jueves, 21 de noviembre de 2013

Clientelismo caudillista

Cristina Fernández de Kirchner ha reaparecido esta semana tras el mes largo de convalecencia obligado por su operación. Y lo ha hecho remodelando el gobierno argentino, contentando a los más radicales y a los más burócratas del peronismo. El nuevo ministro de Economía es Axel Kicillof, el que impulsó la expropiación a Repsol del 51% de sus acciones en YPF. Y el nuevo jefe de gabinete de la Presidencia es Jorge Capitanich, un peronista a la vieja usanza, hasta ahora gobernador del Chaco. Tanto Kicillof como Capitanich son economistas. La presidenta de Argentina esta en su perfecto derecho de elegir a quien quiera, ya que está investida democráticamente. Sin duda, aunque algunos de sus nombramientos creen perplejidad. Es el caso de la designación del abogado Juan Ignacio Forlón al frente del Banco Nación, la mayor entidad financiera pública. Forlón es íntimo amigo de Máximo Kirchner, el hijo de Cristina y lider del ala izquierdista peronista, La Cámpora, cuyo grito de guerra es "Cristina, corazón, acá tenés los pibes para la Revolución". Otro caso de extrañeza es el nombramiento de Juan Carlos Fábrega al frente del Banco Central, una institución teoricamente independiente del gobierno. Fábrega entró a trabajar hace 45 años en dicho banco como auxiliar, recorriendo todo el escalafón. Además acumula otro "mérito". De joven jugaba al fútbol en Río Gallegos con quien terminaría  siendo presidente argentino e iniciador de la saga familiar, Nestor Kirchner. El problema es que el nuevo presidente del Banco Central no tiene estudios universitarios.  ¿Es lìcito que una mandataria eliga como presidente del Banco Central a una persona sin estudios? Podrá ser lícito, pero es un síntoma preocupante de una sociedad que prima las relaciones de fidelidad personal sobre los conocimientos, estableciendo un sistema clientelar caudillista más propio de la monarquía que de la democracia. Y lo más lamentable es que esa perversión se puede hacer a través de las urnas. De eso hay muchos ejemplos en la Historia.

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