jueves, 10 de octubre de 2019

Paradoja

El 58% de los españoles aceptan los vientres de alquiler. Así, lo determina una encuesta de la Fundación BBVA. El dato es preocupante, porque supone que hay una mayoría de ciudadanos de este país partidarios de la instrumentalización, cuando no mercantilización, del cuerpo de las mujeres, lo cual no deja de ser paradójico en la medida en que vivimos un período de creciente reivindicación feminista.


Pero es aún peor, si pensamos hipotéticamente en la posibilidad de un referéndum para legalizar tal práctica, lo que haría las delicias a más de uno de los apóstoles de la democracia directa. Sería una muestra más de como la democracia puede deteriorar el Estado de derecho. Ya pasó con los nazis que llegaron al poder mediante las urnas.

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