jueves, 9 de octubre de 2014

Espectáculo lamentable

De los espectáculos más lamentables vistos en los últimos días se lleva la palma la protesta de medio centenar de personas contra el sacrificio del perro de la tercer afectada por ébola de nuestro país.  Animados por su amor a los animales se hicieron fuertes e intentaron impedir infructuosamente que el can fuera sacrificado. Expresaron todos sus sentimientos ante la policía y los veterinarios. Incluso les llamaron asesinos. Uno de los concentrados se lesionó de cierta gravedad al intentar impedir que la furgoneta veterinaria se moviera. Las autoridades sanitarias habían dictaminado lo que se hizo: sacrificar al perro. El riesgo de infección a otros humanos estaba ahí y era real. Eso dijeron las personas que saben sobre transmisiones de enfermedades como el ébola. Pese a la razón, aquellos manifestantes dieron rienda suelta a sus sentimientos. Solo falta que alguien invoque el derecho a decidir. 

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