lunes, 5 de noviembre de 2018

Diluir la Historia

La polémica sobre la unidad didáctica que se estudiará en algunos centros educativos del País Vasco, para alumnos de ESO y Bachillerato, sobre la historia reciente marcada por la actividad de ETA, presenta diversas perspectivas interesantes para el análisis.

Lo primero que cabe señalar es lo acertado de la misma, en la medida en que los jóvenes vascos deben conocer el medio siglo de violencia que se desató en esas tierras y las perniciosas consecuencias que arrastró. También es preciso resaltar que el contenido fue revisado por un equipo de asesores, entre los que se encontraba el reputado historiador Juan Pablo Fusi, uno de los mayores expertos en el País Vasco.

Donde caben mayores reparos es en el medio elegido para trasladar a los alumnos el contenido de la unidad didáctica. Esta se hace a través de vídeos. La propia idiosincracia de tal instrumento pedagógico obliga a que la narrativa explicativa esté basada en declaraciones de los protagonistas. Más allá de que lamentablemente se haya orillado la opinión de asociaciones de víctimas especialmente críticas con el gobierno vasco, el hecho de que hablen otros protagonistas, como exetarras y víctimas de la guerra sucia contra ETA, conlleva necesariamente un predominio de la Memoria sobre la Historia, lo cual aleja de la objetividad.


Y ahí esta el problema. Tal vez otro medio pedagógico, hubiera sido más acertado, aunque probablemente fuese menos atractivo. Por ejemplo, clases explicativas impartidas por historiadores, que no solo cuenten lo que pasó, como hacen los protagonistas, sino también las omisiones que ocultan los que se amparan en la Memoria para diluir la Historia.

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