Una cumbre con soluciones

Los líderes políticos europeos acercaron anoche suficientes posiciones para darle alivio al euro, la moneda común. Aunque faltan por precisar muchos detalles y ya se sabe que en ellos enreda el diablo, se puede ser optimista con el resultado de la última cumbre europea. A partir previsiblemente del próximo años, el fondo de rescate europeo podrá recapitalizar directamente a la banca española, sin la mediación del Estado. Cuando esta medida entre en vigor se eliminará el componente negativo que acarreaba a las cuentas pùblicas la petición de ayuda para la banca, rompiendo así, por fin, el círculo vicioso de falta de confianza. Para ello, Alemania exigió que el Banco Central Europeo se convierta en el supervisor único de las entidades financieras. Lógico, si salimos de esta será con menos soberanía nacional y más Europa. Una segunda medida también importante es que el fondo europeo de recapitalización bancaria deja tener la ventaja de ser acreedor preferente en caso de impago. Eso tranquilizará a los inversores, a los temidos mercados, que no estarán en condiciones de desventaja. De hecho esta mañana la prima de riesgo ha bajado espectacularmente. Esperemos que continúe así en las próximas jornadas, confirmándose los análisis. Y una tercera medida es también muy positiva. La Unión Europea autoriza a partir de octubre un uso flexible del fondo de rescate para comprar deuda de los países sometidos a extrema presión, el caso de España e Italia. Por todo ello, parece que los políticos han estado esta vez a la altura en esta madre de todas las cumbres.  Nos lo confirmará la salud del euro en las próximas jornadas.