lunes, 23 de abril de 2012

Europa, al fondo

Las elecciones francesas tienen una evidente dimensión europea que es lo que más nos afecta. La hipotética llegada de Hollande al Elíseo,  que de confirmarse le convertirìa en el segundo presidente socialista de la V República, supondría un freno a la política de austeridad impuesta por Merkel, en favor del crecimiento. Esegiro beneficiaría a España en la medida en que las instituciones europeas combinarían las duras medidas de estabilidad con otras políticas de estimulación del crecimiento económico, que nos permitiría recuperar el resuello. Pero el resultado de la segunda vuelta de las elecciones francesas, que se celebrarán el próximo 6 de mayo, no esta nada claro. Hollande solo ha sacado punto y medio de diferencia a un Sarkozy que parecía quemado tras cinco años de Presidencia, en muchas ocasiones histriónica.  Hollande podrá contar con los votos de la izquierda radical de Mélenchon, un 11 por ciento, y de los ecologistas, un 2,5 por ciento.  Pero la elección quedará supeditada a lo que hagan los electores que en primera vuelta han votado por el centrista Bayrou, un 9 por ciento, y sobre todo por la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, un 18 por ciento. La ultraderecha, por tanto, no solo tiene la llave del Elíseo, sino que además condicionará la política económica de Europa.

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