viernes, 7 de abril de 2017

Represalia igualmente condenable

El ataque con misiles contra Siria por parte de Estados Unidos, en represalia al ataque químico del Régimen de Bachar el Assad, debería mover a reflexión. La utilización de gas sarín ha suscitado la condena internacional casi unánime contra Damasco y ha incrementado la repulsa emocional contra el dictador sirio.

Sin embargo, la respuesta de Washington no debería recibir aplauso alguno. Es más, es igualmente condenable. La actuación a modo de vengador justiciero, acorde con la moral calvinista, revela una profunda debilidad, aunque solo sea porque evidencia un comportamiento demasiado primario.

Además, supone una falta de respeto por el ordenamiento legal internacional. Siria es un Estado de pleno derecho de Naciones Unidas y como tal disfruta de unos beneficios, entre ellos el que cualquier disputa con ella debe ser resuelta según procedimientos reglados y no con la violencia, salvo que lo autorice el Consejo de Seguridad de la ONU, circunstancia que no se ha dado.

Y ahí es dónde está el problema. El desprecio absoluto de la nueva Administración norteamericana, desde que se instaló en la Presidencia Donald Trump, a la legalidad, al Estado de Derecho. No hay nada que justifique,saltarse el Derecho. ni siquiera el dolor ante las imágenes de esos niños asfixiados por gas sarín. 

Eso es algo que deben aprender los populismos y también todos aquellos que votan esas candidaturas. En América y, aquí, en Europa. La injusticia solo debe ser combatida con el  Derecho.

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