lunes, 9 de junio de 2014

Vértigo

En la decisión que madura Josep Antoni Duran i Lleida de abandonar a Arthur Mas en su deriva soberanista, hay motivos diversos. El primero y más importante para un político es que en ese empeño la coalición Convergència i Unió ha perdido respaldo electoral en beneficio de Esquerra Republicana de Catalunya. También debe haber pesado que Unió Democràtica de Catalunya, un partido con ocho décadas de historia, nunca ha sido independentista, apostando por una confederación máxima del Estado español. Pero también ha debido influir el vértigo sentido por Duran ante lo que las propias elites catalanas han puesto en marcha y la sospecha de que se les haya escapado de la manos: un movimiento independentista que su oleaje pueda destrozar más cosas que España, entre ellas a la propia elite catalana. Por ello, Duran parece que ha dejado de bailar con el aprendiz de brujo.

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