domingo, 17 de enero de 2021

Esperando la lluvia

Puede parecer exagerado, incluso histriónico, pero muchos estamos esperando a eso, a que lleguen las lluvias. Más de una semana después de que una intensa nevada sepultase a Madrid, la mayoría de las calles de Madrid siguen intransitables, reduciendo a sus vecinos a un confinamiento aún mayor al que en marzo y por motivo de la pandemia padecieron. Hasta el punto que algo tan básico como hacer la compra y surtirse de los bienes comestibles básicos se ha convertido en una operación complicada y no exenta de peligros, no solo en cuanto a resbalones y otros accidentes, sino a la mera posibilidad de transitar por unas calles cubiertas de nieve, árboles y ramas caídas, y de basuras no recogidas.


No hubo negligencia, ni falta de respuesta, en los días posteriores a la nevada. Se actuó bien y rápido para rescatar a los varados en las carreteras y calles. La previsión de lo que iba a venir, funcionó, aunque nos costó, a todos, entender lo que venía encima, especialmente a muchas empresas que tienen un atávico temor a dejar salir con antelación a sus trabajadores. Pero, en general, todo fue acorde a un Estado moderno y con capacidad resolutiva. 


Sin embargo, según han pasado los días, la fundamental labor de devolver la cotidianidad a las vías de la capital de España ha hecho más que agua, hielo. Sin duda que las condiciones meteorológicas, con las heladas sufridas, han empeorado las cosas, pero salvo al ejército, no se han visto otros instrumentos capaces de desbrozar la helada.


Una vez más, el axioma de que una administración cercana es más útil que una lejana ha demostrado su falsedad, al menos en Madrid. Las administraciones locales de la capital han demostrado su incapacidad. Probablemente, porque lo público no cabe entre las preocupaciones de sus gestores. Las anteojeras ideológicas -el mal de la contemporaneidad- una vez más han empeorado las cosas. Solo cabe esperar a que lleguen las lluvias, que hagan el trabajo de otros.


Posdata: nueve días después, mientras repasaba hoy domingo estas notas, antes de su publicación, en mi calle, un mínimo desbroce para los automóviles ha sido hecho. Bienvenido sea. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario