Hemos perdido el norte

Definitivamente hemos perdido el norte en esta sociedad en la que vivimos. Y si no lo creen, vean el siguiente ejemplo, sacado de la realidad. El alcalde de Barcelona, el convergente e independentista Xavier Trias, un señor que gana 144. 000 euros brutos al año como regidor de la segunda ciudad de España, considera que los sueldos bajos en la Administración propician la corrupción. Trias, que está al frente de uno de los más importantes consistorios del Estado, gana mucho más que el presidente del Gobierno de España. Y un tercio de los ediles del Ayuntamiento barcelonés superan los 100.000 euros al año como retribución. Ante este hecho y ante la coyuntura social que desgraciadamente vivimos en este país, de momento al menos el mismo en Cataluña que en el resto de España, ha surgido un debate para reducir los sueldos de alcaldes y concejales en Barcelona y en otras muchas localidades. El problema de la corrupción política no es, o al menos no lo es fundamentalmente, ganar más o menos. Es sobre todo una cuestión ética. Sí la Ética, así con mayúsculas, una vieja palabra y un concepto que desgraciadamente parece hemos perdido en esta sociedad.