El gobierno anda enredado con la ley de Memoria Democrática, ofreciendo de nuevo interpretaciones discrepantes de los socios gubernamentales. Mientras que Podemos cree que la enmienda introducida por exigencia de ERC permitirá que se juzguen los delitos anteriores a la ley de amnistía de 1977, el PSOE es consciente de que dicha inclusión es un brindis al sol. Y ello por el principio de irretroactividad jurídica, que impide aplicar una nueva norma a delitos anteriores. Tal principio es uno de los que definen el Estado de Derecho y diferencia claramente a los Estados que lo respetan de aquellos que no son democráticos.
Por ello, cabe plantearse si no hubiera sido más honesto por parte del PSOE no haber entrado en este juego de artificio, máxime cuando es un tema con unas connotaciones sentimentales en el que es especialmente vulnerable una parte considerable de su electorado, a la que se aboca a la decepción y a la melancolía.
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