viernes, 28 de septiembre de 2018

Amor romántico

Publica hoy El País una tribuna de Paloma Tosar López, experta en cuestiones de género y activista feminista, muy certera en su análisis sobre la violencia de género, además de muy oportuna, cuando llevamos seis asesinatos en tan solo 48 horas. Recuerda Tosar que una de las cuestiones que más le sorprendieron cuando empezó a trabajar con mujeres víctimas del amor machista fue que la mayoría seguía viviendo con el maltratador. La escritora explica certeramente que tal fenómeno se debe al patrón aprendido del amor romántico.

Un amor, que dicho sea de paso, solo lleva entre nosotros, en la Humanidad, dos siglos de existencia. Es decir, los patrones anteriores en las relaciones entre seres humanos no obedecían a tales presupuestos, derivados de los planteamientos del amplio movimiento cultural e ideológico que fue el Romanticismo, que tanto ha configurado la contemporaneidad, hasta el punto de definirla. Entre todas las novedades que conllevó el Romanticismo, probablemente no haya otra más destacada que la primacía del sentimiento sobre la razón.

Más allá de esta obligada disertación, retomo el artículo de Tosar para señalar que la escritora achaca que ese amor romántico es el patrón, la forma habitual de educar actualmente a las mujeres, a las que desde niñas se les orienta a considerar el amor de pareja como la “piedra angular de nuestra existencia”. Y con criterio analítico añade: “Aprendemos que el amor de pareja  es lo más importante, algo que hay que salvaguardar eternamente, a costa a veces de nuestro bienestar físico, emocional y psicosocial. Aprendemos que no somos seres completos, que necesitamos una media naranja e interiorizamos un terrible miedo a la soledad”.

Por ello, Tosar propone, con toda lógica, acabar con ese patrón, lo que indudablemente se traduciría en una mejora sustancial de la situación sobre la violencia de género, en la medida en que muchas mujeres dejarían de estar tan expuestas por continuar con su maltratador.  Sin duda, tal conclusión es tan certera como el análisis previo. 


Tan solo me atrevo a añadir una reflexión: ¿la sociedad contemporánea está dispuesta a equilibrar razón y sentimiento, en detrimento del segundo, idolotrado desde el Romanticismo? Porque eso, sin duda, que sería decisivo para acabar, o al menos, aminorar esa lacra terrible que es la violencia de género. Pero, no se si los contemporáneos están dispuestos a pagar tal precio.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

El Satán contemporáneo

Rechazamos la ideología de la globalización y abrazamos la doctrina del patriotismo”. Esas palabras fueron dirigidas al plenario de Naciones Unidas por el presidente de los Estados Unidos. De Donald Trump se pueden decir muchas cosas. La mayoría inciden en su simpleza y en su capacidad de reducir todo a una dicotomía ramplona, escapandosele los análisis complejos. Puede que tengan razón, pero de lo que no me cabe ninguna duda es que el mandatario es muy claro en sus mensajes. 

El pronunciado ayer en la ONU es meridiano y resume el nacionalismo ideológico que profesa a pie juntillas. “Primero, América”, fue el lema electoral que engatusó a millones de estadounidenses y le dio democráticamente la magistratura más importante del planeta. El mundo, pues, en su cerebro, se divide entre los estadounidenses, a los que basándose en una larga tradición británica denomina como americanos, y el resto del mundo. No hay dudas.


Lo digo para que nadie se engañe. También, todos aquellos populistas, incluidos los nacionalistas, que han hecho de la globalización el Satán contemporáneo. Los de derechas y los que hoy en día proliferan en la izquierda.

martes, 25 de septiembre de 2018

Puro progreso

El Partido Laborista, uno de las formaciones más señeras de lo que a veces con injustificado desdén se llama la vieja izquierda, ha vuelto a sorprender. Y gratamente. Lejos de enredarse, monopolizando el congreso que celebra en Liverpool con su respuesta a un segundo referéndum sobre el Brexit, los laboristas han hecho una propuesta de alto contenido social, que demuestra que el pensamiento de izquierdas no está agotado, ni adulterado por los planteamientos populistas y demagógicos de lo que entusiástica y cándidamente se denomina nueva izquierda.

Recuperando viejos planteamientos consustanciales al socialismo, como la autogestión, el Partido Laborista ha propuesto que las grandes empresas creen un fondo de propiedad, formado por los beneficios empresariales,  que permita dar a sus trabajadores acciones y un mayor margen decisorio en la compañía.  Es decir, incrementar la responsabilidad del empleado, haciéndole corresponsable de la buena dirección de la empresa, en un modelo no muy alejado de las cooperativas.

