Otro problema para Rajoy

El Tribunal Constitucional le ha pasado un problema a Rajoy, al avalar la constitucionalidad de la doctrina Parot. Ahora, tendrá que ser el Ejecutivo por propia iniciativa quien decida sobre el futuro de la doctrina Parot. La doctrina Parot significa que a determinados presos, terroristas fundamentalmente, pero no sólo, se les descuenta los beneficios penitenciarios  de la suma total de condenas y no del máximo de condena aplicable que es 30 años.  Es decir, que si un preso condenado a más de treinta años acumula cino años de rendención de condena por su buena actitud o trabajos saldrá de la cárcel a los 25 años si no le aplican la doctrina Parot  o, en caso contrario, más tarde. En la práctica, la doctrina Parot, que toma su nombre del primer etarra al que se le aplicó, supone el cumplimiento íntegro de los 30 años de condena. Pues bien, será ahora el Gobierno quien tendrá que decidir si mantiene una interpretación jurídica, plenamente constitucional tal como ha fallado el tribunal, pero que  supone un trato diferenciado a determinados delincuentes: terroristas, violadores y asesinos reincidentes. Y todo esto en un escenario en el que los que apoyan a ETA van a centrar sus protestas en el hecho excepcional que supone la doctrina Parot, mientras venderán por otro lado que estamos en un nuevo escenario sin violencia.