domingo, 19 de junio de 2022

Regreso al bipartidismo

Las elecciones celebradas en Andalucía han mostrado el triunfo incontestable del PP y sobre todo de su candidato Juan Manuel Moreno Bonilla, que ha sido capaz de poner freno a Vox, interrumpiendo la progresión de la ultraderecha y su acceso a las instituciones del Estado, como había mostrado la pésima estrategia de Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León.  El PP de Feijóo debería extraer de ello como consecuencia reforzar el perfil centrista de su formación, al igual que ha hecho su candidato a reeditar como presidente de la Junta de Andalucía. 


El segundo dato a tener muy en cuenta ha sido que el PSOE resiste, pese a perder tres escaños y cosechar el peor resultado de su historia en Andalucía. En ese retroceso, ha pesado el hecho de acudir a unas elecciones con un candidato nuevo, Juan Espadas, pero también evidencia el desgaste del Gobierno Sánchez en el conjunto de la nación, cada vez más percibido como un gabinete demasiado escorado a la izquierda y preso de unos socios en el gobierno y en el Parlamento profundamente ideologizados.


La terrible crisis económica de 2008 se tradujo en la crisis del bipartidismo, apareciendo una pléyade de formaciones que hoy los andaluces han arrinconado. No solo Ciudadanos, sino también la izquierda desunida ha visto retroceder su peso electoral. 


El triunfo del bipartidismo en Andalucía muestra un cambio a un año y medio de unas elecciones generales en las que, quien consiga atraer al voto centrista, tendrá muchas posibilidades de ser el inquilino del palacio de la Moncloa. Pedro Sánchez, mejor estratega que estadista, tiene por delante una ardua tarea para reconducir su gobierno y presentarse como un adalid del regreso al bipartidismo, precisamente por las ataduras que ha mostrado en la presente legislatura.


viernes, 3 de junio de 2022

Las terribles anteojeras de Podemos

Pocas cosas evidencian más una visión irreal de un problema como el de Podemos con la Guerra de Ucrania, demostrando que sus anteojeras ideológicas impiden a esa formación política analizar de un modo certero lo que ocurre.


Podemos sigue preso de una concepción ideológica propia de la Guerra Fría, con un esquema mental binario y muy simplista, maniqueo podríamos decir, que identifica a Estados Unidos y a su estructura militar, la OTAN, con el mal. De tal manera, que Rusia sería una víctima del imperialismo yanqui, lo que permitiría justificar la invasión del territorio ucraniano y las masacres que está provocando. La vida de miles de ucranianos y la pobreza consiguiente de los supervivientes no suponen ninguna evidencia para que Podemos rediseñe su análisis de la realidad.


Tampoco para apoyar una reunión clave de la OTAN en España, en la que los socios de esa organización avanzarán en la defensa común ante el imperialismo ruso. Asimismo, para comprender que desgraciadamente tendremos que aumentar el gasto de Defensa, en vez de poner el énfasis en no recortar el de Educación y Sanidad. 


Tampoco en asumir que los daneses han decidido que se suman a la política de defensa europea, que hoy por hoy, implica una mayor participación de los países de la UE en la OTAN. Asimismo, que finlandeses y suecos deseen integrarse en dicha organización militar.


En fin la realidad, que las anteojeras de Podemos les impide ver, lo cual ya de por sí es un grave problema, máxime si tenemos en cuenta que forma parte del gobierno de todos.