miércoles, 30 de noviembre de 2016

Consecuencias del populismo

Una de las consecuencias del triunfo del populismo en Estados Unidos es que los europeos tendremos que dedicar más recursos a la defensa; es decir, que los ciudadanos de los países de la UE gastaremos más en armamento, detrayéndolo de educación y salud. La Comisión Europea planea crear un fondo europeo que fomente la inversión militar. Con ello pretende contrarrestar la demanda del presidente electo Donald Trump, quien como candidato prometió que Estados Unidos gastaría menos en las seguridad europea, al considerar que era excesiva la participación norteamericana en la defensa del continente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Y todo ello en un momento en el que Vladimir Putin consolida el liderazgo de Rusia, después de anexionarse Crimea.

Ese es el mundo existente.

martes, 29 de noviembre de 2016

Pies de barro

El nuevo líder del eurófobo UKIP, Paul Nuttall, lo ha dejado muy claro: la ambición del partido populista es convertirse en el partido de los trabajadores, reemplazando al laborismo. Ante esa estrategia, solo cabe por parte del socialismo británico un claro y decidido ataque contra la formación emergente. 

Menos claro lo tiene aquí en España, el PSOE, aún desorientado por el populismo. Si no quiere acabar vapuleado por éste, los socialistas deberían distanciarse y sin complejos atacarle. Comprobaría sus pies de barro.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Dictador y revolucionario

Pocas figuras políticas del mundo contemporáneo han recibido calificativos tan contestados por detractores y seguidores que Fidel Castro, muerto a los 90 años. Sin embargo, de todos ellos hay dos difícilmente rechazables. Uno es el de revolucionario, pese a que algunos de sus enemigos se mostrarán contrarios a concederle tal consideración debido a la carga positiva que tal termino conlleva en la cultura occidental, alimentada por los milenarismos utópicos consustanciales a la misma desde hace dos milenios en busca de la igualdad. Otro es de el dictador, aunque aquí sean sus más fieles partidarios los que muestren su desagrado, sin reparar en que las connotaciones negativas de tal calificativo no existían en el origen de nuestra cultura greco-latina.

Mayores apoyos recibirá la consideración de Fidel Castro como un antidemócrata, aunque haya un pequeña legión de devotos capaces de hacer loas a la democracia comunista que durante medio siglo experimentó parte del planeta y que en 1989 se derrumbó como un azucarillo, cuando miles de ciudadanos que disfrutaban de tal régimen huyeron despavoridos al caer el Muro de Berlín. Sin contar el millón largo de cubanos, de los once existentes, que abandonaron su isla con destino a Florida y otras partes del mundo, afrontando en muchas ocasiones los peligros de la travesía marítima.

También se escucha tras su muerte a algunos que no tienen reparos en presentarle como un adalid de la libertad. Es verdad, que tal consideración tenía más adeptos cuando el 8 de enero de 1959 entró en La Habana, después de haber cimentado su leyenda en la lucha de Sierra Maestra. Pero hoy en día, serán muy pocos los que los que sostengan que Fidel luchó por las libertades individuales.

Otra cosa es que se le vea como un libertador. Y en concreto como el prototipo de las luchas de liberación nacional que durante la segunda mitad del siglo XX se extendieron por el mundo. Sin duda que el hecho de haberse convertido Cuba en un mero protectorado estadounidense tras independizarse de España contribuye a esa concepción. Fidel, hijo de un soldado español que luchó contra Estados Unidos y los independentistas cubanos, habría devuelto seis décadas después la dignidad a la isla, mostrando los dientes al imperialismo yanqui. 

Pero, sobre todo fue Mayo del 68 el que elevó a Fidel y a su compañero el Ché a los altares. Mucha parte de una generación, irreverente y convencida del adanismo, le confió la aureola de guía, de comandante, de líder supremo, incluso de caudillo, en la senda de los libertadores latinoamericanos. Toda la izquierda del mundo occidental se rindió ante aquel barbudo que traería la Justicia a este mundo mediante la revolución armada.

