viernes, 2 de diciembre de 2016

El dedo en la llaga

El hecho de que el responsable de una de las más relevantes instituciones españolas, el Museo del Prado, tenga que abogar por apartar la política del mismo, es enormemente significativo. Miguel Zugaza, hasta ahora director del Prado, ha declarado que su gestión al frente de una de las más importantes pinacotecas del mundo se ha caracterizado por contrarrestar la influencia de los políticos: "Hemos hecho mucha gimnasia para dejar fuera a la política".

Algo tan básico como lo propagado por el director del Prado: expulsar todo criterio político sobre la gestión del museo, ha sido hecho gracias a una tenaz y sostenida labor, que en el caso de haber flaqueado hubiera supuesto el retorno de consideraciones extra-artísticas. 

Y ese es el problema; que aún sigamos teniendo que defender que un museo no se debe regir por criterios políticos. Y a la vez nos muestra la confusión conceptual que padece nuestra sociedad. 

Sin duda, que Zugaza ha puesto el dedo en la llaga.

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