jueves, 12 de agosto de 2021

Suicidas

Alemania encara unas interesantes elecciones legislativas para todos los europeos en las que los partidos políticos van concretando su ideario y sus programas. Una de las formaciones que asombró en los anteriores comicios fue Alternativa para Alemania, un partido ultraderechistas que ha hecho de su lucha contra los inmigrantes el eje de su actuación, recuperando viejos dogmas que nos devuelven al recuerdo ensombrecido de ese país.  Ahora, en estas nuevas elecciones abandera también a los que se niegan a vacunarse ante la pandemia mundial del Covid. Si el racismo es algo contrario a lo racional, la defensa del negacionismo en lo relativo a la salud raya en una actitud suicida que puede ser muy grave, no solo para Alemania sino para toda la humanidad. 


Sin embargo, el consuelo de que de esta manera los ultras alemanas se retratan y que tal posición les restará votos, es demasiado optimista, en la medida en que creemos que el debate político es en sí exclusivamente racional. Mucho me temo que ni siquiera en Alemania es así.


miércoles, 11 de agosto de 2021

Afganistán, una muestra más de la estulticia humana

El avance talibán en Afganistán a la par que se produce la retirada de las tropas de Estados Unidos ha provocado ya un éxodo de 400.000 afganos temerosos de las venganzas integristas de los primeros. Huyen despavoridos todos aquellos que han colaborado durante dos décadas con la invasión norteamericana y en general los que temen con fundamento el enorme retroceso en derechos, especialmente de género, que se avecina en el futuro régimen talibán que se impondrá en el país asiático.


Se cierra así un período en Afganistán, abierto con la invasión estadounidense contra el Emirato Islámico, ordenada por uno de los presidentes norteamericanos menos preparados de su historia, George Bush hijo. La razón argumentada entonces era combatir el terrorismo islamista de Bin Laden, que había ocasionado los terribles atentados del 11-S en suelo americano. El objetivo era limpiar Afganistán de terroristas y facilitar la instauración de un régimen democrático en el país musulmán, además de incrementar el área de influencia estadounidense en Asia. Una guerra, que fue secundada por España, y que ocasionó la muerte de 150.000 personas, entre ellos 34 españoles. 


Ahora, veinte años después, todo vuelve al principio. Los talibanes se aprestan a reconquistar su país e imponer de nuevo un régimen islamista. Sin duda, este viaje de ida y vuelta es uno de los múltiples ejemplos de la estulticia humana.