Aquella izquierda, que se entregó peligrosamente al nacionalismo, se dispuso a exportar el ejemplo cubano por todo el mundo, especialmente por Iberoamérica: Argentina, Uruguay, Chile, Bolivia, Colombia, Venezuela y tantos otros países de aquel lado del océano, y también a éste, como muestra el caso de la lucha etarra. Una pléyade de guerrillas y organizaciones armadas surgió por todo el planeta predicando la liberación nacional de innumerables patrias y haciendo de la violencia el instrumento redentor para ello.

Hoy poco queda de todo aquello, aunque sea ahora curiosamente cuando la izquierda vuelve a verse arrastrada por las formaciones populistas que recuperan aquellos viejos cantos de sirena. La revolución entendida no solo en su esencia social, sino como liberación nacional de un determinado pueblo, aunque ello genere ineludiblemente nuevas desigualdades. Sin duda, que Fidel Castro se vería gustoso como el abanderado de ello. También como el organizador que nunca se preocupó por la democracia. Como un dictador de la antigua Roma con un sagrado objetivo.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Autocríticas

La muerte de Rita Barberá debe mover a autocrítica a todos los actores políticos, incluidos el periodístico, pero sin duda a quien más debe mover a una reflexión es a su propio partido. Y tampoco caigamos ahora en lo contrario, propio de la desmesura de este país llamado España. En ese sentido, no está de más recordar, como hizo Rubalcaba, que aquí enterramos muy bien.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Estulticia humana

Las cuentas públicas británicas empiezan a sufrir el brexit. Según los cálculos del propio gobierno, la economía del reino unido crecerá 2,4 puntos menos de los previsto en los próximos cinco años. Asimismo, Londres tendrá que endeudarse en 142.000 millones de euros más para hacer frente a la desaceleración económica que auguran sufrirá. El desempleo aumentará en medio punto de aquí a dos años y la inflación, del 0,75%, pasará al dos y medio.

Los votantes del brexit, críticos con el deterioro económico vivido en la última década, se enfrentarán ahora  a la cruda realidad de haber optado por reducir su mercado, dejándose llevar por los agoreros contra la globalización y el mensaje racista. Denominados JAM, acrónimo de Just About Managing, en reconocimiento a las penalidades sufridas, no son conscientes de las crecientes dificultades que deberán ahora encarar. 

Un caso más de la estulticia humana. El enésimo de la Humanidad.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Colombia, en su laberinto

El gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC firman esta próxima madrugada un nuevo acuerdo de paz que recoge muchas, pero no las sustanciales, demandas de aquellos que ganaron el plebiscito, liderados por el expresidente Álvaro Uribe. Santos, escaldado, ya no someterá el nuevo pacto a referéndum, sino que buscará legitimarlo mediante su aprobación por el congreso colombiano. Por contra, Uribe exigirá que los colombianos sean de nuevo convocados a las urnas.

Colombia se pierde en su propio laberinto, mientras las muertes violentas, por cuestiones políticas, repuntan. Debe ser condición humana.

martes, 22 de noviembre de 2016

Pacto PNV-PSE

El acuerdo PNV-PSE ha levantado las viejas polémicas que carcomen este país desde hace décadas. Y entre ellas, como siempre, el manido y demagogo derecho a decidir, un eufemismo del derecho de autodeterminación al que la izquierda otorgó en la década de los setenta todas sus bendiciones como instrumento de liberación de naciones oprimidas.

Sin embargo, lo pactado por los socialistas vascos con el partido jeltzale no es el reconocimiento de tal. El PSE se limita a admitir que se pueda plantear en el debate sobre la reforma del Estatuto de Gernika, vigente desde 1979, sin que ello suponga un cambio de posición en su ideario, dejándole libres las manos, tal como expresamente sí recoge el acuerdo, a la hora de votar en contra de ello, cuando la ponencia parlamentaria ultime sus estudios.

El PP ha mostrado sus reservas al respecto, porque en la práctica supone abrir el camino para que la reforma estatutaria que apruebe el Parlamento vasco incluya finalmente el derecho de autodeterminación, ya que la composición de la cámara legislativa de Vitoria no ofrece dudas con Bildu y Podemos como segunda y tercera fuerza. Esa es la principal concesión que logrado el PNV respecto a los socialistas: que éstos admitan que se inicie un debate parlamentario cuyo resultado está claro y que incluirá la asunción de tal derecho aun con los votos en contra del PSE y del PP.

