lunes, 8 de marzo de 2021

8-M

Las declaraciones de algunas líderes feministas contra los tribunales de Justicia por prohibir las manifestaciones en el día de la mujer, solo sirven para desacreditar al propio feminismo. Nada justifica expresiones como que los jueces criminalizan a las mujeres. A estas alturas, nadie puede desconocer que los derechos no son absolutos. Tampoco el de manifestación. Existen otros como el derecho a la salud, que pueden prevalecer en determinadas circunstancias, como las que desgraciadamente vivimos debido a la pandemia.


Tampoco beneficia en nada al feminismo, cuya lucha es aún hoy en día más necesaria en la sociedad que hemos creado, negar la realidad, como hace la ministra de Igualdad, cuando encubre las diferencias existentes en el movimiento feminista sobre la denominada ley Trans. Es ese un asunto crucial, no solo para la estrategia feminista, sino para toda la sociedad. Por ello, debe lograr su aprobación con un alto grado de consenso, especialmente entre el género femenino. La autodeterminación de género presenta perfiles que deben ser objeto de un mayor debate social, en el que haya otras aportaciones, además de las ideológicas. Volvamos a Hegel y a sus reflexiones sobre lo real y lo racional. Tal vez en su dialéctica, tan grata al progresismo, encontremos la inspiración.


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