viernes, 29 de noviembre de 2013

Dilema complicado

No es fácil el dilema que se presenta con la decisión del juez Ismael Moreno, de la Audiencia Nacional, de cursar una orden de búsqueda y captura contra el expresidente de China Jiang Zemin y otros cuatro exaltos cargos de la potencia asiática. El origen de la denuncia es la represión China sobre el Tíbet, interpuesta por Thubten Wangehen, un natural de aquella región nacionalizado español. Pekín ha amenazado con que esta actuación judicial termine dañando las relaciones económicas con España, lo que sin duda traería consecuencias muy negativas para nuestro país. No en balde, China es el segundo tenedor de la deuda española. Sí, aquella por la que hace año y medio estuvimos al borde del precipicio. Otros datos explicativos de la dependencia española es que cerca de 180.000 turistas chinos llegaron a España el año pasado y que importamos de China productos por valor de más de 17.000 millones de euros. No hay duda, pues, del problema al que nos enfrentamos. Se trata en suma de un dilema muy complicado en el que habría que ir con pies de plomo por las repercusiones económicas que para nuestra maltrecha economía puedan suponer. Dicho todo lo cual, no invalida lo siguiente. España es un Estado de Derecho y así debe seguir siéndolo por lo que debe amparar al ciudadano español llamado Thubten Wangehen.

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