Alguien ha reflexionado sobre el lío en que nos ha metido ese político mediocre y cortoplacista llamado David Cameron. A los británicos en primer lugar, pero también a todos los europeos y en general a todo el mundo.
Hay que buscar una fórmula que impida que esa ralea de señores interesados solo en su medro personal pueda alcanzar puestos tan sensibles para el bienestar mundial. Vease si no, la amenaza que supone el caso de Donald Trump.
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