Eso sí que es un serio planteamiento social, en la medida en que supondría democratizar el capitalismo, verdadero campo de batalla de la igualdad, sin necesariamente destruir la productividad que garantiza el Estado de Bienestar, abogando por  un equilibrio entre el capital y el trabajo. Puro progreso. 


lunes, 24 de septiembre de 2018

Sueño o pesadilla

El referéndum del Brexit es una muestra de como los plebiscitos pueden empeorar los problemas y no resolverlos. Tal afirmación, que no deja de ser una perogrullada, conviene expresarla en esta época que idolatra, sin apenas reflexión, la democracia directa.

Aquel referéndum británico, en el que venció el nacionalismo inglés, no solo ha metido al Reino Unido en un laberinto del que no le va a ser fácil salir, sino que ni siquiera su resultado ha logrado ser respetado, hecho propiciado sin duda por lo ajustado de aquella decisión: menos de cuatro puntos porcentuales y poco más de un millón de votos. Jeremy Corbyn en vez de asumir el liderazgo de la oposición y tomar una clara postura, plantea ahora delegar en el congreso que los laboristas celebran en Liverpool la decisión final respecto a si reclaman un nuevo plebiscito. 


Decía Ernest Renan que una nación era aquella que cada día plebiscitaba su continuidad. Las nuevas tecnologías hacen ahora posible lo que el historiador francés planteaba en el siglo XIX.  La revolución digital permite ya de hecho que se celebren continuos referendos por vía de internet, haciendo posible la implementación permanente del dictado de la opinión pública. Otra cosa es si tal avance técnico ayudará a resolver los problemas o supondrá  una nueva fuente de obstáculos, derivados de los vaivenes momentáneos. Tal vez estemos asistiendo a los primeros momentos de una nueva distopía, cuando aún confundimos la pesadilla con el sueño.  

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Resonancias apropiadas

Dos meses lleva el Parlamento catalán sin reunirse en pleno. Tal anomalía evidencia hasta que punto Cataluña se ha convertido en un democracia de muy escasa calidad, lo cual es un grave problema no solo para tal comunidad autónoma, sino para toda España, en la medida en que una parte puede desestabilizar al conjunto. Reflexión que dejo para otro día, en el que intentemos calibrar hasta que punto la crisis catalana ha incidido negativamente en la democracia española.


Volvamos, pues, al presupuesto inicial: un Parlament que no tiene previsto reunirse hasta el 3 de octubre. La razón de ello, es que el independentismo, que mantuvo su mayoría de  escaños en las últimas elecciones, no quiere admitir la suspensión judicial de seis parlamentarios, entre ellos Puigdemont. Pero sin esos votos, pierde tal ventaja. De tal manera, que mientras que Junts per Catalunya y ERC negocian como salir del atolladero, mantienen cerrado de hecho el Parlament, sustrayendo los debates que demanda cualquier sociedad democrática. Así, desde el 18 de julio, una fecha de resonancias apropiadas. 

lunes, 17 de septiembre de 2018

De impulsos y fantasmas

Pedro Sánchez, demostrando su condición de político, ha dado un impulso a su gobierno, que en las últimas semanas había avanzado en la senda del descrédito, como el caso de Carmen Montón y su plagiado Trabajo Fin de Máster acreditan, además de demostrar una capacidad en enredarse en polémicas propiciadas por el propio ejecutivo, a las que no son ajenos los vaivenes y contramarchas de sus propios integrantes.

Pero, con la propuesta de hoy, el presidente del gobierno ha recuperado la iniciativa, proponiendo uno de los debates que más apasionan a la sociedad española: el de la reforma constitucional. Más allá de la dificultad objetiva que ello conlleva y de la subjetivas que el resto de formaciones políticas añadan, el planteamiento de reducir el número de aforamientos solo puede recibir elogios. Todo aquello que refuerce la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, debe ser bienvenido. En los próximos días asistiremos a un interesante baile en el que será muy significativo como se mueven los partidos políticos. 


Eso permitirá a Pedro Sánchez mantener la delantera, aunque determinados asuntos pueden volver a enturbiar al ejecutivo, pese al intento de darles carpetazo.  Entre ellos, los más complejos, como la inmigración. Pero, también otros, no menos penosos, como el de la tesis del presidente. Hoy por hoy, no se puede descartar por completo que no haya plagio. Los programas Turnitin y PlagScan, aplicados al trabajo académico de Pedro Sánchez, son utilizados en múltiples universidades para descartar a priori groseras muestras de plagio. Ahora, la tesis debería ser estudiada a fondo, las 342  páginas que contiene, y contrastarla con las publicaciones que han sido comentadas como supuesto objeto de copia, excluyendo por supuesto los propios trabajos anteriores de Sánchez que por definición no son plagiables y son en cualquier caso un mérito del entonces doctorando.  Con el resto, hay que comprobar si el trabajo académico del presidente cita tales párrafos correctamente. Si fuera así no hay plagio. Pero tal dictamen, no puede hacerse en unos pocos días, como ha hecho El País. Se necesita semanas, si se acomete de una manera rigurosa, siendo incluso aconsejable el dictamen de diversos expertos universitarios. Es por tanto, un fantasma que aún puede reaparecer, haciendo resbalar a un gobierno que ha tomado impulso gracias a la maniobra de su presidente.

