El fracaso de la apuesta por la enfermedad del rebaño ante la epidemia del coronavirus se visualiza ya en Suecia, más que en la alta proporción de mortandad en la baja tasa de contagios conseguida. De tal manera que el país escandinavo, donde no se ha llevado a cabo el confinamiento de la población, cuenta con una tasa de inmunidad menor que la de España, donde tales medidas han sido de las más severas del mundo.
Todo ello debe llevarnos a la reflexión sobre una pandemia de la que desconocemos demasiado. Tal hecho debe preocuparnos más que incluso las bufonadas de los Trump, Bolsonaro y Johnson, aunque indudablemente sus capacidades para desestabilizar aún más un mundo malherido por la pandemia tendrá unas indudables consecuencias nefastas, incluso para muchos de los que les votan, ese rebaño contagiado de estulticia.
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