lunes, 30 de enero de 2023

Sánchez indica el camino a Podemos

La rectificación de Pedro Sánchez con respecto a la ley del solo sí es sí, después de más de tres centenares de reducciones de penas en el escaso tiempo que lleva en vigor, está indicando el camino a Podemos. 


El goteo de noticias con esas rebajas y, en algunos casos, excarcelaciones anticipadas ha colmado la paciencia del presidente del Gobierno que empieza a temer el horizonte electoral que se nos viene encima en este año. Porque si hay algo que ha afectado a las perspectivas electorales de la izquierda desde que hace cuarenta años recuperamos la democracia es la sensación, cierta o no, de que los gobiernos de esa ideología no son capaces de gobernar con acierto. Recuerden, por ejemplo, la política económica de Rodríguez Zapatero que se saldó con la derrota socialista y la instalación de Rajoy en la Moncloa por espacio de más de seis años.


La ley del solo sí es sí encaja en ese esquema, que penaliza las normas técnicamente deficientes y a sus responsables gubernamentales. Se trata de una legislación que tiene la enorme virtualidad de poner el foco de atención en el consentimiento, logro objetivamente indudable, pero cuya implementación técnica se ha revelado defectuosa, tal como alertó más de un informe previo. Y en ello, existe un responsable dentro del gobierno que es Podemos y una actitud, que se pude calificar de soberbia y que revela incapacitación para la autocrítica.


Sánchez ha tomado conciencia de ello, probablemente ante las perspectivas electorales, pero al imponer la rectificación está intentando evitar que su gobierno sea visto como incapaz e incompetente; consciente de que ello mermaría seriamente sus posibilidades en los próximos comicios generales. 


La decisión socialista de modificar la ley con el acuerdo o no de Podemos, está indicando a la formación morada el camino a tomar, también fuera de un gobierno que Sánchez siempre ha querido que fuera y pareciera competente, como ha demostrado en Europa, plegada a sus tesis por eficaces. Un giro centrista del presidente del Gobierno, cuando ya no necesita sacar adelante unos nuevos presupuestos con los frankenstein, puede ser tentador para Mr. Handsome. No en balde, desde la restauración democrática, siempre se han ganado las elecciones desde el centro.