viernes, 12 de diciembre de 2014

Un buen camino



La Comisión Europea ha advertido del deterioro del agujero fiscal autonómico, poniendo el dedo en la llaga sobre la deuda pública española. Dejando aparte la privada, que ni mucho menos es un problema menor, Bruselas pone el foco en la mala salud de las cuentas de las comunidades autönomas.

Entre otras soluciones, Miquel Iceta, el nuevo dirigente socialista catalán, ha dado un muestra del seny de aquella región, evidenciando que no todo es rauxa en aquella, al proponer que sea el Estado central el que asuma parte de esta deuda, que en el caso catalán es una de las más elevadas. Se trata de evidenciar dos aspectos fundamentales. Primero, que el Estado español debe amparar a Cataluña, porque sus ciudadanos, independientemente de sus sentimientos nacionales, son hoy por hoy españoles. Y segundo, que es una buena forma de romper el actual bloqueo en el debate separatista que ha impuesto una parte de la sociedad catalana. Y de eso se trata: relativizar los sentimientos y debatir racionalmente. Sin duda es un buen camino.

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