miércoles, 26 de abril de 2017

La estaca

Lluís Llach, el más renombrado cantautor de la transición democrática, quien alentó en muchos la ilusión por una libertad que dejara atrás la represión franquista, ha sido siempre independentista catalán. A nadie le debería sorprender, pues, que defienda con ahínco sus ideales.

En cambio, sí los argumentos que ahora emplea. Actualmente, Llach es diputado regional y aboga sin ambages por la separación de Cataluña. Hace proselitismo por ello y en las conferencias que imparte ha mostrado tanto ardor por el proceso soberanista que no repara en nada. Debe entender que la independencia de Cataluña justifica todo. Incluso el sufrimiento de los que no son nacionalistas. Por ello, ha llegado a sentenciar:

"En el momento que tengamos la ley de transitoriedad jurídica, ello obligará a todos los funcionarios que trabajan y viven en Cataluña. El que no la cumpla será sancionado. Se lo tendrán que pensar muy bien. Muchos de ellos sufrirán".  La amenaza, incluso el palo, sobrevuela en la advertencia de quien hoy ostenta una representación institucional.

El gran éxito como músico de Llach fue L´estaca, todo un alegato contra la opresión, cuya traducción parcial al castellano ofrezco a continuación:

"¿No ves la estaca 
a la que estamos todos atados?
Si no conseguimos
liberarnos de ella
nunca podremos andar"

Aquella letra, indisolublemente ligada a una música excepcional que todavía resuena en nuestras cabezas,  insufló en muchos de mi generación una aspiración eterna por la libertad, radicalmente en contra de cualquier tiranía que nos hiciera sufrir.

Pues, eso. La contradicción, en términos absolutos.

Es tremendo el ser humano.



2 comentarios:

  1. No hay nada más aproximado a la realidad. Le volverían a dejar actuar en la sala Olimpia de los Campos Elíseos de París, como ya ocurriera en los años 70?. Tal vez si ganara Le Pen, sí.

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  2. Exacto. A Marine Le Pen le entusiasmaría su indudable patriotismo.

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