miércoles, 13 de junio de 2018

El Mal y los votos

El rechazo a acoger a los seiscientos náufragos del Aquarius es una decisión intrínsecamente mala. El gobierno italiano se ha comportado indignamente con este hecho. Especialmente su ministro del Interior, Matteo Salvini, el líder de la supremacista Liga, antes un movimiento nacionalista de la Padania, reconvertido ahora en nacionalista italiano, que hace de la xenofobia y del rechazo al inmigrante el fundamento de su ideario.  Salvini impedía así arribar al  Aquarius, mientras los italianos votaban en comicios locales. Es más, la coincidencia de ambos hechos,  el portazo a los migrantes y la convocatoria a las urnas, se ha traducido en un incremento del voto para la Liga, que gobierna en Italia apoyada por los anti-sistema del Movimiento Cinco Estrellas.


Por tanto, tenemos una actuación moralmente mala, que se traduce en un respaldo democrático. Pero, no es la primera vez en la Historia que actúan conjuntamente el Mal y los votos. Hay precedentes. Todos ellos, infames.

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