Seriedad

Seriedad es lo que hay que pedir a las instituciones que nos gobiernan, incluida la Comisión Europea. Ayer, un alto funcionario del equipo de Durao Barroso, presidente de la Comisión, insinuó que España debería acudir al Fondo de Rescate Europeo para sanear su banca. Tuvo que salir el comisario de Asuntos Económicos, Oli Rehn, para desmentir que esa fuera la posición de la Comisión Europea. Pero evidentemente el mal estaba ya hecho: aumenta la incertidumbre sobre la banca española y sobre la crisis financiera en general, ya que no olvidemos que en la raíz de ésta se encuentra la desconfianza. Por tanto, ¿no se podría pedir a los altos responsables de Bruselas unas actuaciones más acordes con la seriedad que deberían practicar? ¿No se podría exigir responsabilidades al citado funcionario? ¿No se podría conseguir que Durao Barroso y Mariano Rajoy tuvieran unas mejores relaciones? Todas estas preguntas hay que hacérselas, sobre todo desde un punto de vista europeista.