Impunidad

Lo de Miguel Blesa y compañía con las tarjetas opacas de Caja Madrid excede todo lo razonable. Y también la impunidad que creían tener sus beneficiarios y de la que, incluso, hoy todavía hacen gala al comentar lo sucedido.  Era algo conocido y la reacción habida ante este despropósito es puro teatro. Estas son algunas de las reacciones de los que disponían de esas tarjetas a las que podían cargar gastos personales. Y lo están diciendo independientememte de su posicionamiento político: ya sea PP, PSOE, IU, o sindical. Independientemente de que Bankia acabara nacionalizada, lo que indudablemente agrava los hechos, lo importante es plantearnos hasta donde hemos llegado en ésta sociedad, en la que los beneficiarios aducen que aquello no era reprochable, ya que se trataba de un mero complemento laboral.  Deberíamos hacer una honda reflexión al respecto, además de modificar algunas leyes, especialmente aquella del Gobierno de Felipe González que abrió las Cajas de Ahorros a los políticos y sindicatos.