Pero también, los socialistas vascos han conseguido una concesión relevante por parte del PNV: el compromiso del partido jeltzale de hacer todo por el camino de la legalidad constitucional, contrastando así con el camino empleado por Juan José Ibarretxe quien en 1998 abanderó el unilateralismo nacionalista con el derecho de autodeterminación, precisamente, como instrumento para imponer a España un estatus de libre asociación, que garantizase a Euskadi la bilateralidad igualitaria en sus relaciones con Estado.

Ahora, el derecho a decidir no se empleará como el ariete que socave la Constitución de 1978, como se pretendió en aquel intento, sino que llegará a las Cortes dentro de una reforma estatutaria. Será entonces, cuando el Congreso de los Diputados, sede de la soberanía nacional, pueda rechazarlo, cayendo del definitivo articulado del nuevo Estatuto de autonomía. Ese texto filtrado y no otro será el que voten en referéndum los vascos, otorgando o no la legitimidad final a la propuesta de reforma estatutaria que ahora empieza a andar.


lunes, 21 de noviembre de 2016

Vuelta al origen

l gobierno de coalición entre el PNV y los socialistas vascos significa el reconocimiento del partido jeltzale del error que cometió hace dieciocho años cuando echó al PSE del ejecutivo y se embarcó en la estrategia de acumulación de fuerzas nacionalistas para doblegar al Estado. Dio inicio así a un etapa, liderada por Juan José Ibarretxe, que llevó al PNV al mayor fracaso de toda su historia, al perder el poder en Ajuria Enea.

En 1998, el PNV puso fin a once exitosos años de gobiernos de coalición con los socialistas, básicos en la construcción de Euskadi, para girar estratégicamente hacia la confluencia nacionalista. Ese mismo año, el partido jeltzale suscribió el Pacto de Estella, que fue secundado por ETA mediante la concesión de una tregua indefinida. Se trataba de una estrategia de acumulación de fuerzas nacionalistas que desbordase al Estado español. Ese era el objetivo, en el que el derecho de autodeterminación jugaría un papel relevante como el instrumento que permitiría la superación del Estatuto de Gernika de 1979.

Ibarretxe se embarcó así en una espiral radical que llevó al rechazo en el Congreso de los Diputados de su acuerdo de libre asociación de Euskadi con España y a la crispación de la sociedad vasca, plural en su identidad nacional. Hasta tal punto fue así, que en 2009 el PNV perdió por primera vez el gobierno vasco, propiciando el primer ejecutivo monocolor socialista, liderado por Patxi López. 

Ahora, Iñigo Urkullu, tras una legislatura en solitario con el apoyo parlamentario socialista, retoma la colaboración con el PSE, volviendo a la fórmula de coalición gubernamental que mejor refleja la diversidad del País Vasco y que está en el origen de su construcción nacional. Ya se comprobó de 1987 a 1998, cuando se sentaron las bases institucionales de la región autónoma. Entonces se recuperó el espíritu del acuerdo que en 1936 permitió la creación del primer gobierno vasco de la historia, el primer pilar de la construcción de Euskadi.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Nivel del periodismo

80.000 asistentes. Esa fue la cifra dada por la Guardia Urbana y repetida como loritos por todos los medios de comunicación. Nadie se planteó nada. Ni siquiera el hecho objetivo de que en esa zona de Montjuic no caben ochenta mil personas.

Es igual. Ese es el nivel de nuestro periodismo. Así, que nada, ochenta mil independentistas se concentraron el pasado fin de semana en Barcelona.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Ventajas del pluripartidismo

Una de las bendiciones del pluripartidismo radica en la descolonización de los políticos de los organismos institucionales. Durante cuatro décadas, los dos grandes partidos españoles se han repartido los puestos de responsabilidad en el Estado. Ahora, lo van a tener más difícil, circunstancia que puede permitir que muchos de esos cargos vuelvan a ser ocupados por profesionales y técnicos. El último ejemplo de ello lo tenemos en la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Tras mucho tiempo en manos de políticos, entre ellos la última etapa protagonizada por Elvira Rodríguez, cuyo mayor mérito era ser del PP, y de una labor poco relevante, cuando no negligente, en la supervisión del mercado de valores, como múltiples escándalos han puesto de relieve, por fin dos de las cuatro formaciones política existentes, PP y Ciudadanos, han consensuado un candidato para presidente de la CNMV a un considerado profesional alejado de los partidos. ¡Bien venido sea!

