jueves, 28 de febrero de 2019

Modelo de dignidad

El juicio a los independentistas catalanistas nos está mostrando una variedad de actitudes de los procesados, desmintiendo cualquier veleidad conjunta en la defensa. Tal hecho, incidirá negativamente en las posibilidades de exculpación de los juzgados y muestra la desunión del independentismo.


Casi se puede sostener que hay una línea de defensa diferente en cada uno de los doce procesados, pero en la mayoría de ellos sí se ha observado una cierta banalización de lo hecho. Muchos de ellos, han querido hacer ver al tribunal que lo que hicieron no tenía trascendencia, que era como de mentirijillas, en un vano intento de eludir el castigo, como harían unos niños. Frente a ellos, destacó la coherencia de Jordi Cuixart, el exlider de una de las dos asociaciones independentistas, quien ofreció una declaración que fue un modelo de dignidad.

miércoles, 20 de febrero de 2019

Bienvenido sea

Los medios ingleses hablan incluso de terremoto político. Tal vez exageren, pero la creación de un grupo parlamentario independiente proeuropeo que acoge en su seno a disidentes conservadores y laboristas, contrarios a un Brexit sin acuerdo, devuelve a las islas británicas un asomo de sensatez, que parecía irremisiblemente perdido en la vorágine demagógica de aquel referéndum insensatamente convocado.


Pese a que es mucho esperar que tales parlamentarios puedan parar la ola destructiva del Brexit, al menos pueden ser el germen de un nuevo proyecto político que permita al Reno Unido volver a Europa en un futuro. Bienvenido sea.

martes, 19 de febrero de 2019

Frentismo

Albert Rivera debe estar muy seguro de los pretendidos réditos electorales que le han llevado a vetar cualquier acuerdo con el PSOE a nivel nacional. Sin duda, que espera que la estrategia de enarbolar el nacionalismo español le otorgue los votos necesarios para llegar a la Moncloa sin el concurso socialista, cargando de paso a estos de todo el oprobio por su actitud negociadora con el nacionalismo catalán.

La cuestión que debemos plantearnos, sin embargo, es si tal estrategia frentista es positiva para España o si por el contrario nos desliza aún más en la senda del enfrentamiento a la que parecemos abocados. Y hace referencia además a la mayor perversidad democrática, la de que lo único relevante es captar votos, independientemente del bien objetivo.


Motivo de reflexión que, ya que nuestros políticos parecen no contemplar, debería despertar las conciencias de los ciudadanos, adoctrinados por tanto nacionalismo, antes de que sea demasiado tarde. 

jueves, 14 de febrero de 2019

Elecciones

Hasta Pedro Sánchez parece haber comprendido que ya no tenía más recorrido. No su ambición personal, sino incluso un gobierno nacido sin una mayoría constructiva, que con su caída, paradójicamente, deja sin trasladar a la sociedad unas cuentas expansivas que habrían beneficiado a la mayoría de los ciudadanos. Extremo que cabe anotar en el deber de los que han propiciado acortar la legislatura, incluidos, por supuesto, aquellos que solo buscan que todo vaya a peor, como fórmula para poder imponer sus maximalismos. Detalle que explica la estrategia de los independentistas, algo que los corifeos de la izquierda son incapaces de entender.

Cada uno de los actores políticos deberá asumir sus responsabilidades en estos casi nueve meses de despropósitos, monopolizados por la malhadada cuestión identitaria. Porque ese ha sido el mayor fracaso del gobierno Sánchez: ser incapaz de imponer una agenda social en el debate político, dejándose llevar por los cantos de sirena del nacionalismo catalán. Y como colofón, este viernes asistiremos a una nueva escenificación demagógica sobre la exhumación de Franco, sin aplicación práctica mientras el Tribunal Supremo no se pronuncie.

Tampoco las otras dos cuestiones candentes de estos poco más de siete meses de gobierno se han resuelto: la independencia de RTVE y el grave problema que supone la violencia de género. En este último apartado, el gobierno no se ha atrevido a impulsar medidas que realmente combatan esa lacra y que pasan por combatir la banalización del cuerpo de la mujer.


Ahora, iremos a elecciones. Pero, antes de que los adánicos entusiastas del voto popular impongan sus consignas sobre la innata bondad de las decisiones colectivas, al modo de un redivivo Pentecostés, debemos ser conscientes de que el día después de tales comicios todos los nacionalismos se verán aun más respaldados. Subiremos así otro escalón hacia el enfrentamiento identitario, cuestión en la que todos los actores políticos relevantes parecen progresivamente empeñados desde hace diez años, cuando la crisis económica nos fragmentó socialmente.

martes, 12 de febrero de 2019

¿Dónde estamos?

Profanadas las tumbas de Pablo Iglesias y la Pasionaria.  Vandalizada la placa de las Trece Rosas. Y daños en el monumento a los Caídos de la División Azul.

¿Dónde estamos?  ¿ A qué hemos llegado?


