Dilema moral

La lucha contra la malaria, enfermedad endémica aún en muchas zonas del planeta, impidiendo su desarrollo, presenta novedades. La mayor es la confirmación del éxito de ensayos de laboratorio, consistentes en manipular la probabilidad sexual en beneficio de los machos de la especie anopheles, el mosquito transmisor de la enfermedad. Hay que tener en cuenta que ésta es propagada solo por las hembras del mosquito. Ahora habrá que pasar a la aplicación real y veremos si la manipulación sigue dando sus frutos. Si es así se planteará un dilema moral: hay que llevar la reducción de anopheles hembras hasta su exterminio con el consiguiente fin de una especie animal o aceptamos que una parte de los seres humanos sigan muriendo por el contagio del mosquito. Actualmente, se clacula que entre 700.000 y dos millones setecientos mil personas mueren cada año por causa de la malaria, sobre todo en África. Y aparte de los muertos habría que contar con todo el atraso social al que se condena a aquellas zonas endémicas de la enfermedad. Creo, que la decisión no admite dudas: a favor del ser humano.