En defensa del Estado de Derecho

La semana pasada nos llegó la noticia de que radicales italianos ocuparon la sede de la agencia Efe en Roma. Se trató de un asalto violento a favor de ETA, con coacciones e insultos a los periodistas, además de protagonizar otras actitudes como la de arrancar teléfonos. Hubo incluso un forcejeo, cuando los radicales colgaron en una ventana una pancarta de apoyo a los presos etarras. Y exigieron a la agencia bajo amenaza que publicase un texto de apoyo a un terrorista que fue extraditado a España en enero pasado. Si no se publicaba en 48 horas, límite ya sobrepasado, amenazaban con volver a la delegación de Efe, a la que dicen tener en su objetivo. Se trata, en suma, de un episodio más de violencia política. Lo de menos es que sean italianos. Me es igual que fueran alemanes o franceses. Lo relevante es que son unos radicales que están en contra del Estado de Derecho. Por tanto no se puede admitir esa conducta. Y los Estados democráticos, como Italia, deben tener instrumentos para combatirlos, en defensa precisamente del Estado de Derecho.