lunes, 27 de enero de 2014

Consecuencia del populismo

"Política cambiaria de flotación administrada del tipo de cambio". Así llama a la pura y dura devaluación de su moneda el gobierno argentino. Con una inflación superior al 25 por ciento, con cortapisas a la libre flotación entre el peso y el dolar, con restricciones a la divisa estadounidense, el ejecutivo de Cristina Fernández se ha situado en la irrealidad económica, colofón a una década de populismo kirchneriano.  Tamaña irresponsabilidad la pagaremos todos en la medida en que los mercados internacionales ya han acusado la crisis, pero sobre todo la economía de los hogares argentinos, hoy mucho más pobres que la semana pasada. La demagogia al final siempre se paga.

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