viernes, 15 de junio de 2018

El reto de la emigración

El reto de la emigración sigue fracturando a Europa. A la crisis provocada por Italia, cuya insolidaridad con respecto a Europa, ha llevado a denegar el acceso de 629 náufragos que serán finalmente desembarcados el domingo en España, se suma  ahora las tensiones entre dos de los tres socios del gobierno alemán, entre los partidos hermanos de la CDU y de la CSU. 

Angela Merkel afronta una rebelión protagonizada por los social-cristianos, que gobiernan secularmente en Baviera. Liderados por el ministro del Interior Horst Sechofer, exigen a los cristiano-demócratas endurecer las políticas de asilo y cambiar el rumbo de la Unión Europea en materia inmigratoria, aplicando criterios más restrictivos.

Merkel intenta frenar tal ofensiva argumentando que adoptar medidas unilaterales en materia emigratoria por parte de Alemania supondría enmendar la libre circulación europea, uno de los pilares de la Unión Europea. En concreto, hace referencia a la exigencia del CSU de impedir que un emigrante con asilo concedido por otro país europeo deba ser admitido en tránsito por Alemania.

Subyace en ello, nuevamente, la divergencia entre la construcción europea y el nacionalismo de los estados que componen la UE. Entre la globalización de los problemas, a nivel continental, y las singularidades de los territorios. Una disputa que debería separar a los progresistas de los tradicionalistas, pero que en esta época de enormes despistes ideológicos, agrupa a formaciones que se reclaman de uno y otro lado, mezclando a izquierdistas con nacionalistas y a antisistemas con derechistas, como el ejemplo italiano acredita y, sin ir más lejos, el español.

Tamañas contradicciones no son exclusivamente de estos tiempos confusos, como acredita que unos denominados cristianos (CSU) erijan más barreras a los emigrantes, mientras que otros (CDU) pretendan mantener la situación actual, que tampoco se caracteriza por una política de puertas abiertas a los más desfavorecidos.

Y en el fondo de la cuestión, de nuevo unas elecciones, como elemento explicativo. Las que se celebrarán en septiembre en la región de Baviera, donde secularmente ha gobernado la CSU, hegemonía que han puesto en peligro los xenófobos de Alternativa para Alemania. 


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