jueves, 15 de diciembre de 2016

Sin duda

El nacionalista flamenco Theo Francken, secretario de Estado de Inmigración, se niega a cumplir la decisión de la Justicia belga favorable a otorgar el visado a una familia siria que permanece en Alepo mientras se resuelve su caso. Se trata de un matrimonio y de sus dos hijos que entre el hambre y las bombas solo esperan poder salir vivos de aquella ratonera y viajar a Bélgica.

En los Estados de Derecho, los gobiernos se limitan a implementar las decisiones judiciales, pero en esta ocasión la formación nacionalista Nueva Alianza Flamenca, a la que pertenece Francken, se niega a acatar la resolución al entender que la medida aliente las peticiones de visado. Porque eso es lo que ha hecho la familia en cuestión. En vez de jugarse la vida atravesando mares y fronteras, planteó todo legalmente, gracias a que conocía a una familia en Bélgica que estaba dispuesta a acogerles en su casa.La Justicia belga entendió que todo se ajustaba a Derecho y que la familia siria podía emigrar. Pero, los responsables de ejecutar lo decidido se niegan a ello y no conceden el visado a los solicitantes que malviven en la tragedia de Alepo.  

Seguro que Theo Francken y la Nueva Alianza Flamenca consideran que el mundo se divide en dos grupos: por un lado los escogidos y por otro los parias de la tierra. Los primeros, sin duda, son ellos, los flamencos, que disfrutan de todos los derechos imaginables. Y entre los segundos está esa caterva de emigrantes que osa llamar a la puerta de Europa.

No sería de extrañar que en breve esos nacionalistas apelarán al derecho a decidir para oponerse a que los emigrantes puedan llegar a Bélgica. Seguro que se les llenara la boca argumentando las bondades de elevar altos muros que les separen de los desharrapados. ¿Y se imaginan ustedes cual será el resultado de ese referéndum? 

Sin duda.

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