lunes, 5 de abril de 2021

Hay partido

El sondeo del CIS sobre las elecciones en la Comunidad de Madrid revela que no hay nada decidido al empatar en escaños las formaciones de derecha e izquierda. En sí, es un dato positivo porque muestra la pluralidad existente entre los madrileños, un valor que debe ser estimado al alza, capaz de hacer disminuir la crispación política hoy existente.


Además presenta otros dos aspectos igualmente saludables. El primero es los magros resultados vaticinados para VOX. Sin duda que la jugada de Isabel Díaz Ayuso convocando las elecciones ha polarizado a los electores, especialmente en la derecha. Es más, la formación de Abascal está muy cerca de quedar fuera de la Asamblea de Madrid, donde la inflexible barrera del 5%, supone una amenaza permanente para todas las formaciones que no sean las clásicas del bipartidismo. VOX supera ahora mismo sólo por cuatro décimas tan exigente obstáculo, algo que no consigue siquiera Ciudadanos. 


Y el segundo, es que la maniobra de Pablo Iglesias, abandonando el gobierno, consigue pocos réditos, un 8,7% de los votantes, muy por debajo de Más Madrid, la escisión fratricida de Iñigo Errejón. Es cierto, que el líder de Podemos logra salvar a su partido en Madrid, superando la mencionada barrera, pero convertirse en la cuarta fuerza de la comunidad no puede en ningún caso considerarse un éxito para una formación que nació hace diez años, precisamente, en la capital de España. Extremo que debería ser motivo de reflexión para los que se reclaman herederos del 15-M.


Pese a los llamamientos altisonantes y demagógicos de algunos líderes de la derecha y de la izquierda, que recordaban épocas terribles, afortunadamente pasadas, los madrileños tienen la oportunidad de confirmar el próximo 4 de mayo que la moderación es un valor, lo que puede enviar un poderoso mensaje a todo el país, consistente en que el frentismo puede ser derrotado. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario