisfacción de los más reaccionarios.

Por este solo motivo, los partidos que realmente tienen un pasado y una formación de izquierdas deberían dejar de deslumbrarse ante estas nuevas formaciones que se proclaman de esa ideología, pero que en realidad la desacreditan. Sin complejos. Y no estaría de más revisar la conducta, practicada hasta ahora, que idolatra el 15-M, ya que no en balde nacieron de aquello.


lunes, 3 de septiembre de 2018

Vic, el alba de la distopía

La megafonía transmite el mantra del reino de los cielos, la independencia que está al alcance de la mano, el asalto a un paraíso, que por fin se hará realidad. La torre del Ayuntamiento predica la buena nueva a una población de apocados sin fisuras que muestra su gratitud ante el maná que cae en las calles, bendiciéndolas.

Hace mil doscientos años, era la voz del almuecín, la que llamaba a la umma a la oración,  a una comunidad unida, sin disidencias. E igualmente convencida de su sueño. Poco después, fueron las campanas, que tocaban sin disonancias, augurando el reino de los justos. Hasta llegar a formular el más excelso tradicionalismo hispánico, aquel que combatió el Progreso en aras de un carlismo militante que sometió a sangre y fuego durante todo un siglo a una sociedad atrapada en el pasado. Porque, ese es el afán totalitario, que desemboca irremediablemente en la distopía. 

Dentro de poco, una o dos generaciones, de repente, el alba se convertirá en ocaso. Y la utopía se destrozará en cristales, que serán barridos en busca de un nuevo espejismo.  Y así, sin solución de continuidad, hasta el fin del idolatrado Homo sapiens.


jueves, 30 de agosto de 2018

`Memorial´de la infamia

En un nuevo bandazo, Pedro Sánchez renuncia ahora a hacer del Valle de los Caídos un museo de la memoria. Ya les dije hace tiempo que este asunto, el de la sepultura del dictador en Cuelgamuros, se iba a convertir en uno de los asuntos enrevesados del gobierno Sánchez.

El propio presidente ha admitido a los periodistas con los que viaja por América que la exhumación de los restos de Franco estaba siendo más compleja de lo que esperaba y que, tal vez por falta de experiencia, creyó que el camino estaba más expedito. No está de más la autocrítica, pero le debería hacer aprender que el adanismo nunca es buen consejero.

Volviendo al meollo de la cuestión, no debería asombrarse de las dificultades que ha encontrado. No en balde, Franco fue el dirigente de uno de los dos bandos de una atroz guerra civil, en la que los despropósitos estuvieron repartidos. Por eso, es un asunto sumamente espinoso.


La solución no es fácil. No. Pero tal vez pase por la exhumación del cadáver, mediante un acuerdo abrumadoramente mayoritario de las Cortes, y en convertir el Valle de los Caídos en un memorial de la infamia cometida por los dos bandos de la Guerra Civil.

jueves, 23 de agosto de 2018

La salud, derecho de todos

Asistimos en Europa a un brote de sarampión. En los primeros seis meses del año, se han contabilizado más de 41.000 casos de infección, el doble que en todo 2017. Las razones de ello son diversas. El estado más afectado, Ucrania, sufre una guerra larvada con Rusia, países nacidos de la disolución de la Unión Soviética, cuya implosión, jaleada por el pensamiento ultraliberal, no termina de traer consecuencias negativas. También Rusia y Georgia, otro estado surgido de aquella debacle, sufren un brote considerable. Y Serbia, cuya construcción nacional acabó con Yugoslavia, el estado más desarrollado del antiguo bloque soviético.

La eclosión ha afectado también a Grecia, cuyo sistema de salud pública se ha visto deteriorado por los recortes sociales debidos a la dura crisis vivida por el país helénico. Y Francia, donde el copago se extiende a las vacunas. También en Italia. En estos dos últimos países, los expertos denuncian la moda anti-vacunas que vuelven a estar de moda, sin ninguna base científica.

Existe en Occidente un pensamiento que hace de la libertad algo tan sacrosanto que concibe el derecho de los padres a no vacunar a sus hijos. Esos mismos planteamientos disfrutaron hace dos décadas cuando hizo agua la utopía socialista, convertida en una clara distopía. 

Como todo, la radicalidad ideológica solo trae consecuencias nefastas. Este es un nuevo ejemplo. La salud pública es un derecho de todos, difícilmente conseguido en la Edad Contemporánea, para ponerla en peligro por planteamientos ideológicos. Igual, al ser humano le vendría bien poner en cuarentena a las ideologías.



jueves, 16 de agosto de 2018

Tragedias, que deben mover a reflexión

Las tragedias del viaducto Morandi y del puerto de Vigo nos plantean unas dudas razonables, más allá de las críticas a unas deficientes labores de mantenimiento, achacables a determinada concesionaria de autopistas o al Ayuntamiento de la ciudad gallega, dirigido este último por un político, Abel Caballero, que, independientemente de sus aciertos y sus errores, lleva ya en la vida pública cuarenta años, tiempo más que suficiente para dar el relevo a otros. 

Me refiero a uno de los relatos de mayor difusión en la contemporaneidad, nacido de la Ilustración, que nos asegura que el ser humano domina la técnica. Sin duda que tal narrativa se basa en una percepción razonable del progreso alcanzado en los dos últimos siglos y que es inobjetable en múltiples campos, desde la sanidad a las infraestructuras. Quien lo niegue, sencillamente debería quitarse las vendas que le impiden ver la realidad.

Pero tal verdad objetiva no implica que dominemos la técnica, como nos hemos creído por escuchar el relato épico de la capacidad del Homo sapiens. Los casos de Génova y Vigo nos lo vuelven a mostrar. El viaducto Morandi fue saludada en 1967, el año de su inauguración, como una obra maestra. Pero, carecemos aún de estudios indubitables sobre la resistencia de materiales, como el hormigón armado precomprimido y el acero de los tirantes del viaducto, que habían suscitado dudas según pasaban los años. El puerto de Vigo fue premio Nacional de Arquitectura en 2005, pero en el espacio de una década, la tarima de madera flotante, el hormigón sobre el que se asentaba y, a su vez, la estructura palafítica de pilotes en el mar,  han sufrido un deterioro irreversible que provocó su hundimiento.

Todavía nos queda mucho y sería bueno dejar de creer en relatos lineales e infantiles, propios de una visión teledirigida de la Historia, que lo único que conllevan es una autocomplacencia en nuestra especie que, como hemos visto una vez más, salen  caras, como el número de víctimas de una y otra tragedia evidencian.


viernes, 10 de agosto de 2018

Callar

Más de cuatro mil venezolanos al día cruzan la frontera con Ecuador. Cerca de medio millón lo han hecho ya. Muchos continúan su peregrinar hacia Perú y Chile. Pero no es la única ruta de huída. El éxodo de venezolanos por Colombia supera los seiscientos mil.  La población total de Venezuela es de 32 millones de personas. Por tanto, sin contar a los que se han ido a otros países, como España, más de un 3% de la población se ha largado de Venezuela en busca de un futuro.

Tales datos debían mover a la reflexión. No se trata ya de la mera existencia de un Régimen represor de sus ciudadanos, sino de una  grave crisis de refugiados, que huyen del hambre, de la miseria y de los problemas sanitarios que todo ello conlleva.


¿Y que hace la nueva izquierda europea, ante esta? Callar, porque sus conmilitones ideológicos son los que gobiernan en Venezuela. Un nuevo ejemplo de anteojeras ideológicas que traen el infierno a la tierra.

jueves, 9 de agosto de 2018

Diferente trato

La decisión de un juez de elevar al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña la investigación sobre Pere Aragonès al entender que podría ser constitutiva de delitos no ha tenido la misma reacción social que la producida cuando otro magistrado hizo lo propio, esta vez ante el Tribunal Supremo, sobre Pablo Casado. En ambos casos, al gozar ambos de aforamiento, los jueces entendían que había razones para imputarles, pero debido a esa prebenda, inconcebible en un Estado de derecho avanzado, no podían seguir investigándolos, por lo que elevaban a esos tribunales superiores el caso.

Más allá de la crítica a la figura del aforado, que desvirtúa el principio básico del juez natural, esencial en toda estructura judicial democrática, lo que quiero llamarles la atención es la respuesta social dada a un caso y otro. En el del presidente del PP, todas las formaciones políticas, salvo la suya, salieron en tromba exigiendo que el afectado diera explicaciones y pidiendo en su mayoría su retirada de la política. En cambio, en el del adjunto a la Presidencia de ERC y actual vicepresidente de la Generalitat las reacciones han sido más tibias.

Las razones de ello inciden en que Aragonès se ampara en lo identitario, en la Patria catalana a la que aspira, justificando cualquier delito en aras de ese ensueño arrebatador. En cambio, Casado no tiene ese paraguas, pese a que se refugie enarbolando otra bandera, en este caso la española.


