lunes, 24 de junio de 2019

Interés general

Digámoslo claramente. La única razón por la que Ciudadanos no apoya la investidura de Pedro Sánchez reside en sus intereses partidistas, en la obsesión de Albert Rivera por presentarse como el líder de la oposición, en definitiva en dar el sorpasso al PP, extremo que sigue sin alcanzar, acumulando decepciones en cada cita electoral.

No hay otra razón. No se trata de una cuestión de patriotismo, algo tan grato a una formación que tiene a gala ser nacionalista española, ni reside en otros aspectos con mayor vertiente social. No. Sencillamente es un cálculo de rédito electoral, ante lo cual en Europa no deben de dar crédito, máxime en un país que emite continuas señales de problemas territoriales. Debe ser difícil entender que Ciudadanos no facilite la investidura del candidato del partido más votado en las últimas elecciones y fuerce a este a ponerse en manos de populistas y, lo que es peor, independentistas.


Deben decir que aquí no hemos sabido extraer la mayor lección de la democracia, que reside en aspirar al interés general, no de la utilidad de cada una de las formaciones que concurren a las elecciones.

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