miércoles, 27 de abril de 2022

Transnistria

Los sucesos de los últimos días en Transnistria, la estrecha franja autoproclamada independiente de Moldavia por sus habitantes prorrusos, colindante con Ucrania, deberían alertar a los europeos, ya que indican la siguiente etapa diseñada por Putin en su secular guerra contra el mundo occidental.


Las dificultades de la invasión rusa en Ucrania van a ser contrarrestadas por Putin con la desestabilización de Moldavia, estado igualmente no amparado por la OTAN.  Se trata de una estrategia consistente en desviar el foco de atención de los rusos respecto a una guerra que no ha sido el desfile triunfal previsto, porque necesita de un nuevo conflicto en el que concentrar la atención nacionalista rusa.


El nacionalismo, cualquiera de ellos, necesita de la tensión permanente y de una cuota considerable de victimismo. Ahora, se presentará a la población del río Dniéster como víctima de la opresión moldava, como hizo con la del Donbas respecto a Ucrania, justificando una futura intervención militar rusa.


La lucha de Rusia contra Europa dispondría así de un nuevo escenario, independientemente de cuándo se concretase y el formato que revistiese, ya fuera guerra militar abierta o intervenciones más contenidas. En cualquier, era bastante previsible, por lo que resulta bastante incomprensible que todavía haya europeos que se nieguen a ver la realidad, contemporizando con un dirigente que a la par sigue amenazando con el uso de armas atómicas.

lunes, 18 de abril de 2022

Localistas y globalistas, la nueva divisoria política

Lo ha dicho muy claro Jordan Bardella, el presidente del Reagrupamiento Nacional, la formación de la candidata de extrema derecha, Marine Le Pen, que compite contra Macron por la Presidencia de Francia. Bardella ha propuesto un nueva línea divisoria de la política, más allá de la tradicional de izquierda y derecha. Para el dirigente extremista, la elección del próximo domingo en Francia decidirá entre “la nación, que protege, o la mundialización, la desregulación, la desaparición de las fronteras. Es la división entre los localistas y los globalistas”. 


Tal discurso tiene la virtud de diferenciar entre el nacionalismo y el internacionalismo, además de clarificar la postura de muchos de los populismos, incluidos el de la extrema derecha francesa. También debería servir a la izquierda para replantearse muchos de sus postulados de los últimos años, tras abandonar el internacionalismo de sus orígenes. Eso tal vez explique la crisis del Partido Socialista francés.


En cualquier caso, debería hacer pensar a muchos que hay unos que quieren elevar más las fronteras y otros que aspiran a un mundo donde los nacionalismos desaparezcan, también, por supuesto, los que invaden y propagan la guerra por el mundo.


martes, 12 de abril de 2022

Los fracasos de Putin

El desarrollo de la Guerra de Ucrania ha alcanzado ya una dimensión que nos permite constatar diversos fracasos de Putin, que paso a enumerar:


  1. La invasión de Ucrania ha evidenciado las deficiencias del Ejército ruso, entre ellas que se encuentra muy alejado de ser una maquinaria todopoderosa. El Goliat ruso ha presentado graves problemas de suministros y operatividad, no ajenos a la corrupción intrínseca de todo régimen dictatorial, de los que la OTAN ha debido tomar buena cuenta. Tan solo el hecho de tratarse Rusia de una potencia nuclear impide a buen seguro una respuesta adecuada de los países occidentales que reduciría a Moscú a la condición de un agente muy secundario en la competencia mundial.
  2. La retirada de Rusia de la zona norte de Ucrania es la mayor constatación de ese fracaso, mostrando además que la cruel represión ejercida entre la población, de la que cada día aparecen más evidencias, es un ejemplo más de la impotencia para implementar los postulados nacionalistas rusos.
  3. Rusia pretende ahora centrarse en la zona sureste intentando desgajarla del Estado ucraniano con la pretensión de establecer una nueva frontera que acompañe el río Dnieper, en una nueva edición del sueño nacionalista de la Nueva Rusia del ochocientos zarista.
  4. Ucrania, que era solo un Estado, lleva camino de convertirse en una Nación, precisamente como reacción a la invasión rusa, incluyendo a los millones de ucranianos de lengua materna rusa. Dicho nacimiento de una nación conllevará obviamente una exaltación nacionalista que a su vez condicionará a la futura Ucrania resultante, también en sus aspectos más controvertidos, entre los que se encuentra su pasado más polémico como la connivencia con actitudes filonazis. En este sentido, ha sido mayúsculo el error de la invasión de Ucrania, cometido por un aprendiz de brujo, llamado Vladimir Putin.
  5. Tan enorme como haber despertado a Europa de la somnolencia confortable en la que se instaló tras la Segunda Guerra Mundial. De todos los errores de Putin, es este el que presenta los aspectos más atractivos, aunque no estén exentos de otros más negativos, como la detracción de los esfuerzos en educación y sanidad por los armamentísticos a los que deberá hacer frente la Unión Europea. Por lo más cercano que nos atañe, este es sin duda el que más nos afectará a los exquisitos europeos que vivíamos confiados en nuestro maravilloso rincón del planeta.