lunes, 26 de noviembre de 2012

Fracaso excepcional de Artur Mas



El resultado de las elecciones de ayer en Cataluña tiene como principal titular el fracaso excepcional de Artur Mas. Cataluña no ha refrendado plebiscitariamente el proceso soberanista ideado por el candidato de CiU. La formación nacionalista pierde doce escaños y cien mil votos, retrocediendo en sus posiciones en todas las provincias, salvo Girona, verdadero bastión soberanista.

Artur Mas creyó ver en la manifestación de la Diada el banderín identitario de enganche necesario para evitar que le pasasen factura los recortes sociales que había practicado en dos años de mandato. Así que cerró apresuradamente la legislatura y se presentó como un nuevo Moisés que llevaría a Cataluña a la tierra prometida y convertirla en un nuevo Estado. Pero las urnas le han dado un sonoro varapalo, colocando a Mas en el club de los políticos que convocan elecciones anticipadas para perder poder, como le pasó a Francisco Álvarez Cascos hace menos de un año en Asturias.

Han sido además unas elecciones que han despertado a Cataluña del sopor abstencionista en el que llevaba inmersa desde que se aprobó el nuevo Estatuto, que contó solo con una participación del 48,85%. Ayer, cerca de un 70% de catalanes votaron en las elecciones, la mayor participación en unos comicios aitonómicos.

El PP sube casi cien mil votos y Ciutadans 170.000. Es decir, hay un reforzamiento del voto catalán satisfecho con su anclaje en España. El PSC baja cinuenta mil votos, pagando la ambigüedad de su campaña electoral.

Por su parte, Iniciativa per Catalunya gana 120.000 votos tras desarrollar una campaña coherente y muy centrada en la crítica a los recortes sociales. Pero el gran tirunfador de anoche es ERC,  que gana 275.000 votos convirtiéndose en la segunda fuerza por escaños, aunque tercera en votos tras los socialistas. Por ùltimo, irrumpen los independentistas de extrema izquierda de la CUP, que reemplazan a los independentistas burgueses de Solidaridad de Joan Laporta.

En 2010, el bloque claramente nacionalista tenía 76 diputados. Anoche, se quedó en 74. Si le unimos a este bloque los escaños de Inciativa, partidaria del derecho a decidir, estariamos hablando de 87 escaños, tres menos que los dos tercios necesarios para plantear una nueva reforma del Estatuto de Autonomía de Catalaña, con lo que esa vía queda cerrada para los que aspiran a más cotas de autogobierno.

PP y Ciutadans suman 28 escaños. 48 si incluimos al PSC, partidario de adecuar el estado de las autonomías a una óptica más federal.  En cualquier caso, las elecciones de ayer, que recordemos han tenido una alta participación electoral, muestran la realidad: la pluralidad de la sociedad catalana. En definitiva, los aventurismos identitarios tienen poca cabida en las sociedades complejas.

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