jueves, 13 de septiembre de 2018

Plagio

El más grave fraude que un estudiante puede cometer a la hora de elaborar una tesis doctoral o un TFM o TFG, siglas que hacen referencia a los trabajos fin de Máster o de Grado, la antigua licenciatura, es plagiarlo. Todos esos trabajos deben estar llenos de textos tomados de otras obras académicas, pero debidamente referenciados mediante citas en las que queda clara la autoría de las mismos. Una tesis, TFM o TFG es fundamentalmente una recopilación de tales referencias de autoridad, más una investigación propia, a través de documentos o ensayos científicos, que permiten al que la sustenta llegar a unas conclusiones inéditas en la literatura científica. El tribunal debe valorar esos tres aspectos a la hora de la evaluación. Cualquier fraude en alguno de ellos: la copia de textos sin citas, la falsedad en la investigación o unas conclusiones ilógicas anula el carácter científico de tales trabajos. De los tres, el plagio es el más común y el más pernicioso para el sistema académico, en la medida en que siembra dudas sobre la propia literatura científica, que se va construyendo sobre aportaciones académicas anteriores.

Por eso el caso de la exministra Carmen Montón era más grave que el de Casado, al que las sospechas indican que le regalaron las notas en las asignaturas, o incluso al de Cifuentes, sobre el que existen indicios de que sencillamente no hubo tal TFM. Y por eso, si las acusaciones contra Pedro Sánchez toman cuerpo, sería igualmente demoledor. Estamos hablando de la segunda autoridad del Estado español.


martes, 4 de septiembre de 2018

¿Izquierda o extrema derecha?

Podemos, que negocia con el gobierno los nuevos Presupuestos, ha pedido al ejecutivo que elimine la desgravación fiscal de los fondos de pensiones que muchos particulares alimentan con sus ahorros para completar las magras pensiones públicas y asegurarse así un mejor futuro en sus últimos años de vida.

He de reconocer que me costó entender que tal propuesta era de Podemos. Pero, sí. La formuló su máximo responsable de Organización, el considerado número tres del partido, Pablo Echenique. Tras releer la noticia no quedaba lugar a dudas. La dirección de una formación que se dice de izquierdas pretende acabar con una fórmula que permite a muchos, entre ellos a un respetable número de trabajadores, optar a una mejor jubilación. Mi extrañeza venía por el hecho de que una propuesta de ese tipo solo podía provenir de la extrema derecha, ideología que pretende que solo la elite económica disponga de un plus en sus pensiones públicas, ya que serían los únicos que podrían pagar un fondo de pensiones privado que no desgravara a Hacienda.  De tal manera, que la inmensa mayoría de la población tendría que contentarse con una escasa jubilación, mientras que unos pocos privilegiados económicos disfrutarían de una mejor vejez. Un planteamiento claramente discriminatorio y en ningún caso de izquierdas, que realzaría la división social, entre ricos y pobres, a satisfacción de los más reaccionarios.

Por este solo motivo, los partidos que realmente tienen un pasado y una formación de izquierdas deberían dejar de deslumbrarse ante estas nuevas formaciones que se proclaman de esa ideología, pero que en realidad la desacreditan. Sin complejos. Y no estaría de más revisar la conducta, practicada hasta ahora, que idolatra el 15-M, ya que no en balde nacieron de aquello.


lunes, 3 de septiembre de 2018

Vic, el alba de la distopía

La megafonía transmite el mantra del reino de los cielos, la independencia que está al alcance de la mano, el asalto a un paraíso, que por fin se hará realidad. La torre del Ayuntamiento predica la buena nueva a una población de apocados sin fisuras que muestra su gratitud ante el maná que cae en las calles, bendiciéndolas.

Hace mil doscientos años, era la voz del almuecín, la que llamaba a la umma a la oración,  a una comunidad unida, sin disidencias. E igualmente convencida de su sueño. Poco después, fueron las campanas, que tocaban sin disonancias, augurando el reino de los justos. Hasta llegar a formular el más excelso tradicionalismo hispánico, aquel que combatió el Progreso en aras de un carlismo militante que sometió a sangre y fuego durante todo un siglo a una sociedad atrapada en el pasado. Porque, ese es el afán totalitario, que desemboca irremediablemente en la distopía. 

Dentro de poco, una o dos generaciones, de repente, el alba se convertirá en ocaso. Y la utopía se destrozará en cristales, que serán barridos en busca de un nuevo espejismo.  Y así, sin solución de continuidad, hasta el fin del idolatrado Homo sapiens.