Fronteras

En el Paso del Brennero, a 1.370 metros de altitud en los Alpes, actual frontera entre Italia y Austria, se va aconstruir un museo sobre la raya limítrofe. El Brennero fue conocido por los romanos y utilzado como paso entre el mundo germánico y el latino. Luego, durante muchos siglos estuvo controlado por el Imperio de los Habsburgo, ya que se situa en medio de la región del Tirol. El nacionalismo italiano consiguió en la Primera Guerra Mundial llevar la frontera hasta allí, dividiendo el Tirol y dejando Trento y Bolzano en el lado italiano y a sus poblaciones germánicas, mientras que Innsbruck permanecía en Austria. La iniciativa de contrución de un museo dedicado a Fabrizio Plessi, un artista de videoinstalaciones que ha desarrollado su labor profesional entre Alemania e Italia es todo un símbolo de superación de las fronteras de los viejos Estado-nación. En un momento en que la idea de Europa, que reúne los mundos germànico y latino, se tambalea ante los problemas económicos no está de más valorar en toda su medida esta potente metáfora: museos en vez de fronteras. Ese es el futuro.