miércoles, 16 de noviembre de 2016

La nueva izquierda

Podemos adopta un perfil de partido político con mayor peso territorial. La exigencia de Teresa Rodríguez, líder de la formación en Andalucia, exigiendo un Podemos andaluz soberano y las declaraciones de Pablo Echenique considerando a Aragón una nación van en ese sentido. Tales planteamientos serán debatidos en el futuro congreso del partido, el denominado Vistalegre 2. Allí, se imbricará en la lucha de poder entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. No en balde, el segundo de ellos bendijo ayer la demanda confederal de Podemos Andalucía.

Sea cual sea el resultado del congreso que se celebrará en enero, es evidente que la nueva izquierda surgida tras el 15-M ha asumido muchos de los planteamientos del nacionalismo, un movimiento tan ascendente como nefasto. Y en eso se diferencia de la izquierda clásica que cree en la igualdad de todos, independientemente de donde nazcan.

martes, 15 de noviembre de 2016

El camino que llevamos

La Rusia expansiva de Putin, cuyo objetivo es recuperar la influencia regional de su antecesora Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, ha logrado en los últimos dos días dos éxitos. El nuevo presidente de Moldavia, país que perteneció a la URSS, es un político prorruso. Y en Bulgaria, estado que estuvo bajo la influencia soviética en la época del telón de acero, también su nuevo presidente pretende estrechar lazos con Moscú. Ambos mandatarios han sido elegidos democráticamente.

Ayer, la Unión Europea celebró un cónclave para debatir la puesta en marcha de una auténtica organización militar europea, no tan dependiente de la OTAN. Y lo hace después de que unas elecciones democráticas diesen la Presidencia de Estados Unidos a Donald Trump, quien como candidato avisó a Europa de que su país no seguiría sufragando de la misma manera a la OTAN a como lo ha venido haciendo hasta ahora.

Es tremendo el camino que llevamos.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Primera dama

Las noticias han presentado a Melania Trump como la segunda primera dama de los Estados Unidos no nacida en el país. Originaria de lo que entonces era un pueblo de la antigua Yugoslavia, hoy Eslovenia, la esposa del magnate es, pues, una emigrante que habría llegado a la mismísima Casa Blanca. Y los motivos de esa migración fueron esencialmente económicos, de mejora en la calidad de vida. Su historia suponía así un contrapunto al relato xenófobo de su marido, que tanto le ha servido para alcanzar el poder y que ya, afortunadamente, ha empezado a atemperar. Se trataría de una inmigrante de orígenes modestos que, gracias también a su físico, logra abrirse camino en el mundo de una manera plenamente exitosa.

Sin embargo, nadie nos ha informado de quien fue el precedente de Melania. Parece que la atracción de los Trump sobre los medios de comunicación, que se traduce en elevadas audiencias y consecuentes contratos publicitarios, impide apartar la vista sobre ellos y ocuparnos de otras cosas

Pues, bien, paso a rellenar tal vacío. La primera dama norteamericana extranjera no fue una emigrante económica y ocurrió hace mucho, hace dos siglos. Se trató de Louise Catherine Johnson, quien cambió su apellido por el de Adams, al casarse con quien llegó a ser el sexto presidente de los Estados Unidos, John Quincy Adams.

Louise Catherine nació en Londres en 1775, el mismo año en que se inició la Guerra de la Independencia norteamericana. Su familia residía en Londres, cuidando de los intereses comerciales que eran la base de una considerable fortuna. Por tanto, muy diferente de Melania. Louise Catherine había nacido en la elite y formaba parte de esa oligarquía que iba a dirigir el nuevo país independiente. 

Sin duda que la inestabilidad provocada por la conflagración y la consiguiente declaración de independencia no entusiasmaron a su padre, casado con una británica. De hecho, la familia, probablemente para evitar maledicencias que incidían en un escaso patriotismo norteamericano, se trasladó a Nantes, a la vecina Francia. Allí, Louise Ctaherine conoció a John Quincy, de su misma clase social. Su amor tuvo que salvar la oposición del padre de su futuro marido, otro patricio, quien no olvidaba la tibieza de los Johnson en la Guerra de la Independencia.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Nuevo modelo

El PSOE continúa con su vía crucis, encarando la dolorosa decisión de qué hacer con el PSC, con el partido hermano, pero diferente, catalán. Obligada la gestora a no mirar para otro lado e ignorar el voto contrario de los siete diputados socialistas catalanes, la decisión que finalmente tome supondrá un suplicio más. En cualquier caso, el modelo de relaciones parece agotado tras treinta y ocho años en vigor del acuerdo anterior. 

jueves, 10 de noviembre de 2016

Llegaron los bárbaros

La fecha del 9 de noviembre de 2016 pasará a los anales como el día en que se acabaron las dudas. Después de tantas veces anunciada su presencia y de fulgores, como el Brexit, que confirmaban su inminencia, ya no queda margen para la incertidumbre. Sí, los bárbaros han llegado.

El triunfo de Donald Trump supone constatar la resurrección del nacionalismo, ahora en Estados Unidos, el mal que hace un siglo infectó a Europa, llevando a éste continente a su destrucción y a la muerte de 60 millones de personas en todo el planeta. Y lo hace, algo repetido en la Historia, de la mano de un personaje, nieto de un inmigrante alemán llegado a la tierra de los sueños, y casado con una mujer eslovena. En su primer discurso como presidente electo ha dejado claro que en política exterior la prioridad será precisamente el nacionalismo norteamericano, padecido ya en otros momentos históricos bajo el nombre más vergonzoso de imperialismo.

Objeto de sus iras serán los migrantes, especialmente los mejicanos, a los que amenaza con deportaciones masivas. ¿De nuevo veremos traslados de poblaciones en aras de ajustar las fronteras a delirios megalómanos? El gran sueño nacionalista hecho realidad como la pesadilla que efectivamente es, sufrida ya en Europa a lo largo del terrible siglo XX.

También incidirá negativamente en el desarrollo general del planeta con su visión anti-globalización. La vuelta a un mundo provinciano y separado en compartimentos estancos, que garantice a sus connaturales empobrecidos una seguridad que se revelará igualmente falsa.

Sí, efectivamente llegaron los bárbaros. Pero como Kavafis advirtió, estaban ya entre nosotros desde mucho antes. No solo en Estados Unidos. También los tenemos en Europa, entre nosotros, alentando otros nacionalismos, aspirando a nuevas fronteras o reforzando la dureza de las ya existentes.

¿Y ante la llegada de los bárbaros, qué cabe hacer? Recuperar el sueño de los que sobrevivieron entre las ruinas de Europa, acabando con sus fronteras. Y dejar de dar palmadas en la espalda a los bárbaros.

martes, 8 de noviembre de 2016

Podemos, ante el espejo

Un nuevo caso de corrupción golpea a Podemos. Uno más después del de Ramón Espinar. Podemos no los considerará como tales, pero la especulación con una vivienda pública no merece otro calificativo y el aparecido ahora, en Baleares, tampoco. Resumo los hechos: la presidenta del Parlamento autónomo, Xelo Huertas está acusada de amañar un concurso público en beneficio de un dirigente de Podemos, Daniel Bachiller. La máxima autoridad legislativa en las islas llegó a amenazar con vetar los presupuestos regionales, un instrumento económico que da trabajo a muchos, si el gobierno socialista no renovaba el concurso a Bachiller.

Alegará Podemos que no hubo lucro para su militante Xelo Huertas. Cierto, pero también incurre en corrupción la autoridad pública que favorece a alguien de su partido por el mero hecho de serlo. Ese es sin duda uno de los males contemporáneos: dividir la población según sus fidelidades políticas, recompensando a los partidarios. Y en España, tal mal, se encuentra ampliamente extendido desde hace dos siglos.

Se excusará Podemos que en el caso Balear, a diferencia del de Espinar, ha actuado con celeridad, suspendiendo de militancia a los afectados. Cierto, pero se echa en falta una asunción más clara de responsabilidades en una formación que llegó al escenario público para liberarnos y purificarnos de tanta corrupción.

No hay nada como mirarse al espejo.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Éxito del Estado de Derecho

La decisión de la Justicia británica de obligar al gobierno a contar con el Parlamento para la negociación del brexit supone un triunfo de la democracia representativa en el país que mejor ha encarnado tal sistema político. Ninguna decisión, ni siquiera la decidida por el pueblo británico, puede ser implementada sin concurso de los organismos que simbolizan la soberanía. Y es además un éxito del Estado de Derecho, protegiendo los intereses de las minorías derrotadas

viernes, 4 de noviembre de 2016

No me convence


"Especular es especular. Y hacerlo con una vivienda protegida es especular. Lo diga Agamenón o su porquero".

La frase de Cayo Lara sobre la actitud del senador de Podemos Ramón Espinar no necesita comentario alguno. Sí, la lamentable actitud de la formación que nació para regenerar la política española, pero que ha salido en tromba a defender a uno de los suyos.

"No me convence", sostuvo el porquero.

jueves, 3 de noviembre de 2016

Trump, el bárbaro

Donald Trump ha logrado reducir la distancia que tenía sobre él Hillary Clinton. Incluso, algún sondeo, el elaborado para Los Angeles Times, da triunfador al candidato republicano.

De confirmarse tan tremendo pronóstico supondría el triunfo del populismo, algo no especialmente novedoso, pero sí muy preocupante. Tanto como para replantear muchas de las características de la sociedad en la que vivimos. Y lo peor no es eso. No. Lo más terrible es que si Trump no gana ahora, lo hará dentro de unos años cualquier otro Trump. El problema, el cáncer, está dentro de nuestras sociedades. Como dijo Kavafis: no esperen a los bárbaros. los bárbaros ya habitan entre nosotros. Somos lo bárbaros.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

La negación de Pedro

Pedro Sánchez dio el pistoletazo de salida en la carrera para recuperar el liderazgo en el PSOE, mediante su aparición en Salvados. A lo largo de la entrevista con Jordi Évole fue desgranando su propuesta y retando a Susana Díaz a competir con él en las primarias que designarán al nuevo secretario general socialista. Su estrategia pasa por una convocatoria rápida del congreso socialista y consiguiente celebración de esas elecciones, confiando en que con su ascendente sobre los militantes pueda volver a ocupar su despacho director en Ferraz.

Sin embargo, la gestora que lo defenestró en el último Comité Federal no tiene prisa. Pretende que antes haya un debate en profundidad sobre las propuestas socialistas a la sociedad, que refunden al partido, antes de encarar cerca del verano el congreso. Añoran sin duda los barones socialistas la cultura política socialista basada en unos congresos decisorios, abiertos a los acuerdos, alianzas y cesiones mutuas entre las federaciones que territorialmente vertebran al partido, limitada desde que el PSOE incorporó la elección de su secretario general mediante primarias, introduciendo el presidencialismo en su organización.

Esta última es precisamente la baza que le queda a Pedro Sánchez para recuperar el protagonismo político al que no renuncia. Y para ello, avanzó el domingo en la Sexta las líneas principales de su planteamiento, consistente fundamentalmente en un giro a la izquierda, en busca de un futuro acuerdo con Podemos y con el independentismo catalán. Sólo el apoyo de ambos le permitiría alcanzar la Moncloa.

Por ello definió a Cataluña como una nación, rompiendo con la tradición socialista, y asumió como un error haber definido a Podemos como populista. La retórica contra el ibex y determinados grupos mediáticos abundan en el relato con el que quiere presentarse en la nueva disputa por el puesto de secretario general socialista: como el de un izquierdista de verdad que chocó contra el muro de las oligarquías, mensaje atractivo para las bases socialistas, que a fin de cuentas será el colegio electoral que decidirá quien mandará en el partido.

Un relato y una estrategia que no obstante presenta un flanco débil, que aprovecharán sus enemigos: la negación de su propio legado. El mayor hito de Pedro Sánchez en los dos largos años que ha estado al frente del PSOE ha sido su acuerdo con Ciudadanos, una formación política de centro derecha, no de izquierdas. Y la argumentación empleada por él en los últimos meses ha consistido en culpar a Podemos de no haber permitido el gobierno que bautizó como el del cambio. Ambas circunstancias han sido ahora negadas por él. Ese es su talón de Aquiles: la negación de Pedro.