Da miedo.

sábado, 9 de febrero de 2019

Modernos contra antiguos

La aparición en Europa de formaciones políticas emergentes que pondrían fin al predominio democristiano y socialdemócrata, partidos que pese a haber puesto en pie la construcción supranacional más exitosa del mundo habían sido tachados y tildados de tradicionales, fue recibida con satisfacción, cuando no alborozo, en la medida en que un aire fresco limpiaría la política del viejo continente.

Nada más lejos de la realidad, confirmando una vez más la capacidad de errar de las opiniones públicas contemporáneas, dirigidas por análisis poco racionales. Hasta el punto, que no es descabellado sostener que tales formaciones emergentes crean más problemas que soluciones.

El último ejemplo lo muestran Italia y Francia, hasta el punto que París se ha visto obligado a llamar a consultas a su embajador en Roma, abriéndose una crisis entre ambos países, socios de la Unión Europea, inédita desde la Segunda Guerra Mundial.

La razón del desencuentro estriba en la injerencia de una de las formaciones que componen el gobierno italiano en la crisis de los chalecos amarillos francesa. El Movimiento Cinco Estrellas, una formación anti-sistema prototípica de las muchas que han brotado en Europa, busca debilitar el europeísmo de Emmanuel Macron y propugnar la alianza con sus opositores en las inminentes elecciones al Parlamento europeo, con la intención de lograr un considerable número de escaños que den la puntilla a la Unión Europea, vista desde sus anteojeras como ese odioso engendro que estuvo a punto de acabar con las sagradas naciones. 


Ahí estamos, modernos contra antiguos, populistas contra demócratas, nacionalistas contra europeístas. Igual que antes de la construcción europea, igual que cuando la barbarie se adueñó del mundo, precipitándolo a los infiernos.

viernes, 8 de febrero de 2019

Otra condena a Lula

La segunda condena a Lula da Silva, a otros doce años de prisión, por cargos de corrupción, deben dejar poca duda sobre la conducta de quien fue el gran líder de la izquierda iberoamericana y liberó a millones de brasileños de la pobreza. Aquel logro, no obstante, no debe exculpar a un dirigente que propició la financiación ilegal en su partido, fortaleciendo así al PT en la lucha intrapartidista, y aceptó sobornos personales para mejorar una finca que le habían dejado.

El caso de Lula ejemplifica la tragedia de aquellos líderes que se identifican con el pueblo, no pudiendo diferenciar que es el lucro personal del interés público, además de confundir los instrumentos de la lucha partidista con los del Estado. La izquierda mundial debería extraer una lección de todo ello y dejar de incurrir en un repetido error, aquel que el loable afán justiciero le lleva a saltarse las normas del Derecho.


jueves, 7 de febrero de 2019

No confundir instrumento con fin

La Unión Europea no ha logrado un acuerdo unánime sobre Venezuela, fundamentalmente por la oposición de Italia y Grecia a sumarse al consenso general de reconocer a Juan Guaidó y proporcionar una transición democrática en la nación suramericana. En el primer país, ha sido protagonizada la oposición al criterio europeísta por el Movimiento Cinco Estrellas. una formación anti-sistema que gobierna en Italia junto a los nacionalistas de la Liga. El segundo, es Syriza, un partido que desbancó a la socialdemocracia clásica en Grecia en la preferencia de voto, abogando demagógicamente con un referéndum que la Unión Europea ignoró y que le supuso a Atenas más sacrificios económicos. Ambas formaciones han tenido a gala y sin tapujos el recurso a todo tipo de iniciativas populistas, también las más demagógicas.

De hecho, tanto unos como otros han convertido el instrumento democrático en la condición indispensable de su actuación, sin advertir que en el caso venezolano, como en otros más, su negativa a apoyar a Guaidó solo beneficia a Nicolás Madura y a perpetuar el régimen chavista. 


Efectivamente, Guaidó no tiene legitimidad democrática, pero eso no debe impedir que la inacción beneficie a Maduro. Para ello, no conviene confundir el instrumento con el fin democrático.

miércoles, 6 de febrero de 2019

Como niños

Las palabras de Theresa May en Irlanda del Norte, lugar donde las contradicciones del Brexit se hacen más patentes, rechazando que las fronteras vuelvan a esa sufrida isla, ponen de relieve lo inconsciente que fue el voto mayoritario de aquel malhadado referéndum.


Dicen que los niños, cuando tienen pataletas, no saben lo que quieren. Habrá que extenderlo a los británicos que en junio de 2016 votaron por reforzar el nacionalismo, de raíz fundamentalmente inglesa, pero que ahora no quieren levantar el instrumento básico para construir cualquier  nación: las fronteras.

viernes, 1 de febrero de 2019

Bochornoso



El Parlamento Europeo ha reconocido a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y denunciado la represión feroz que ejerce el régimen chavista sobre sus conciudadanos.

Es sin duda un motivo de orgullo formar parte de una Unión Europea, cuyo legislativo ha mandado al resto de la comunidad internacional un mensaje tan diáfano.

Pero, tal decisión no ha sido, sorprendentemente, unánime.  En ese sentido, es vergonzoso que haya europarlamentarios que hayan votado en contra. Entre ellos, los representantes nacionalistas ingleses y catalanes. 


Bochornoso.