jueves, 16 de agosto de 2018

Tragedias, que deben mover a reflexión

Las tragedias del viaducto Morandi y del puerto de Vigo nos plantean unas dudas razonables, más allá de las críticas a unas deficientes labores de mantenimiento, achacables a determinada concesionaria de autopistas o al Ayuntamiento de la ciudad gallega, dirigido este último por un político, Abel Caballero, que, independientemente de sus aciertos y sus errores, lleva ya en la vida pública cuarenta años, tiempo más que suficiente para dar el relevo a otros. 

Me refiero a uno de los relatos de mayor difusión en la contemporaneidad, nacido de la Ilustración, que nos asegura que el ser humano domina la técnica. Sin duda que tal narrativa se basa en una percepción razonable del progreso alcanzado en los dos últimos siglos y que es inobjetable en múltiples campos, desde la sanidad a las infraestructuras. Quien lo niegue, sencillamente debería quitarse las vendas que le impiden ver la realidad.

Pero tal verdad objetiva no implica que dominemos la técnica, como nos hemos creído por escuchar el relato épico de la capacidad del Homo sapiens. Los casos de Génova y Vigo nos lo vuelven a mostrar. El viaducto Morandi fue saludada en 1967, el año de su inauguración, como una obra maestra. Pero, carecemos aún de estudios indubitables sobre la resistencia de materiales, como el hormigón armado precomprimido y el acero de los tirantes del viaducto, que habían suscitado dudas según pasaban los años. El puerto de Vigo fue premio Nacional de Arquitectura en 2005, pero en el espacio de una década, la tarima de madera flotante, el hormigón sobre el que se asentaba y, a su vez, la estructura palafítica de pilotes en el mar,  han sufrido un deterioro irreversible que provocó su hundimiento.

Todavía nos queda mucho y sería bueno dejar de creer en relatos lineales e infantiles, propios de una visión teledirigida de la Historia, que lo único que conllevan es una autocomplacencia en nuestra especie que, como hemos visto una vez más, salen  caras, como el número de víctimas de una y otra tragedia evidencian.


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