Pero, nuestra sociedad establece una diferencia y en esa medida lo hacen los partidos, que no nos engañemos están hechos a imagen y semejanza nuestra, con todas las carencias, ineptitudes y caciquismos propios de la realidad que los cobija. Y esa disparidad se debe a un cáncer que ha corroído a la sociedad contemporánea: la identidad nacional. Especialmente, significativo aunque no única, en la nueva izquierda política, olvidada de sus orígenes internacionalistas, lo que le permite pedir la dimisión de  Casado, pero no la de Aragonés, sin alterarse ni un pelo. 

martes, 7 de agosto de 2018

La paradoja democrática

Hoy les quiero hablar de David Grossman, un escritor israelí, uno de los pocos que en Israel clama en el desierto por la paz con los árabes, a propósito de un artículo aparecido en El País, donde formula acertadamente la premisa más necesaria de toda democracia, aquella que, como la prueba del algodón, certifica el Estado de derecho.

Dice Grossman: “Exige comprender que la actitud respecto a la minoría es una de las grandes pruebas que tiene que superar una mayoría en un régimen democrático”. Difícilmente se puede expresar mejor el respeto que debe recibir la minoría frente a la mayoría triunfadora en unos comicios democráticos, hasta el punto que cuanto menos cambie la vida de los primeros, más fortalecido saldrá el Estado de derecho y más se engrandecerán éticamente los segundos. Esa es, sin duda, la paradoja que todos deberíamos aprender, porque así ganará  siempre la democracia. 

El escritor, que hace ahora doce años perdió a un hijo luchando en Líbano, hacía referencia a la deriva judía en Israel, cuyo parlamento ha aprobado convertir ese Estado laico en un Estado-nación judío, que privará de la nacionalidad a una quinta parte de su población: a todos aquellos de origen árabe.  De prosperar la iniciativa, consagrará la existencia de dos tipos de personas en Israel. Y uno de ellos se verá privado de sus derechos. 

Ahora, si ustedes quieren, pueden descontextualizar la frase y aplicarla a cualquier situación, también a las más cercanas. Comprenderán así que lo que muchos entienden por democracia, el mero recuento y cuanto más repetido, es un aspecto menor de la democracia. Lo relevante es garantizar los derechos de todos. Especialmente, que la mayoría no se imponga sobre la minoría.


lunes, 6 de agosto de 2018

La opción peor

El PP tiene un problema con el máster de Pablo Casado. La juez considera que se lo regalaron y envía lo investigado al Tribunal Supremo, órgano competente por ser aforado al máximo dirigente del partido en su condición de diputado. El máximo órgano jurídico decidirá pues si investiga o no al hoy por hoy líder de la oposición.

Ls gravedad del tema no ofrece duda. No solo el PP tiene un problema, sino que ya lo tiene todo el país. Es decir, lo tenemos todos. Y cuando eso ocurre, lo más sencillo es cortar por el lado más fácil y dejar de provocar tensiones en el sistema social, aceptando el valor superior colectivo. Es decir, marchándote a casa. Pero, esa solución suele ser la menos seguida, ya que nuestra especie se caracteriza porque sus miembros tratan de imponerse a los demás. En el caso presente, me temo que será así, con un Casado aferrado al sillón de Génova, mientras el descrédito de su partido, afectado en el pasado por graves corrupciones, continúa.


Queda también en evidencia, una vez más, que las decisiones colectivas pueden ser nefastas. Que se lo pregunten a los compromisarios del PP, que cuando eligieron entre dos candidatos, pudieron barruntar que llegaríamos a esto, pero optaron por la opción peor. 

viernes, 3 de agosto de 2018

La prostitución y la violencia de género

Hoy les voy a hablar de un problema existente en nuestra sociedad que raramente ocupa un lugar destacado en el debate y que a mi juicio, mientras no sea combatido, difícilmente se logrará mejoras contra la violencia de género.

Me refiero a la prostitución. Publica hoy El País un magnífico artículo de la decana de los abogados barceloneses, María Eugenia Gay, que merecería ser atendido por los políticos, pero me temo que no lo será, confirmando el ostracismo de la sociedad civil en la dirección de los asuntos públicos, algo que se padece especialmente en un país como el nuestro tan ideologizado.

Les remito a su lectura, pero me gustaría destacar un dato que aporta la letrada, que me parece especialmente relevante. En España, existen cerca e 2.000 centros de explotación sexual que mueven cinco millones de euros al día. Con solo esas cifras, advertimos de la magnitud del problema y de su difícil erradicación, en la medida en que los que se benefician de ello, probablemente obtengan réditos superiores a los del tráfico de drogas. De ahí, mi pesimismo ante la posibilidad de que la clase política forzara un pacto de Estado para acabar con esa lacra.


Y es una pena, porque, mientras no se persiga la consideración de la mujer como una mercancía, no avanzaremos en la lucha contra la violencia de género. Y seguirán muriendo, una tras otra.