jueves, 12 de abril de 2012

La respuesta no solo puede ser penal

La reforma del Código Penal que prepara el Gobierno parece un batiburrillo donde cabe de todo. De entrada es una barbaridad jurídica castigar la resistencia pasiva como un delito de atentado a la autoridad. Supondría poeder castigar penalmente al que acuda a una manifestación ilegal o participe en  un piquete de huelga.  Menores reservas tiene la resistencia activa a la autoridad. Y aún menos las amenazas e intimidaciones a la policía y por supuesto el ataque violento, así como la convocatoria de actos violentos. Pero para ello, se necesita una regulación muy precisa que no menoscabe los derechos de la ciudadanía. En cualquier caso, la respuesta del Estado a la violencia urbana no puede ser exclusivamente penal. Hay que educar. Y aquí cabe hacer una crítica a los modos pedagógicos que se han instaurado entre los progenitores de una generación que llega ahora a la edad adulta y que, como vemos, no tiene mucha confianza en su futuro, lo cual es bastante razonable al albur de la desastrosa situación actual. Evidentemente esta sociedad tiene un problema con los jóvenes anti-sistema. Un problema especialmente grave en determinados sitios como Barcelona. Se ha educado a muchos miembros  de una generación en la relativización de la democracia y no se ha hecho hincapié en la crítica a la violencia. Y de esto sabe mucho este país, que ha sufrido enormemente por la no desligitimación de la violencia. No puede ser que a los padres de los encarcelados en Barcelona por los actos violentos del 29-M solo les preocupe que sus hijos hayan ingresado en la cárcel y no se pregunten y hagan autocrítica de dónde han llevado o dejado llegar a sus descendientes. O que en otro orden de cosas, la madre del asesino de Amaia Azkue, un crimen con el móvil del robo cometido por lo que calificaríamos de un niño bien, ofreciera a su hijo, menor de edad cuando los hechos, la coartada de haber estado con ella. Con ello, sabía que mentía. Y lo que es peor: que la educación dada a su hijo habìa estado basada en la mayor falsedad posible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario