Ahora, Francia

El plan de reducción de 50.000 millones de euros de Manuel Valls tuo ayer el visto bueno de la Asamblea Nacional. Pese a que no era vinculante el voto del legislativo, éste se hacía más que aconsejable ante la perspectiva de recortes que se avecinan en el país vecino y que en el nuestro conocemos tan bien. Después de los países periféricos, la política de reducción del gasto público llega a uno de los estados que son el corazón de Europa. Una Unión Europea que ha reaccionado mal ante la crisis vivida desde 2008. ¿Hubiera sido diferente si Europa hubiera contado con más fortaleza al dotarse de una Constitución? Algo que fue inviable por la negativa de varios países, entre ellos Francia.