viernes, 11 de octubre de 2019

Rebelión

Ahora que estamos a pocos días de conocer la sentencia más relevante de los últimos años, aquella que determinará penalmente lo que ocurrió en el proceso soberanista en Cataluña, conviene determinar algunos aspectos relevantes.

A raíz de las pocas filtraciones que ha habido, parece que el tribunal ha desestimado la consideración que hizo la fiscalía y en origen el juez Llarena, quien instruyó el caso, de considerar los hechos como una rebelión. El asunto es clave y tiene unas consecuencias trascendentes. 

Por eso mismo, el tribunal que preside el magistrado Marchena pretende tomar una decisión unánime de todos sus miembros, lo que en cualquier caso es una sabia decisión, pensando en futuros recursos de los afectados en las instancias europeas. La búsqueda de esa unanimidad parece haber llevado a algunos magistrados a abandonar la pretensión de calificar los hechos como una rebelión consumada, al aceptar la opinión de otros de que la violencia que existió no fue suficiente o no es imputable a los procesados. Este extremo, por un lado, estaría en consonancia con lo que entendió el tribunal regional alemán que liberó a Puigdemont. Y por otro, no invalida el hecho de que violencia hubo, más allá de que el relato independentista lo niegue en aras de preservar la propia idealización del proceso soberanista.

Pero, la no existencia, pues, de una rebelión consumada no impide su consideración de tentativa, redundando en el delito de sedición, que recordemos, puede ser penado con hasta quince años de cárcel, lo que en ningún caso puede ser considerado como algo menor. Y a ello, cabría, en algunos de los casos, la acumulación de un tercer delito: el de malversación.


Otra circunstancia relevante hace mención al pasado. Solo la inculpación por rebelión justifica que durante dos años se haya mantenido en prisión a los procesados que siguen en la cárcel, no así el delito de sedición y menos el de malversación. Ese es un flanco débil para el Estado español y fuerte para los independentistas, extremo que también jugará en el futuro procesal que ahora se abrirá en Europa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario